Ucrania acusó a dos soldados rusos de agredir sexualmente a una niña de cuatro años y violar en grupo a su madre a punta de pistola frente a su padre, como parte de las denuncias generalizadas de abuso durante más de un año.
Los hechos se dieron en Brovary en marzo de 2022. Entre las víctimas se encuentran algunas menores de edad.
Ucrania acusó a dos soldados rusos de agredir sexualmente a una niña de cuatro años y violar en grupo a su madre a punta de pistola frente a su padre, como parte de las denuncias generalizadas de abuso durante más de un año.
Según los archivos de la fiscalía ucraniana, los incidentes se encuentran entre una ola de delitos sexuales que soldados rusos de la 15.a Brigada Separada de Fusileros Motorizados cometieron en cuatro casas del distrito de Brovary, cerca de la capital, Kiev, en marzo de 2022.
El Ministerio de Defensa de Rusia no respondió a una solicitud de comentarios y funcionarios consultados hablaron de información clasificada.
Durante el intento fallido de Moscú de capturar Kiev después de su invasión del 24 de febrero, los soldados ingresaron a Brovary, saqueando y usando la violencia sexual como una táctica deliberada para aterrorizar a la población, dijeron los fiscales ucranianos.
"Señalaron a las mujeres de antemano, coordinaron sus acciones y sus roles", dijeron los fiscales, cuyos documentos de 2022 se basaron en entrevistas con testigos y sobrevivientes.
La mayoría de las supuestas atrocidades ocurrieron el 13 de marzo, cuando soldados "en estado de embriaguez alcohólica, irrumpieron en el patio de la casa donde vivía una familia joven", alegaron los fiscales.
El padre fue golpeado con una olla de metal y luego obligado a arrodillarse mientras su esposa era violada en grupo. Además, su hija de cuatro años también fue abusada, según la acusación. La familia sobrevivió, aunque los fiscales dijeron que están investigando delitos adicionales en el área, incluidos asesinatos durante el mismo período.
Ambos soldados eran francotiradores, de 32 y 28 años, según los archivos, y se agrega que el primero había muerto mientras que el más joven, llamado Yevgeniy Chernoknizhniy, regresaba a Rusia.
Los dos francotiradores estaban entre los seis sospechosos acusados en los ataques de Brovary, que según los fiscales es una de las investigaciones más extensas de abuso sexual desde la invasión.
Tras el presunto ataque a la niña y sus padres, los dos militares ingresaron a la casa de una pareja de ancianos al lado, donde los golpearon, sumó la fiscalía, violando también a una mujer embarazada de 41 años y a una niña de 17 años.
En otro lugar donde vivían varias familias, los soldados obligaron a todos a ir a la cocina y violaron en grupo a una niña de 15 años y a su madre, añadieron.
Todas las víctimas sobrevivieron, acotaron los fiscales, y estaban recibiendo asistencia psicológica y médica.