Continúa la polémica en escuelas bonaerenses sobre los libros de Educación Sexual Integral distribuidos en bibliotecas escolares de esa provincia.
La presidenta de la Fundación que denunció al ministro de Educación de Buenos Aires por publicaciones literarias que hablan de sexualidad, sugirió que no se dicte Literatura en los colegios, porque "los libros para educar son de Biología y Matemáticas".
Continúa la polémica en escuelas bonaerenses sobre los libros de Educación Sexual Integral distribuidos en bibliotecas escolares de esa provincia.
La Fundación Natalio Morelli denunció penalmente al director general de Cultura y Educación de Buenos Aires, Alberto Sileoni, por la colección Identidades Bonaerenses, que contiene títulos como "Las aventuras de la China Iron", de Gabriela Cabezón Cámara; "Memorias de la violencia", de Sol Fantín; y "Cometierra", de Dolores Reyes, el más criticado de esta serie.
La titular de la Fundación, Bárbara Morelli, dio una entrevista para explicar su posición en contra de las publicaciones de ese programa por "contenido sexual explícito y temáticas consideradas inapropiadas para estudiantes de entre 12 y 15 años".
Como fundamento a la crítica sobre la política implementada por la cartera educativa bonaerense, Morelli sostuvo que “la escuela debe ser un espacio protegido para los chicos, un lugar donde los padres puedan estar tranquilos de que sus hijos no serán expuestos a ciertos temas antes de tiempo”.
En la entrevista en Radio Con Vos, Morelli denunció que "los libros no se usan para educar" y dijo que desde la fundación quieren que se retiren de las bibliotecas porque no son apropiados para la "edad cognitiva de los chicos que no están preparados para entender estos textos".
Ante la repregunta del periodista Diego Iglesias sobre la función de la ficción en la educación, Morelli dijo que no tiene valor en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje. "La literatura no educa", sostuvo y agregó que "los chicos tienen que leer los libros que se usan para educar: matemática, biología". "Si quieren leer ficción, que lean en su casa", remató.
Desde la cartera que conduce Alberto Sileoni informaron que "los textos no están dirigidos directamente a estudiantes, sino a las bibliotecas de las instituciones de los niveles Secundario y Superior, Adultos, Escuelas Técnicas, como así también a Bibliotecas Populares y Municipales, como herramientas pedagógicas y culturales para docentes y bibliotecarios".
Asimismo, indicaron que "algunos de ellos son para trabajar con los tres primeros años de la escuela secundaria (12 a 15 años), otros destinados al ciclo orientado (jóvenes de entre 16 y 19 años) y otros diferentes para el Nivel Superior, con estudiantes mayores de edad".
La colección cuenta con 122 títulos de ficción y no ficción de prestigiosos escritoras y escritores, en su mayoría argentinas y argentinos o bonaerenses, comenzó a distribuirse en septiembre de 2023. Cabe destacar que en el ojo de la tormenta mediática solo quedaron unos cinco títulos.
Por su parte, Sileoni ya se había pronunciado sobre la polémica en distintos medios. En una entrevista con Eduardo Feinmann en la que sostuvo que las publicaciones "son literatura, no pornografía" y explicó que los libros no están destinados a los estudiantes sino a las bibliotecas escolares como fuente de insumo para docentes y bibliotecarios.
"Es literatura, es arte, que propone una mirada desde otro lugar, y permite hablar de cosas de otra manera, hablar en la escuela de escenas difíciles que viven los adolescentes”, argumentó el funcionario.
"Hay chicos que no pueden hablar estas cosas -como la homosexualidad, que es la principal crítica que recibe una escena del libro Cometierra- en sus casas, aún con familias presentes. Entonces nosotros creemos que la escuela es un buen lugar para escuchar a los jóvenes que a veces los escuchan poco", dijo Sileoni.
Más adelante, Feinmann inquirió: “¿No sería mejor que esto no esté en las bibliotecas de los colegios de la provincia de Buenos Aires? ¿Y dejar esto a los padres?”.
A lo cual Sileoni respondió: “Los padres a veces están y a veces no están. Entonces no es contra los padres, es a favor de las adolescencias, no es en contra de la familia. Mire, en los Estados Unidos y en otros lugares de Europa, pero Estados Unidos, varios estados de Estados Unidos están prohibiendo a Isabel Allende y a Gabriel García Márquez. ¿Vamos en ese camino?".
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