En la previa de las elecciones generales que se desarrollarán en Argentina este domingo 22 de octubre, surgen tres claves a la hora de analizar los posibles escenarios.
Factores que pueden favorecer o perjudicar a los candidatos que pugnan por suceder a Alberto Fernández.
En la previa de las elecciones generales que se desarrollarán en Argentina este domingo 22 de octubre, surgen tres claves a la hora de analizar los posibles escenarios.
En las PASO de agosto los resultados mostraron tres tercios con posibilidades de conseguir la ansiada victoria. Javier Milei obtuvo 7.352.244 votos, lo que significó 29.86 %. Sergio Massa obtuvo (5.277.538) más votos que Patricia Bullrich (4.139.566) pero al sumar los sufragios obtenidos por Rodríguez Larreta, Juntos por el Cambios (2.756.375) quedó en segundo lugar con 6.895.941.
Las Primarias y comicios anteriores sirven de base para analizar cuáles podrían ser las claves que puedan llegar a inclinar la elección para alguno de los sectores que disputan la presidencia.
El primer punto clave que podría influir en el resultado final es el porcentaje de participación. En las PASO llegó a 24.935.583 electores, lo que se tradujo en un 70,43 % de los habilitados totales para votar. Al comparar esos números con los que se registraron en las generales de 2019 (27.525.103 sufragios, 81.31 %), cabe el lugar para inferir que la cantidad de votantes se incrementará este domingo 22.
¿Para qué lado se decidirán? Pareciera ser la pregunta del millón (o millones). Lo cierto es que un importante caudal de votos se sumarán a esos casi 25 millones que se dieron en las PASO de agosto y que, de alguna manera u otra, servirán para que cada sector aumente su caudal electoral.
El segundo factor que puede definir la elección es el número de votantes que emitieron su sufragio en blanco. De acuerdo a lo informado por la Cámara Nacional Electoral, en las PASO de agosto, 1.356.480 argentinos no pusieron nada en el sobre.
Ese guarismos representa el 5,44% del padrón electoral total. Como se vio más arriba, cinco puntos porcentuales en una elección tan reñida, pueden ser definitorios.
Al mismo tiempo, analizando los comicios del 2019 en relación al voto en blanco los números muestran que entre PASO y generales hubo una disminución de esta categoría. El electorado finalmente parece apostar por un candidato en la elección general.
En las PASO 2019, los “blancos” fueron 882.659 (3,41%), mientras que dos meses después, disminuyeron a 434.379 (1,58%); es decir se redujo a casi la mitad. ¿Ocurrirá lo mismo en estos comicios? Es otra pregunta que vale millones (de votos).
Los adolescentes de 16 y 17 años son el tercer factor clave que puede determinar el crecimiento de un candidato por sobre otro.
De acuerdo a datos de la CNE, se trata de un total de 1.168.033 jóvenes de entre 16 y 17 años, que representa el 3,3% de los electores del padrón. Además, en la franja etaria de entre 18 y 29 años pueden emitir su voto un total de 8.337.914 ciudadanos, que significan el 24,29% del electorado.
La conquista de este sector de la sociedad ha sido uno de los grandes desafíos para los candidatos. Las redes sociales, son el campo de batalla para que estos millones de jóvenes puedan conocer, de alguna manera u otra, a los postulantes.
X (ex Twitter) y Tik Tok parecieron ser las plataformas preferidas por los candidatos que buscaron seducir a los votantes jóvenes. Spots, mensajes, videos y los infaltables memes fueron los elementos elegidos para compartir en cuentas oficiales y otras paralelas, creadas exclusivamente para tal fin.
En síntesis, los “blancos”, los jóvenes y los ausentes en las PASO se convirtieron en tres factores claves que podrían inclinar la balanza para un sector u otro. Podrían ser la pieza que les faltó a cada candidato para imponerse en una elección de tercios. La posibilidad de balotaje está latente y sólo se confirmará el domingo por la noche, no antes.