Sábado 16.1.2021
/Última actualización 16:02
Los datos indignan y preocupan. En todo el país los casos de muertes violentas contra las mujeres ceden muy poco pero, en provincias como Jujuy, crecen sin que la administración de Gerardo Morales enseñe alguna reacción o política pública contundente para detener la violencia. Al contrario, sus funcionarios, le echaron la culpa a la cuarentena por el coronavirus.
Las estadísticas frías, sin alma, sólo ponen un número a cada tragedia que se esconde detrás de cada planilla judicial donde se investigan los casos por crímenes contra las mujeres. La provincia del norte argentino anotó una tasa de femicidios de 2,8 por cada 100.000 mujeres. Con estos números, la provincia de Jujuy está a punto de triplicar la media nacional, que alcanza el 1,1 cada cien mil, según el informe anual de la ONG Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá).
Se trata de un informe que se realiza con datos y denuncias aportados, in situ y relevando y chequeando las denuncias que se publican en los medios periodísticos. En el año de la pandemia que acaba de terminar, en la Argentina, se produjeron 329 muertes violentas de mujeres, personas trans y travestis.
De ellas, 270 fueron caratuladas como femicidios, por lo que hablamos de un femicidio cada 32 horas en el país durante 2020.
El nuevo año no comenzó de la mejor manera, en la primera quincena de enero ya se registraron seis muertes violentas de mujeres. La provincia de Jujuy se halla primera en las estadísticas del año pasado, seguida por las provincias de Tucumán, con una incidencia de 2,1 cada 100 mil mujeres y Salta, con 1,8.
“Las mujeres tenemos más chances de morir por hombres que por COVID-19 en esta provincia”. Ese fue uno de los cientos de carteles que se exhibieron en una multitudinaria marcha a fines del mes de septiembre, luego de conocerse dos casos, que indignaron a la gente de bien de la provincia.
El lema de la convocatoria en reclamo de justicia por Gabriela Cruz de 24 años e Iara Rueda de 16 años, que fue hallada semienterrada en un descampado de Palpalá, fue el repudio a “la ausencia del Estado provincial” en esta crisis.
En octubre, el gobernador de Juntos por el Cambio Gerardo Morales, debió reconocer “estamos en un punto muy complicado que merece un abordaje muy serio” y anunció la creación de nuevos juzgados para atender la problemática de la violencia de género.