Estamos sobre diciembre de 2024. Es tiempo de mirar el año y advertir que se vienen tres años más de Javier y Karina Milei. Algunas cosas entorpecen la visión. La más perniciosa bruma es el ayer como refugio para encontrar respuestas…y usarlas. Antecedentes sí. Sumarlos es necesario. Usarlos para entender es posible. Caminar hacia atrás no, eso no.
El día después es hoy
¿Dónde está Juan Domingo Perón? ¿Dónde está Raúl Alfonsín? ¿Dónde está el Partido Militar, el partido asesino que logró fabricar una militancia de sobrevivientes con justificadas ganas de venganza? ¿Y dónde aquella CGT combativa o, también, la poderosa Central de Trabajadores? Solo libros parciales y nostalgia que paraliza. Vivimos de canción en canción. Una canción ubica con su título: "La nave del olvido". Hay dos textos. Tratan cuestiones diferentes. En 1969, Dino Ramos dice: "Espera: aún la nave del olvido no ha partido. No condenemos al naufragio lo vivido. Por nuestro ayer, por nuestro amor yo te lo pido".
La Renga dice otra cosa: "Hoy voy a bailar a la nave del olvido, olvido mi gotera why mi ración criminal, perfumes baratos, ambientes picados, discos rayados, yo quiero despegar". La Matanza, sobre 1989/1990 se arma La Renga. Deberíamos advertir que hasta las poesías en las canciones populares tienen otro sesgo. Se acomodan al presente. Hay muchas cosas embarcadas. La Tercera Posición, la Movilidad Social Ascendente. Caramba, dónde un banco de textos, un reservorio de ideas… El siglo XX se fue. Hasta 1950 de un modo, después de otro. Siempre lo visible: escombros. No es posible vivir en el lacrimoso velatorio y -además- creer que el muerto se levantará victorioso.
Tenemos un punto de partida
El concepto me persigue, tropezamos con la frase al doblar cualquier esquina sospechosa: La Peste quitó la sábana y el siglo XXI se nos aparece -ahora- en todo su miserable esplendor. No hay nada que se pueda esconder. Aquí estamos. Asusta lo mucho que escondemos el día por día. Violencia urbana. Código narco para vivir. Corrupción estructural para ascender. Injusticia social para reclamar. Democracia ausente. Aquí no hay nada de aquello declamado en la segunda mitad del siglo XX.
CFK canta aquella canción de Dino Ramos. Se la cantan como si fuese favorable que saliese a bailar. Cuando Javier y Karina hablan de "viejos meados", solo por citar la más liviana de sus calificaciones, se acercan a La Renga. Se ubica Argentina como el país de un Partido del Estado, asimilándolo a Partido Único, populismo y decadencia. También a la claudicación de sus oponentes. Herencia teórico/práctica del siglo XX. Hay otro susto: Javier y Karina también propician el partido único y más asusta la ceguera: son "movimientistas". No hay partido excepto para las elecciones. Che… ¡ Aún no han creado un partido en todo el país! Necesitan votos para las elecciones. El resto es el "Movimiento" alrededor de JM y KM.
¿Dónde estamos parados?
La política y sus actores deberían asumir la parte que les toca. Hay dos posturas para explicar el presente. Argumentos poderosos ofertan ambas posiciones. Veamos:
1) No hubo nunca bipartidismo en Argentina. A los tumbos con las ideas y con vaivenes por los golpes de los militares, el fenómeno que daba estabilidad y el hoy por vos, mañana por mí, no existió, lo impidieron. Señalan la situación. Pre democracia y alternancia aleatoria. Yrigoyen/Alvear/Yrigoyen y fin del sueño de la democracia republicana. Fue el 6 de setiembre de 1930.
2) Sí hubo bipartidismo en Argentina. El Radicalismo y sus adyacencias y el peronismo con sus excrecencias lo conformaron… y el bipartidismo existió. Pero se fue. No supieron/pudieron conservarlo. El siglo XXI y La Peste esclarecedora muestran su fracaso. Peste por decreto, el 20 de marzo de 2020.
En ambos casos la cuestión ha llegado al "The end". Ni el peronismo existe como tal (y las reivindicaciones sociales antes que las prebendas), ni el radicalismo es tribuna de doctrina, bastión de la democracia partidaria y agreguemos: "Que se rompa pero que no se doble" es una mentira para una tribuna que, además, está vacía. El Bi-Partidismo es un adiós. Si hubo está muriéndose; si no existió es un nonato que ni cuerean los viejos criollos para hacerse un cinturón. La elección es una timba sentimental.
Cada "frente" electoral reúne sectores que tienen difícil asimilación y complementación, simple coyuntura y, por lo tanto, conveniencias. Ningún árbol de hojas perennes, apenas matorrales electorales. Así llegamos al primer año libertario con algo cierto: inflación de un dígito y en calma. Un antídoto anti insulto muy grueso. Enfrente lo dicho: analfabetos funcionales de un mundo digital. Deberíamos rever el odio hacia Sergio Massa. Logró una masa crítica de alucinados del ayer que viajaban hacia el desfiladero. Massa lo hizo. Solo el fracaso de Milei puede alterar el sino, el destino. El porvenir no es hacia atrás pero sigo aferrado a la advertencia: no hay siglo XX en la tercera década del siglo XXI. ¿No lo ven?
Caminando sobre los escombros
Inventario mínimo del porvenir. Centros de Estudiantes que son ahora centrales de pensamientos liberales, libertarios, abolicionistas, "wokes" excesivamente estatistas o livianamente libre mercadistas. Ni proyectos ni programas. Un rector confesaba: "Planes siglo 19, profesores siglo 20 y alumnos siglo 21". La enseñanza va por otra senda. La información por otra nube, los planes universales por otro algoritmo.
Ley de Oferta y Demanda y el oulet. Profesionales recibidos a distancia y a deshora. Compra online y mercado laboral al garete. El trabajo individual en retirada, la automatización a paso redoblado. La Economía Global define y propone el sitio de Credo que se le asigna a las redes y su Océano de diez centímetros de oscurísima profundidad donde todos sabemos navegar. De tal punto original hay que arrancar… si se arranca.
Las teorías son resúmenes
Un oriental, desde Alemania, que escribe opúsculos sobre la psico/sociopolítica, ya es un santón de lectura obligatoria y, caramba, muchos añoran aquella caverna de Platón. Byung-Chul Han es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Escribe en alemán y está considerado como uno de los filósofos más destacados del pensamiento contemporáneo por su crítica al capitalismo, la sociedad del trabajo, la tecnología y la hipertransparencia.
Hasta hace poco, Han se negaba a dar entrevistas de radio y televisión y raramente divulgaba en público sus detalles biográficos o personales, incluyendo su fecha de nacimiento. Para rebelarse ante el capitalismo digital ha desarrollado una fórmula propia de resistencia política: no tiene smartphone, no hace turismo, solo escucha música analógica, no trata a su alumnado como clientes y dedica tiempo a cultivar su jardín. Según Han, los dictados de la transparencia imponen un sistema totalitario de apertura a expensas de otros valores sociales como la vergüenza, el secreto y la confidencialidad.
Pararse en Argentina, después de las elecciones, era necesario, imprescindible y, tal vez, desesperante. Nos espera la pregunta de Charles Trenet: "¿Qué queda de nuestros amores?" No la esquivemos: ¿Creemos o no creemos en el voto popular? Pongamos la cuestión en unción extrema. ¿Qué queda de los amores si, pese a la nebulosa mediática, la vida es afectos y no razones? Y peor: toda razón es una justificación de las pasiones.
El peronismo es recuerdo, ni siquiera historia. Cada tanto se cita algunos de sus dichos, como menciones de un refranero popular. Siglo XXI en marcha. Perón es esto: es una acumulación de frases para justificar, acaso disfrazar, la lucha despiadada por un mínimo feudo, una zona especial, una batalla comarcal que no tiene más trascendencia que la crematística. La "oposición" repite, en su especulación, la misma diáspora e iguales razones… por algo será.
El saldo, el saldo… Eso es mucho y es nada, si se mide en trascendencia y derecho de pernada pero cuidado, tal vez designe el nuevo sistema de pequeñas unidades territoriales, que deberán pactarse como un seguro, una obstinada preservación ante la intemperie. La lucha por el burgo es el pre capitalismo. El reloj atrasó demasiado, el mundo se enfermó, pero en Argentina... La Peste ha sido cruel con la especie. Vamos, desnudó lo que había. Vamos, desnudó lo que somos: somos el país que votó a Milei.
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