El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) emitió este martes dos fuertes fallos en contra de los gigantes tecnológicos Apple y Google.
El Tribunal de Justicia de la UE falló en base a subvenciones ilegales y abusos de posición dominante.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) emitió este martes dos fuertes fallos en contra de los gigantes tecnológicos Apple y Google.
Cada uno de ellos recibió una correspondiente multa en sus respectivos casos por diversos delitos que denunció la Comisión Europea.
El caso de Apple es el más significativo al tratarse de una multa de 13.000 millones de dólares debido a la baja tasa de impuestos que abonó en Irlanda.
Desde Bruselas argumentan que los tipos del impuesto de sociedades tan bajos (del 0,005%) pagados por el gigante tecnológico representaban una ayuda ilegal. Si bien, se dio en el marco de otra regulación, se brindó una situación privilegiada.
"Irlanda concedió a Apple una ayuda ilegal que Irlanda está obligada a recuperar", declaró el Tribunal de Justicia en un comunicado, dictando una "sentencia definitiva" en la materia.
Se trata de una de las últimas jugadas de Margrethe Vestager, comisario europeo de Competencia saliente, que ha protagonizado una serie de polémicas sanciones contra gigantes tecnológicos y que se ganó la molestia de mandatarios estadounidenses como Donald Trump.
"Siempre pagamos todos los impuestos que debemos allí donde operamos y nunca ha habido un trato especial", dijo un portavoz de Apple, añadiendo que es uno de los mayores contribuyentes del mundo.
"La Comisión Europea está intentando cambiar retroactivamente las reglas e ignorar que, como exige la legislación fiscal internacional, nuestros ingresos ya estaban sujetos a impuestos en Estados Unidos", añadió la empresa, que argumenta que ya ha pagado 20.000 millones de dólares (18.000 millones de euros) en impuestos estadounidenses por los mismos beneficios.
La situación de Google resulta menos impactante al tratarse de una suma de 2.424 millones de dólares, pero se mantiene en el mismo rango de relevancia.
Se trata de una multa impuesta por la Comisión Europea a Google en 2017 por abuso de posición dominante a través de su motor de comparación de productos Google Shopping.
Los jueces europeos consideran que "el Tribunal General dictaminó correctamente que, en este caso, habida cuenta de las características del mercado y de las circunstancias específicas del asunto, el comportamiento de Google era discriminatorio y no correspondía a la competencia basada en los méritos".
En concreto, Google presentaba los resultados de búsqueda de su servicio de comparación de productos en la parte superior y los destacaba con una información atractiva de imagen y texto, mientras que los productos de la competencia solo aparecían en una posición inferior en forma de un enlace azul.