Por Santiago Iván Bernasconi (*)
Por Santiago Iván Bernasconi (*)
La inclusión financiera es la oportunidad que tiene la población para acceder y usar los diferentes servicios financieros, tales como el ahorro, el crédito, los seguros y los pagos. La inclusión financiera tiene un impacto positivo en el desarrollo económico y social, ya que ayuda a reducir la pobreza, mejorar la calidad de vida, fomentar el emprendimiento y la igualdad de género.
La inclusión financiera en la universidad es un tema relevante. Por una parte, para que los universitarios puedan acceder a oportunidades de estudio, trabajo y crecimiento personal. A su vez, las juventudes universitarias son un grupo potencialmente capaz de transmitir lo aprendido a los sectores con menor nivel de educación, ampliando así el acceso a la información necesaria para comprender las características de los servicios financieros.
A continuación, detallo algunos de los principales desafíos que tiene la inclusión financiera en la universidad, y acciones que pueden cooperar en su progresiva incorporación en este ámbito, así como ejemplos concretos de aplicación.
Un primer desafío podría ser la falta de conocimiento sobre los costos, beneficios y riesgos de los servicios financieros. Esto requiere implementar programas o iniciativas de educación financiera, en orden a desarrollar las capacidades financieras de los estudiantes, tales como los conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos relacionados con el manejo de sus finanzas personales.
Otro punto es la baja penetración de servicios financieros digitales, que podría contrarrestarse fomentando el uso de servicios que faciliten el acceso, uso y calidad de los productos financieros, tales como las billeteras electrónicas, las transferencias móviles, los pagos en línea, etc.
La falta de productos financieros adaptados a las necesidades y preferencias de los estudiantes es otro de los frentes interesantes para crecer en inclusión financiera. En este caso, el camino puede ser el establecer alianzas entre las instituciones educativas y los proveedores de servicios financieros, para ofrecer productos tales como cuentas de ahorro, créditos educativos, seguros estudiantiles, etc. Llegados aquí, podría ser de utilidad la apertura de cuentas bancarias y/o de pagos para facilitar el acceso a los servicios financieros y el cobro de programas sociales como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Por otro lado, se hace clara la falta de coordinación entre los actores involucrados en la inclusión financiera, que resalta la necesidad de generar espacios de diálogo e intercambio entre los gobiernos, las empresas, las organizaciones de desarrollo y la sociedad civil, para compartir experiencias, buenas prácticas y lecciones aprendidas.
Son estos los motivos que impulsan a la Facultad de Ciencias Económicas hacia acciones de extensión enfocadas en la transmisión de conocimientos financieros. En ellas no sólo participan docentes, sino también el importante aporte del capital humano del alumnado calificado y formado.
(*) Contador Público, doctorando, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica de Santa Fe.