Miércoles 24.11.2021
/Última actualización 16:09
Sarah Thornton plantea en su libro "Siete días en el mundo del arte" que los integrantes del mundo del arte desempeñan, por lo general, una de seis funciones definidas: artista, galerista, curador, crítico, coleccionista o subastador. Esta enumeración significa que la producción artística contemporánea es colectiva. Prueba de ello es, además, los cientos de casos que podemos ver en las diversas experiencias de los artistas emergentes y grupos de gestión autónoma. El momento de la producción es dialógico y multidisciplinario y en correlación la recepción es activa, participativa y en vez de buscar similitudes arriesga conexiones intertextuales.
Una clara y decidida prueba de ello es la muestra de Mauge (María Eugenia Suarez) "El paso de los sentidos" en Delta Espacio (Necochea 3799), inaugurada el 30 de octubre y que permanecerá abierta hasta el 10 de Diciembre.
La muestra convocó durante la tarde de la presentación a un gran número de personas que en forma entusiasta y con un alto grado de celebración fue cómplice de reencuentros, y de apoyar con presencia la recepción de la obra de Mauge elaborada y producida durante la pandemia.
Su sucedían en forma continua grupos que llegaban, otros se retiraban, varias veces se repitió la presentación (en cada caso una acción performática distinta), en el interior del Espacio, en la vereda, tomando un trago, comentando las excelencias de la obra de Mauge, en un encuentro festivo que repone una práctica social y artística necesaria para seguir delineando una posible escena local.
La muestra es la continuidad de una búsqueda que Mauge viene realizando desde hace un tiempo que se estructura a partir de la reflexión sobre el punto, la línea y el plano.
Mauge a través de cada una de las puntadas perfora el soporte y genera puntos que establecen una continuidad con la línea. Hilos y perforaciones texturan el plano y convocan al color para iluminar. Es en ese punto que la materialidad se define en sus límites precisos.
Mauge definió un procedimiento, una técnica y una poética que la aleja de lo figurativo. Su decisión de trabajar con los elementos plásticos fundantes del lenguaje visual la sumerge en el enigmático y sugerente mundo de la abstracción.
El dispositivo de exhibición también puede leerse como un site specific donde fue redefinido el espacio de la sala. En una pared la línea se reconoce en el punto y en su repetición que deja la perforación para formar la frase que da título a la Muestra. Otra pared que recupera la pintura como espacialidad. Y otra donde los trabajos individuales reponen una totalidad de puntos y puntadas, líneas y color donde la textura que propone el material utilizado reposa sobre el plano. ¿Cosmogonías? ¿Constelaciones?
Decididamente el arte es una práctica colectiva que se construye, se proyecta, se dialoga, se consensúa. En ese punto a Mauge se sumaron Delta que contextualizó la exhibición, Fernanda Aquere en una curaduría respetuosa y posibilitadora, Ponchi Insaurralde en el montaje -una puesta exacta y simultánea-, y la ambientaron de los galeristas Juan Curto y Florencia Olmos responsables del Espacio Delta que ambientaron con afecto y concepto. Estuvimos muchos y fuimos deliberadamente cómplices de una apuesta a la vida, a su continuidad y a sus vicisitudes.
Todos fuimos protagonistas de un encuentro que devino en "una fiesta que se hace para celebrar la vida, la amistad, el arte.
A través de cada una de las puntadas perfora el soporte y genera puntos que establecen una continuidad con la línea. Hilos y perforaciones texturan el plano y convocan al color para iluminar. Es en ese punto que la materialidad se define en sus límites.
Mauge definió un procedimiento, una técnica y una poética que la aleja de lo figurativo. Su decisión de trabajar con los elementos plásticos fundantes del lenguaje visual la sumerge en el enigmático y sugerente mundo de la abstracción.