Sergio Massa dijo: "Seré el principal socio de Pullaro para luchar contra la inseguridad". El ministro de Economía de la Nación y candidato a presidente estuvo el pasado martes en Santa Fe, donde se reunió con empresarios tanto en Rafaela como en Sauce Viejo, en el marco de la campaña que culmina el domingo 19 con el balotaje. En diálogo con El Litoral se diferenció de Javier Milei, a la par que expuso los principales ejes de su propuesta. "La calle tiene que ser de los laburantes, no de los delincuentes", aseguró.
Lo anterior es el título y la "bajada", o resumen, antes del desarrollo de la nota (reportaje) al ministro candidato: Sergio Tomás Massa. Ese mismo día, otros medios estaban afligidos por el desarrollo edilicio de una calle peatonal o, esto es serio y grave, una balacera que terminó con una joven mujer muerta y su hija como huérfana, en mitad del desamparo policial y de la justicia.
Por esa fecha, Pablo Lautaro Javkin, actual intendente de Rosario, según todas las informaciones concurrentes, no estaba en Rosario, ni siquiera en Argentina. Antes había expresado su neutralidad. En esos días (uno y la repercusión posterior) nada se leyó sobre Milei y sus promesas de campaña para con la provincia y/o la ciudad de Rosario. La presidencia será de uno u otro, Massa o Milei. Ya está dicho varias veces, simple pluralidad de sufragios.
A Jean Paul Sartre, posiblemente una de las figuras europeas más influyentes sobre el pensamiento en línea con lo social y el análisis marxista de la sociedad, le entregaban un premio por su libro "La Náusea", una obra de imprescindible lectura para entender Francia, con su "iluminismo tardío" ejerciendo influencia en el pensamiento occidental y el trabajo especular en los pensadores argentinos.
Al recibir el premio, Sartre comentó: "Este premio no vale nada si hay todavía un niño que se muera de hambre". Palabras más, palabras menos, Sartre apostaba a que la lectura y la denuncia conmoviesen. Queda firme y claro que no aceptaba la neutralidad, ni siquiera ante el galardón que podía apartarlo de aquello que pensaba.
"(…) Conceptualmente, la neutralidad se entiende como la situación político-jurídica de una nación que decide no tomar parte en una guerra promovida por otras y que se acoge al sistema de derechos y obligaciones inherentes a tal actitud". "(…) En derecho público internacional la neutralidad, en el derecho internacional, es la no participación en una guerra por parte de un país. Las relaciones entre países neutrales y beligerantes están reglamentadas por diversas normas internacionales". "(…) La neutralidad implica no opinar, lo que a su vez exige no pensar porque, como bien advierte Emilio Lledó, la libertad de pensamiento es anterior a la libertad de expresión".
"(…) La responsabilidad de un gobierno es tener ideas sobre los debates públicos, darlas a conocer a la ciudadanía y permitir que ésta las juzgue en una urna. Lo contrario sería incurrir en una dejación de funciones. Ni siquiera a los jueces se les exige neutralidad. En un litigio, las dos partes tienen derecho a ser tratadas con absoluta igualdad pero el juez no puede ser neutral porque su responsabilidad es, precisamente, interpretar la ley bajo unos presupuestos que hacen posible todo juicio y, como afirmaba (Hans Georg) Gadamer, no hay mayor prejuicio que la pretensión de ser neutral".
Lo anterior en cursiva –posterior al comentario de Sartre- forma parte de una colección de recortes de Wikipedia sobre la neutralidad. Estas elecciones, el balotaje, han traído al país una reconcentrada discusión sobre voto positivo, voto negativo, voto anulado, voto en blanco, ausencia o abstención. Pueden aparecer más variantes, pero el eje se reduce a la discusión sobre la neutralidad. En dicho contexto, Javkin ha dicho que es neutral.
En una nota del 30 de octubre del diario La Capital de Rosario puede leerse: "El intendente Pablo Javkin se definirá por la 'neutralidad' en el balotaje que sostendrán Sergio Massa y Javier Milei el próximo 19 de noviembre (…)". Para creer en la neutralidad habría que aceptar que las cosas no tienen movimiento y pueden, cual fotografía, congelarse. La experiencia atiende a la movilidad. En los hechos sociales es evidente. Conviene recurrir a la poesía: "Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos" (Pablo Neruda).
Aparece visible un recurso de los ejecutivos rosarinos para con la nación y la provincia mientras no eran de su más estrecho círculo; después tan solo con la nación, cuando crecieron y fueron gobierno provincial. La victimización. Ya hubo declaraciones sobre el tema narcotráfico, violencia urbana y exceso de muertos en estadísticas mensuales. Rosario es víctima de la violencia.
Lamentarse aparenta ser el más fuerte argumento de defensa. Es cruel, pero también nocivo. "El 27 de abril de 2022, cuando llegó la policía a Vía Honda, los vecinos dudaron si celebrar o lamentar que detuvieran a Cantero. Porque el fundador de Los Monos era -y es– capaz de mandar a torturar y matar, pero también asistía a más de 200 personas por día en ése barrio, uno de los más carenciados de la ciudad, velaba a su modo por su seguridad y hasta organizaba actividades recreativas para celebrar, por ejemplo, el Día del Niño".
Lo anterior es una descripción textual. Está en el párrafo 3, página 270, del libro "Rosario, la historia detrás de la mafia narco que se adueñó de la ciudad", de reciente aparición. Me consta. Estuve en cumpleaños en la biblioteca popular Pocho Leprati y un pesado silencio aparecía si se preguntaba quién pagaba la torta y los refrescos… y el mago. En el libro que cito se da una fecha precisa. Javkin, Omar Perotti, acaso Marcelo Sain… o sus estribaciones. Debo insistir en el verbo clave: adueñar; "(…) que se adueñó" se recalca en el título del libro, que no tendrá ni día ni fecha de presentación, sino que simplemente se vende.
Nadie puede acudir a la inocencia para justificar sus decisiones políticas. Todos estaban, estábamos, en grado de conciencia cívica cuando fueron sucediendo acontecimientos, uno tras de otro. Entonces hubo un desgraciado argumento, "…se están matando entre ellos", que sirvió para que algunos se sintiesen tranquilos en mitad de una situación que se agravó y se agravó. La frase la acuñó el socialismo. Ha sido catastrófica.
Cuando uno dice víctima propone un victimario. Rosario no puede victimizarse porque elige libremente a sus concejales y su intendente. En este caso Javkin está pronto a iniciar su segundo mandato. Cuando sostenía que a Rosario la habían dejado sola va de suyo que se proponía como uno de los abandonados por los otros poderes, el provincial y el nacional.
Ya se sabe quién será el gobernador, quiénes sus ministros y de qué modo se armó la cadena de mandos sobre los que habrá responsabilidades territoriales. Javkin es el primer responsable de cuanto pasa hoy y de todo lo que pase mañana en Rosario. Fue y seguirá siendo el intendente. Hacia arriba está Perotti y desde diciembre estará Maximiliano Pullaro. Ah… en la nación los Fernández: Cristina, Aníbal y el presidente, Alberto.
Milei/Massa o Massa/Milei no altera una circunstancia: el intendente deberá, desde el primer día (y el primer día, entiendo, es el 20 de noviembre) cambiar una actitud que no parece adecuada: la de víctima. Rosario no es víctima de oscuras fuerzas del mal que la encuentran indefensa. Javkin manda. Él es, por el voto popular, quien representa ejecutivamente a la ciudad. Tiene un pacto de férreas alianzas en el Concejo Municipal. La Universidad de Rosario es su aliada; la gobernación será un poder superior atento y vigilante.
Toda víctima acepta, por definición, una posición de entrega y de "me rindo", y "no puedo"… "hay fuerzas superiores a las mías". Acá no es así. Remarcar la neutralidad ante un hecho tan alto como elegir presidente de los argentinos es, en cierta forma, reservarse el derecho a ser víctima ("yo no elegí", "me mantuve neutral"). Rosario necesita ser protagonista, no tiene ningún derecho -nadie- a sentirse víctima, mucho menos si al victimizarse entrega la ciudad al mínimo destino de la impotencia.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.