El juez federal de San Martín Juan Manuel Yalj aseguró esta mañana que dos de los cuatro frenos de la locomotora del tren de la empresa Ferrobaires que chocó a otro convoy en San Miguel y provocó al menos cuatro muertes, "estaban anulados", uno con clavos y el otro con un candado.
Yalj dijo además que caratuló la causa como "homicidio culposo" y que mañana indagará al maquinista y a su acompañante, porque todavía "se está trabajando" en la recolección de pruebas.
En declaraciones a radio Continental y C5N, el magistrado dijo que la locomotora que embistió a la formación de la línea San Martín viajaba a unos "50 kilómetros por hora", y que ‘a primera vista, las señales funcionaban correctamente" y que "no nos explicamos todavía qué pasó", ya que "pudo haber sido un error humano o un error del material".
Yalj precisó que "estuvimos viendo la cabina del tren. Hay cuatro sistemas de freno y lamentablemente encontramos que dos de los sistemas estaban directamente anulados".
"Hay un freno para la locomotora, otro para evitar que los vagones se le vengan encima a la locomotora, un freno que se llama "hombre muerto", que es un pedal que el maquinista debe ir continuamente pisando. Si el maquinista se desmaya, levanta el pie y automáticamente funciona este freno y se detiene la formación. Ese freno, está probado, se ve visualmente, está clavado con clavos al piso", precisó.
Yalj agregó que "hay un cuarto freno, que tiene el acompañante del maquinista, que lo manotea y puede frenar la formación (en caso de emergencia). Ese cuarto freno estaba con candado".
"A primera vista, después viene una etapa de hacer la prueba finita, las señales funcionaban correctamente. Había tres señales, una en amarillo y dos en rojo, que a primera vista parecería que el maquinista pasó directamente, cuando se tenía que haber detenido en la primera señal en amarillo".
Respecto de la velocidad a la que viajaba la formación de Ferrobaires, el magistrado aseveró que "hay una pericia que se va a hacer que es mucho más compleja, de desplazamiento de metales, pero la primera información que nos dieron, la primera persona que sube a la máquina después del accidente, un perito del ferrocarril San Martín, dice que el acelerador tiene los números de la velocidad y que estaba en 50 kilómetros por hora".
El juez indicó, por otra parte, que "nadie puso en duda el funcionamiento de las señales" y que "había visibilidad perfecta. No nos explicamos todavía qué pasó. Pudo haber sido un error humano o un error del material".
Fuente: DyN