Una nueva variante de coronavirus que cree haber descubierto un grupo de médicos el mes pasado en un hospital del sur de Francia generó temor en las redes sociales y, en reacción, un llamado a la tranquilidad de parte de especialistas que remarcan la falta de aprobación del descubrimiento por parte de entidades internacionales.
Se trata de una cepa que provisionalmente fue denominada B.1.640.2 o “variante IHU”. La misma fue detectada a pocos kilómetros de Marsella, en Forcalquier, en el hospital del controvertido médico Didier Raoult, conocido durante la pandemia por defender el consumo de cloroquina. El caso cero correspondió a un paciente que regresaba de Camerún, país de África Central.
Según informó el medio EuroNews, habría doce personas positivas de aquella variante y registradas en la nómina del centro de salud. Además, la cepa incluiría 46 mutaciones del virus.
Mientras las investigaciones preliminares fueron enviadas a la red de intercambio científico GISAID, en las redes sociales crece el estado de alarma entre los usuarios por el descubrimiento de la nueva variante, mientras que los médicos intentan frenar la ola de desinformación, dado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva casi 30 días sin pronunciarse respecto de la noticia.
Los especialistas en infecciones advierten que todavía es demasiado pronto para saber si la inmunización de IHU será compatible con las vacunas del mercado o cuál es su tasa de contagio.
El australiano Ziad Bazyouny fue uno de los especialistas que salió a poner paños fríos a través de su cuenta de Twitter. “Antes de que los niveles de ansiedad aumenten, la nueva variante francesa informada por los medios hace horas es B.1.640.2 y no es nueva. En realidad, se informó a mediados de noviembre. Es un sublinaje de B.1.640 y ni siquiera podría competir con delta. Así que por favor, que haya calma. Yo no lo veo yendo muy lejos, a diferencia de ómicron”, escribió ayer.
Francois Balloux, director del instituto de genética británico UGL, se alineó con su par australiano y disparó contra otro médico, el epidemiólogo chino radicado en Estados Unidos Eric Feigl-Ding, quien suele sumar temperatura a los debates sobre las variantes emergentes.
“En caso de que alguien haya encontrado tuits del Dr. Eric Ding u otros ‘traficantes del miedo de variantes’ que, posiblemente decepcionados por ómicron, están anunciando la nueva variante del infierno (B.1.640.2), relájense por ahora...” tuiteó el especialista de Reino Unido.
En otro mensaje en el que Balloux afirmó que el aumento de casos del sur de Francia no tiene que ver con esta supuesta variante, un usuario le respondió: “¿Soy una mala persona si ya no me importan las variantes?”. Ante la pregunta, el médico volvió a desestimar la ola de alarma.
“Eso definitivamente no te convierte en una mala persona, para mí. En un futuro cercano, espero que esencialmente a nadie le importen las variantes virales, excepto a aquellos que hacen esto para ganarse la vida”, respondió.
La aparición de B.1.640.2 había sido anunciada por el instituto de infectología IHU Méditerranée -de Raoult- el jueves 9 de diciembre de 2021. Desde entonces, el centro de salud no emitió ningún otro comunicado respecto de la cepa.