Sonny Bill Williams es uno de los integrantes del plantel de los All Blacks que el pasado sábado se consagró campeón mundial de rugby. El centro neocelandés festejaba el logro junto al resto de sus compañeros realizando la tradicional vuelta olímpica en el estadio de Twickenham, la “Catedral del Rugby”, en Londres, luego de vencer en la final a Australia por 34 a 17, cuando un chico de 14 años, Charlie Lines, saltó de la tribuna a la cancha, evadió a la seguridad, y llegó hasta donde estaban los jugadores. Inmediatamente uno de los hombres que conformaba el cordón de seguridad fue tras el chico, al que agarró con intenciones de alejarlo de los mejores jugadores de rugby del mundo, pero con suma tranquilidad Sonny Bill Williams (que además es campeón de boxeo en su país) y su compañero de equipo Nehe Milner-Skudder (que fue elegido como Jugador Revelación del Año), le pidieron calma al sujeto que pretendía arrastrar al adolescente de vuelta a las gradas, y fue el propio Williams el que lo acompañó hacia donde estaba su familia. Pero eso no fue todo: el neocelandés se quitó la medalla de oro que acababa de recibir como recuerdo de este nuevo título mundial y se la regaló a Charlie.