Registro de Juan Bialet Massé sobre la vida y el trabajo en Argentina, año 1904 (Parte II)
A 120 años del primer informe sobre la clase obrera argentina.
Registro de Juan Bialet Massé sobre la vida y el trabajo en Argentina, año 1904 (Parte II)
Martes 4.6.2024
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Última actualización 21:57
La investigación realizada en 1904 por Juan Bialet Massé por encargo de Joaquín V. González, ministro del presidente Julio Argentino Roca, exhibe características de un país capitalista de inmigración que incluía a mujeres trabajadoras. La mano de obra de perfil precapitalista con familias asentadas viviendo "de usufructo", o conchabadas en tierras ajenas, ve cada vez más difícil preservar su autonomía.
Transcurridas pocas décadas desde la conformación de un Estado moderno, Bialet Massé da cuenta de la progresiva privatización del territorio en manos extranjeras, el alambrado de los campos, y la consiguiente población sin acceso a la tierra:
"Son muchos los miles de trabajadores que han quedado desocupados y esto además ha cambiado la condición del obrero mismo, quedando apenas en la región central y norte aquel puestero y peón de estancia bajo un régimen patriarcal que lo hacía como una segunda familia del patrón... Hoy el peón de estancia de Santa Fe y parte de Córdoba es un conchabado ambulante, como en cualquier otro trabajo, que es exclusivamente criollo".
Según Bialet Massé, la masiva presencia de varones -sobre todo inmigrantes- por diferencia demográfica respecto al número de mujeres, ocasionaba un número apreciable de solteros. Estos requerían servicio de lavado de ropa, sastrería, camisería, planchado; por eso no había mujeres desempleadas, pero sí deficientemente pagadas. La insuficiente organización sindical de ellas fue una cuestión a revertir, sugerida en la propuesta de legislación al ministro González.
Bialet Massé tenía un juicio favorable sobre el asociacionismo. Para él, las organizaciones sindicales eran muy positivas. Sus miembros tenían al alcance las posibilidades de instruirse, leer, asistir a obras de teatro. Aparecen en el Informe algunas pautas sobre controles de la agremiación. Es ésa la razón por la que se sorprende ante el gesto negativo de un cura que opinó en contra de una acción de lucha:
"(…) Hace como dos años tenían convenida una huelga colectiva; pero un Padre les dijo en un sermón que la Iglesia católica no aceptaba esos procedimientos (…) He leído en los diarios de Tucumán… que se había constituido una sociedad gremial de costureras, con el objeto de procurar el remedio a sus males: el estómago no se llena con sermones".
Hacheros y obrajeros
Otro universo atendido por Bialet Massé es el de las familias de obrajeros y hacheros, cuyo trabajo produciría -vía la "codicia de los empresarios del tanino"- un efecto negativo en años venideros. El nivel destructivo en la explotación de los bosques de quebracho, con la extinción de la riqueza natural a corto plazo tendría, a juicio de Bialet Massé, el costo para próximas generaciones: "(…) El negocio del monte es irreparable y dificultará la vida de los obreros futuros".
Con una escritura casi poética pinta, en contraste, aspectos de la vida familiar: "El obrajero santiagueño va al trabajo acompañado de su china, mujer o querida, la que lo cuida y le endulza la vida". En semejanza con esta escena hay otra del obrajero santiagueño:
"Recuerdo con un sentimiento de infinita poesía… en el monte cerca de Añatuya; allá en el fondo, un rancho, una ramada, con una cocina, al lado una batea, en la que se ha lavado, porque allí está la ropa todavía retorcida… una bella criolla lo espera con la comida preparada con el niño en el brazos, y tres rapazuelos descalzos, alegres, quieren el primer beso de tata; y al verme quedan parados, tiesos… Los entero de lo que hago y de lo que quiero, y para no molestarlos más me convido a comer con ellos, y les convido con lo que llevo en el valijín, sardinas, queso, un tarrito de dulce y pan. Aquello es vida, vida libre, vida humana".
Prácticas antiguas de acoso a la mujer
En contraste, nos aparecen imágenes de otras relaciones interpersonales: el abuso no parece ser sólo económico. Comparando Tucumán con Entre Ríos, Bialet Massé expresa: "(…) Un viejo sátiro… feo a no poder más… tiene cinco mujeres en su taller; lo demás se lo figurará V. E.; pero esto se reproduce en muchos lugares de la República, hasta en el Rosario, sin contar lo que ocurre con las costureras de registro, cigarreras, etc… En el Paraná, una costurera chalequera, me dicen que tiene un hijo de cada sastre para quien ha cosido". Pero otra bajeza está presente: "(…) Aún hay más, el colmo, se explota en dos obrajes la prostitución".
Cuando ingresa en una mueblería y ebanistería, ve que persiste la actitud abusiva. "Observo que las mujeres visten bien, que hay una familiaridad entre patrones y obreras que no es usual; una tiene catorce años, otra quince, de belleza algo más que regular. Los patrones tienen veintiocho y treinta años respectivamente. Tomo informes y... me explico lo que allí sucede". Luego compara diciendo que "hasta en el Rosario sucedía, sin contar lo que ocurre con las costureras de registro, cigarreras, etc". Evidentemente, el acoso sexual tiene antecedentes lejanos.
Las "labores de su sexo"
Bialet Massé abunda en detalles sobre el trabajo femenino del hogar. Sin otro oficio que las "labores de su sexo" como dicen los censos de la época, las mujeres cuidaron las vidas de su entorno doméstico preparándolas para el mercado laboral, tarea que realizaron por múltiples generaciones. Pese a su escasa compensación monetaria, desempeñaron una variedad de funciones:
"(…) Revenden fruta, amasan, lavan ropa y aún reciben pensionistas a quienes dan de comer. Así visten y alimentan a sus hijos… de rodillas sobre el húmedo suelo, la mujer es la encargada de lavar la ropa de toda la familia hasta la misma víspera del parto".
Pero además observa que al abandonar el lecho del parto, retoma todas sus tareas. El informe no es frugal en la labor de costureras. Sobre ellas da explicaciones de los materiales, la experticia, las diferencias salariales según la calidad del trabajo. Un interesante rasgo es que el trabajo por salario no era sólo de las mujeres de escasos recursos, necesitaban un ingreso extra que permitiera cierto boato: "(…) En Tucumán no sólo son costureras las mujeres del pueblo, hay muchas familias de la sociedad que necesitan este recurso para poder sostener las relaciones sociales" .
El mercado laboral femenino de costureras era numeroso en aquella ciudad: "(...) La casa de Fanlo y Liona tiene 300 costureras. La casa de Cartabio tiene de mayo a octubre 130 costureras, y en los demás meses 100. La de J. Garrido 120". Las que trabajan por su cuenta pero por encargo difieren en su ingreso según les entreguen máquina, hilo botones y plancha. Además, las especializadas en camisería de fino, pantaloneras o chalequeras tienen mejores tarifas.
Bialet Massé indaga en estrategias de las mujeres, no favorables a ellas mismas sino a los hombres de la casa. "(…) Una pobre señora del Rosario, que quedó viuda con tres niñas, se matan a puras hambres y trabajan para costear el colegio al varón, para que se haga de una carrera" .Otro caso: "(…) Voy a casa de una costurera de fino, pero son dos hermanas, ganan hasta 2 pesos, haciendo camisas con vistas de hilo, para mantener a un sinvergüenza, al marido de una de ellas, compadrito, especie de chulo vicioso y altanero".
La migración interna de mano de obra a las ciudades también es de mujeres: en el Rosario sobre 100 sirvientas, 33 son cordobesas. Pero en esta ciudad, aspiraban ingresar en la Refinería Argentina, donde se desempeñaban en el taller de corte del azúcar en panes y su embalaje. Las madres enseñan a sus hijas a mentir la edad: para ser aceptadas dicen que tienen 11 años. Bialet Massé testifica que esas niñas estaban anémicas, con signos de sobre fatiga y respiración dificultosa.
En las sucesivas regiones recorridas, Bialet Massé bosquejó textos legales, aportando no sólo sus datos sobre lo visto, sino también sendos textos de leyes laborales. Joaquín V. González los tomó para implementar una modernización legal, pero ya el capitalismo tenía su "lobby" político: el proyecto de ley fue rechazado.
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos.