El agua no detiene su paso en el sur de Brasil. En las últimas horas la capital del estado Río Grande do Sul, Porto Alegre, se inundó.
La región fue duramente golpeada por una seguidilla de fuertes tormentas. Creció uno de los principales ríos e inundó localidades.
El agua no detiene su paso en el sur de Brasil. En las últimas horas la capital del estado Río Grande do Sul, Porto Alegre, se inundó.
Medios locales ya hablan de uno de los fenómenos más importantes de los últimos tiempos y destacan la cantidad de lluvia caída en las últimas jornadas.
Servicios suspendidos, transporte público cerrado y el miedo que siga creciendo el río Guaiba que bordea a una de las ciudades más grandes del sur brasileño.
La última cifra oficial de fallecidos ascendía a 37 y 74 permanecían desaparecidas.
La Defensa Civil emitió una serie de advertencias sobre la inminencia de “inundaciones extremas” entre este viernes y sábado en ciudades ubicadas alrededor del río Guaíba, incluida la capital Porto Alegre.
La entidad recomendó expresamente evitar que esta región “presenta una inundación histórica con niveles crecientes que podrían superar los 5 metros en las próximas horas, con posibilidad de superar este valor en un escenario más crítico”.
Defensa Civil recomienda a las personas buscar refugio y no cruzar las inundaciones a pie o en coche. Otro río que atraviesa la región, el Gravataí, también se enfrenta a un "nivel creciente", lo que provocó que se emitiera una "alerta de inundación".
Lo mismo ocurre en el “río dos Sinos, que nace en Taquara”. Defensa Civil también emitió una alerta de gran elevación para la Laguna dos Patos, la más grande de Sudamérica. Otras regiones del estado, como las atravesadas por los ríos Jacuí, Caí y Taquari, por ejemplo, también están bajo “alerta extrema”.
Responsable de devolver el agua de lluvia al río Guaíba, en Porto Alegre, una de las casas de bombas se rompió este viernes por la mañana y la inundación invadió las calles del Centro Histórico de la capital de Rio Grande do Sul.
La inundación tomó la Avenida Mauá. La estación de autobuses de la ciudad también amaneció bajo el agua. La zona de llegadas y salidas de la estación era inaccesible.
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