Déjà Vu: cuando el presente parece un eco del pasado
Diferentes perspectivas filosóficas y psicológicas han tratado de explicar este fenómeno mental y comprender por qué emerge, aunque hasta el momento ninguna ha logrado concluir de manera definitiva. En esta nota, las hipótesis más destacadas.
Déjà Vu: cuando el presente parece un eco del pasado
El fenómeno psicológico del déjà vu consiste en la sensación de haber experimentado previamente una situación nueva, aunque en realidad nunca haya ocurrido. Hay diversas teorías científicas y filosóficas que buscan explicar sus causas psicológicas, aunque ninguna de ellas es concluyente. En 1876, el filósofo francés Emile Boirac fue uno de los primeros en explorar este curioso fenómeno y en acuñar su nombre.
En ocasiones, se tiende a confundir el déjà vu con ciertos fenómenos precognitivos, donde se cree anticipar eventos futuros y, en última instancia, se acierta. Sin embargo, una diferencia fundamental radica en que el déjà vu se experimenta durante un evento, no antes. En contraste, las experiencias precognitivas, en caso de ser reales, revelan acontecimientos futuros, no recuerdos pasados. Se estima que el déjà vu ocurre de manera esporádica en un rango del 60% al 80% de las personas. Esta vivencia, que suele ser breve y espontánea, se presenta de manera aleatoria sin previo aviso. La mayoría de los especialistas sostienen que este fenómeno se basa en la memoria, señalando que son los centros de memoria en el cerebro los que lo desencadenan.
Indudablemente, estas concepciones paracientíficas mantienen el interés activo entre los investigadores y psicólogos, al tiempo que se busca dar significado a estas experiencias. Algunos consideran el déjà vu como simples trucos de la mente, consecuencia común de las limitaciones de la memoria. Sin embargo, otros exploran la posibilidad de una explicación más profunda o algún matiz espiritual.
No obstante, carecemos de pruebas científicas que respalden esta noción, relegando las posibles interpretaciones místicas del déjà vu al ámbito de la ficción. Desde una perspectiva clínica, a pesar de que el déjà vu no indica problemas graves, como trastornos mentales, existen ciertos factores relacionados con su aparición, como la fatiga o el estrés. Se argumenta que esto se debe a que la fatiga puede impactar tanto la memoria a corto como a largo plazo.
Gaston Bachelard, un pensador del siglo XIX que se dedicó al estudio de la psicología de la imaginación, postuló que los déjà vu reflejan cómo nuestras mentes generan un sentido de continuidad ante nuevas experiencias, recurriendo a recuerdos pasados para comprender el presente.
Variadas son las teorías ligadas a las neurociencias que buscan elucidar este fenómeno. Una de las destacables es la formulada por Alan Brown, psicólogo de la Universidad Southern Methodist y autor del libro "The Déjà vu Experience," así como de un artículo publicado en Pub Med en 2003, en el que desglosa su perspectiva. Esta clasificación de explicaciones científicas respecto al déjà vu es delineada de la siguiente manera:
En la vertiente neurológica, el déjà vu podría surgir a raíz de una breve disrupción o interrupción en un circuito de la corteza temporal, implicado en la experiencia de recordar vivencias pasadas.
Doble procesamiento
La noción primordial de esta posible explicación radica en afirmar que el déjà vu resulta de dos procesos cognitivos paralelos y sincronizados que, momentáneamente, se desarmonizan. Tal desarmonización podría ser consecuencia de la inactividad de un proceso mientras el otro está activo, o bien porque el cerebro registra y recuerda información simultáneamente, es decir, une dos vías relacionadas que por lo general se mantienen separadas. Al observar una imagen mientras simultáneamente la recordamos, se origina una sensación de haber vivido previamente dicha situación.
En la vertiente neurológica, el déjà vu podría surgir a raíz de una breve disrupción o interrupción en un circuito de la corteza temporal, implicado en la experiencia de recordar vivencias pasadas. Esta disrupción engendra un "falso recuerdo" de la situación. Esta teoría halla respaldo en el estudio de pacientes con epilepsia en la corteza temporal, quienes a menudo experimentan déjà vu justo antes de padecer ataques. Mediante la medición de descargas neuronales en los cerebros de estos pacientes, los científicos han identificado las regiones cerebrales donde surgen las señales del déjà vu y cómo estimular estas mismas regiones puede generar tal sensación.
Menésica
La perspectiva mnésica define el déjà vu como una experiencia engendrada por similitudes y superposiciones entre vivencias pasadas y presentes. Anne M. Cleary, psicóloga de la Universidad Estatal de Colorado, estudiosa de las bases neurales del déjà vu, sostiene en un trabajo publicado en línea en 2018, que este fenómeno es un mecanismo metacognitivo habitual que emerge cuando una experiencia pasada guarda semejanza con la presente, llevándonos a creer que ya la hemos vivido. Mediante diversos estudios e investigaciones, ha demostrado que la mente almacena fragmentos de información, en lugar de guardarla en su totalidad, de modo que cuando percibimos, por ejemplo, una calle similar a otra o con elementos análogos, puede surgir esta sensación.
Doble percepción
La teoría de doble percepción o atención propone que el fenómeno emerge debido a una distracción momentánea del cerebro justo después de captar parte de la escena (recuerdo implícito). Cuando esta atención es recuperada en fracciones de segundo y logra una captura completa, atribuimos a esa escena una intensa sensación de familiaridad sin ser conscientes de su origen, generando un sentido de "falso recuerdo" ya que había sido registrada de manera implícita e inconsciente.
Otras teorías
En ocasiones, el déjà vu ha sido asociado con afecciones como la epilepsia, como se mencionó previamente, la esquizofrenia y el Alzheimer. A medida que las personas envejecen o los procesos degenerativos, como el Alzheimer, avanzan, la formación de recuerdos únicos para lugares o experiencias similares se torna más difícil. Esto puede dar lugar a la confusión del déjà vu que afecta a numerosos adultos mayores y a sus cuidadores. Así, el déjà vu o paramnesia se convierte en un problema de memoria que surge en el cerebro, y a lo largo de los años, este error se produce con mayor frecuencia. Por lo tanto, es común en personas con la enfermedad de Alzheimer.
El físico teórico estadounidense Michio Kaku, reconocido experto en la teoría de cuerdas, también expresó su opinión sobre el déjà vu. Según él, esta sensación podría en realidad ser la remembranza de experiencias vividas en dimensiones alternas. Su hipótesis plantea que el cerebro podría tener la capacidad de deambular entre diversos universos paralelos, desencadenando así este fenómeno.
Kaku ilustra su idea con una analogía tomada de la radio, como propuso Steve Weinberg, el físico estadounidense laureado con el Nobel en 1979. Siguiendo esta analogía, dado que todas las frecuencias vibran simultáneamente en todos los lugares, sería necesario sintonizar aquella vibración única (posiblemente buscada por monjes zen) que nos permita ser uno con todas las demás cosas, ser en realidad todas las cosas, trascendiendo la individualidad para convertirnos en la totalidad.