Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, llamó a que los 27 países del bloque movilicen sus reservas de municiones para entregar lo antes posible a Ucrania, con el fin de hacer frente a la ofensiva rusa en la región del Donbass.
El jefe de la diplomacia, Josep Borrell, llamó con urgencia a donar material de los propios arsenales y de los pedidos en marcha. Reafirmando que existe una voluntad de apoyar al país.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, llamó a que los 27 países del bloque movilicen sus reservas de municiones para entregar lo antes posible a Ucrania, con el fin de hacer frente a la ofensiva rusa en la región del Donbass.
Además, resaltó que la situación que atraviesa el país, con un escenario de guerra de posiciones en la que se encuentra con menos capacidad de artillería que el Ejército ruso, exige que los Estados miembros den "prioridad" a sus capacidades de munición actuales y a los pedidos militares contratados con la industria.
El diplomático advirtió que hacer a la industria armamentística nuevos pedidos para suministrar a Ucrania llevaría un tiempo superior "a las semanas", por lo que llamó con urgencia a donar material de los propios arsenales y de los pedidos en marcha.
Por otro lado, anticipó que la Comisión Europea y la Agencia Europea de la Defensa presentarán en la reunión de ministros de Defensa europeos del 7 y 8 de marzo en Suecia una propuesta para que los Veintisiete puedan avanzar en este plan.
De esta manera, dijo que existe una voluntad de apoyar a Ucrania y suministrar lo que necesitan en términos de armamento, pero que se debe definir el plan y "pasar de las musas al teatro".
Según Borrell, el problema no es la capacidad financiera de la UE para afrontar esta compra conjunta sino "el método", es decir, "quién contrata con quién, con qué procedimientos y cómo llega el armamento a Ucrania".
En declaraciones previas, el ministro de Exteriores estonio, Urmas Reinsalu, había señalado que el plan consiste en una dotación de 4.000 millones de euros para adquirir en torno a un millón de rondas de proyectiles de artillería de 155 milímetros.
"Debemos hacer un esfuerzo extraordinario para la rápida toma de decisiones y la implementación de la iniciativa, tan pronto como sea posible, ya en 2023: esto es lo que la gravedad de la situación en Ucrania requiere", recoge la propuesta.
"Ucrania se queda sin munición. Más armas significa acelerar el fin de la guerra de genocidio", aseguró Reinsalu, insistiendo en que 2023 debe ser el año de terminar la guerra si Ucrania tiene el armamento y munición suficiente.
Por su parte, el titular de Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, mostró su apoyo al plan de compras conjuntas, subrayando que los Veintisiete deben expresar un "compromiso claro con la victoria ucraniana".
España también se abrió a la propuesta y según el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, el plan "no le suena mal" al país e insistió en que puede contribuir con su industria de la defensa "potente" y "altamente tecnológica".
Los ministros también tenían previsto debatir la décima ronda de sanciones contra Rusia, un paquete "sustancial y amplio" que busca aumentar la presión contra la capacidad industrial rusa y desconectar aún más a Moscú de Europa en términos tecnológicos.
Con el plazo de aprobar las sanciones para el primer aniversario de la guerra, en este punto, fuentes diplomáticas señalaron que las medidas están encarriladas y no abordarán los aspectos que generan divisiones como sanciones a los diamantes o al sector nuclear ruso.
Queda por ver si el paquete finalmente incluye sanciones contra Bielorrusia, que llevan semanas preparándose, pero sin acuerdo final.