El titular de Trenes Argentinos sostuvo que hay que separar al sector de las cuestiones políticas
Gentileza
20:34
Tras disertar en la reunión del Rotary Club Internacional, Orfila dijo a Télam que "es necesario trazar un plan a largo plazo, despegado de las cuestiones políticas. Una política de Estado con los trenes, con inversiones, con mantenimiento, con continuidad, porque cuando nos detenemos a pensar qué hacemos con los trenes, por cada año que perdemos analizando nos cuesta tres recuperarlo".
"Los trenes deben seguir funcionando, y mejorando, tenemos que recuperar un servicio que fue fundamental para la conectividad de los pueblos, para las economías regionales, pero para eso es imprescindible que se trabaje seriamente y con visión de futuro. Nosotros, en esta gestión, hemos avanzado y mucho, pero queda mucho por hacer y espero que quienes se hagan cargo en el futuro sigan trabajando en función de ese objetivo", puntualizó.
Explicó que "en estos cuatro años los pasajeros que utilizan los trenes, por día hábil, crecieron entre 55 y 60%: en 2015 circulaban 1.480 trenes por día hábil y hoy circulan 2.100 cada día, lo que representa un crecimiento del 35%; intervenimos más de 1.800 kilómetros de vía, entre mantenimiento y reparación; cambiamos todo el sistema eléctrico del Sarmiento; electrificamos el tren a La Plata, con una nueva subestación que, además, le resolvió el problema de la luz a la gente de Quilmes".
"Pusimos -continuó- barreras automáticas; hicimos dos viaductos, el del Mitre y el del San Martín, y está en marcha el del Belgrano Sur; en el 2015 llegábamos a 28 ciudades en todo el país, hoy llegamos a 78, por lo que llevamos el tren a 50 ciudades más, todo en un transporte seguro, con trenes de primera calidad, con aire acondicionado, modernos; mejoramos la puntualidad, estamos casi en un 90%; y bajamos el delito al 60%".
Insistió en que "hay que armar un plan federal de inversiones, porque los privados que hoy tienen la concesión de las vías no han invertido como tenía que ser. Yo corro -con trenes que pueden ir a 130 kilómetros- a 60 o 70, porque la infraestructura no da para otra cosa. Los concesionarios fijan la velocidad, me dan la autorización de vías y las precauciones y se da en algunos casos el absurdo que le fijan una velocidad inferior a nuestros trenes de pasajeros que a los de cargas de ellos".
"Las vías -dijo- deben estar en manos del Estado, que se debe encargar de mantenerlas, repararlas y cambiarlas llegado el caso, y cobrarles a los privados, sean carga o pasajero, un canon. De esa manera el control está en manos del Estado y es el que regula el funcionamiento del servicio, como sucede en todas partes del mundo".
Agregó, finalmente, que "hoy podríamos estar corriendo a Mar del Plata en 3,30 horas cuando lo hacemos en 5,30; a Tucumán podríamos ir en 15 cuando hoy lo estamos haciendo en 22, lo mismo a Bahía Blanca o Córdoba o Rosario, que demoramos cinco horas cuando lo podríamos hacer en tres porque las vías están nuevas".