MANUEL WOLKOVICZ
"Declaraciones de Miriam Monasterolo, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Santa Fe: 'Farmacéuticos y afiliados estamos sorprendidos y muy preocupados' por el cobro de medicamentos a los jubilados del Pami. Pregunta: ¿no había otro gasto que recortar? Es deprimente andar por las farmacias y ver a los mayores retirándose sin sus medicamentos por carecer de recursos. Es una medida de gran crueldad. Mi humilde opinión".
VECINOS DE B° EL POZO
"El barrio está tapado de yuyos. Con las lluvias, es impresionante cómo han crecido y nadie se ocupa. Solicitamos a la Municipalidad que se haga presente con sus respectivos operarios. La canchita Pío XII, por ejemplo, está cubierta de pastizales. Ya hemos pedido el rescate de ese predio para esparcimiento, para que vuelva a ser una canchita o un parquecito para los chicos. No tenemos nada. En cambio, ese espacio, como el resto está abandonado, con yuyos, donde se multiplica la reproducción de mosquitos y demás alimañas. De la playa Los Alisos, con yuyos altísimos, hasta salen víboras yararás. Urge que vengan a solucionarnos este problema: ¡corten los yuyos, por favor!".
GRACIELA
"Al intendente Dr. Poletti: le pido que ordene el control de velocidad en la calle Benjamín Lavaisse al 1700 y control de motos, sin patentes, cuyos conductores van sin casco. Hace unos días vi un hombre con una moto de alta cilindrada circulando a contramano (misma calle) con un niño muy pequeño atrás, ambos sin casco. Gracias al diario por estar siempre al servicio de la ciudadanía. Mis mejores deseos para el próximo año 2025. Y que haya PAZ, TRABAJO Y AMOR".
UN LECTOR
"Hace mucho tiempo que veo en esta columna el mismo reclamo y sugerencias, con relación a la ausencia de estaciones de pesaje, balanzas, en las rutas cercanas a Santa Fe: Ruta Provincial Nº 1, Ruta Nacional Nº 11. Esta última está destruida y se constituye en una trampa mortal para los que circulan por ella y la ruta 1 va camino a eso: de a poco se va deteriorando y ya tiene algunos tramos peligrosos. Los usuarios, los que pagamos los impuestos, nos preguntamos por qué tanto empecinamiento de las autoridades de Vialidad provincial y nacional en no poner balanzas, como alguna vez había cuando este era un país en serio. Llama muchísimo la atención. Recuerdo cuando hace algunos años se detectó el contrabando de granos, soja, maíz, trigo... Los que alguna vez protestamos por la falta de pesaje en las rutas no hemos logrado que alguna autoridad de Vialidad provincial y/o nacional salga a dar explicaciones. Arreglar la ruta 1, por ejemplo, es un esfuerzo sin sentido si no se colocan las estaciones de pesaje. Porque, evidentemente, el deterioro de las calzadas de las rutas obedece a la sobrecarga de transporte de camiones. Le pido al diario que analice e investigue al respecto, porque es necesario saber por qué las estaciones que alguna vez existieron, hoy no están más".
MIRTHA STREIGER
Como integrante de la Comisión de Jubilados de la Multisectorial de Santa Fe, deseo invitar a vuestros lectores a nuestra 6ª Marcha de los Banquitos. Realizaremos un simbólico brindis con agua, como seguramente lo harán este año muchísimas familias de nuestro país.
Los jubilados recibimos un nuevo e inesperado atropello a nuestros derechos y a nuestros bolsillos. La quita de medicamentos sin costo a quienes cobren más de $ 388.500 es un perverso ajuste que se suma a todos los que ya venimos padeciendo. Para conservar el beneficio, hay que concurrir al Pami o hacer una gestión vía Internet. ¿Ustedes creen que con esas míseras jubilaciones alcanza para trasladarse en taxi, ni siquiera en ómnibus, hasta nuestra obra social? Obra social eternamente intervenida y donde los jubilados no tenemos participación. ¿Cuántos podemos manejar la tecnología para hacer el trámite desde nuestra casa, si muchos ni siquiera tienen celular?
A principio de este año debíamos optar entre comer o curarnos, hoy ya no alcanza para ninguna de las opciones. ¿Cómo se entiende tanta crueldad, tanta deshumanización para aquellos que trabajamos más de 40 años y solo pretendemos una vida digna, sin sobresaltos? Somos jubilados pero no descartables, no queremos morir anticipadamente.
La actitud de este gobierno, con distinta modalidad, es la de un exterminio silencioso y planificado propio del fascismo.
Para reclamar por nuestros justos derechos convocamos a jubilados con sus hijos y nietos a que se sumen el viernes 20, a las 10 hs, en la Explanada del Teatro Municipal (Peatonal San Martín y Juan de Garay). De allí marcharemos hasta la Anses (San Martín y Tucumán) donde haremos el brindis de fin de año con agua.
Muy especialmente invitamos a sumarse también a los trabajadores activos que puedan concurrir, para que cuando deban retirarse no hayan perdido derechos. Recibimos la solidaridad de jóvenes y de espacios culturales de nuestra ciudad.
¡Los jubilados queremos seguir viviendo!
RICARDO LUIS MASCHERONI
Como reza el dicho popular "El que no sabe es como el que no ve", por tanto si no sabemos ni vemos, no estamos en condiciones de enfrentar con éxito las cosas que nos pasan.
Si le preguntáramos a cualquier analista, dirigente o militante social o político progresista cuál es concepción en la que se enrola Javier Milei, seguro dirán que es un anarco-capitalista, o libertario o capitalista perverso, o que es parte de la derecha más extrema y cruel o nazi-fascista. Todas las respuestas son una verdad a medias, por lo que debemos explorar otras variantes que vienen imponiéndose con fuerza en el mundo y que no son por lo general objeto de análisis. En mi modesta óptica, Milei adscribe a la idea neomalthusiana, corriente que aspira a reducir la población mundial. En su momento, Thomas Malthus planteó sin bases científicas que el crecimiento poblacional estaba por encima del crecimiento de los alimentos. Afirmando que la población crece en progresión geométrica y los medios de subsistencia, en circunstancias favorables, aumentan en una progresión aritmética y ello lleva al colapso social. Sobre todo porque los pobres se multiplican, aun en condiciones de miseria, por su irresponsabilidad, teniendo hijos (le suena?). Por eso se oponía a las Leyes de Pobres Inglesas (una suerte de renta básica universal) que para Malthus suponían una carga innecesaria para el Estado en forma de ayuda a padres e hijos con costos innecesarios.
Donde hay una necesidad, nunca hay un derecho, lo que se resume en lo siguiente: "Un hombre que nace en un mundo ya ocupado, si sus padres no pueden alimentarlo y si la sociedad no necesita su trabajo, no tiene ningún derecho a reclamar ni la más pequeña porción de alimento (de hecho, ese hombre sobra). En el gran banquete de la Naturaleza no se le ha reservado ningún cubierto. La naturaleza le ordena irse y no tarda mucho en cumplir su amenaza".
Previo a la Segunda Guerra Mundial, la concepción neomalthusiana: Fundación Rockefeller, eugenesia y control poblacional, es receptada por sectores del poder económico mundial, que constituyen en torno a la F.R. un think tank en California que inicia prácticas eugenésicas para el control poblacional y financian un centro en Alemania, en el que se desempeñaba Josef Mengele (el ángel de la muerte), que pasó luego a dirigir el campo de concentración de Auschwitz. Todo este proceso alcanza un punto culminante con la aparición en 1968 del libro "The population bomb" o la "Bomba P", de un ignoto investigador especialista en mariposas llamado Paul Ralph Ehrlich que se hizo muy conocido (aunque muchos dudan de su autoría), en el que afirmaba que la población humana pronto aumentaría hasta el punto en que sobrevendrá la inanición masiva. Consideraba que "debemos tener control de la población doméstica, con suerte a través de un sistema de incentivos y sanciones, pero por compulsión si los métodos voluntarios fallan. Debemos usar nuestro poder político para impulsar a otros países a ejecutar programas que combinen el desarrollo agrícola y el control de la población". "Las medidas voluntarias que he respaldado incluyen la disponibilidad lo más fácil posible del control de natalidad y el aborto". En 1967, había expresado que la ayuda solo debería otorgarse a aquellos países que no se consideraban "sin esperanza" para alimentar a sus propias poblaciones.
La combinación de esas concepciones, más el libro "Los límites del crecimiento", encargado por el Club de Roma, elaborado por el MIT 1970, en cierta medida originan el movimiento ecologista, pero además conforman el sustento de la principal hipótesis de conflicto del poder mundial, en base al supuesto de que su poderío bélico puede vencer en todos los terrenos pero no anular la natural tendencia de los pobres a reproducirse.
Quizás Milei, animado de dichos paradigmas, deliberadamente niegue alimentos a los necesitados y a los niños, medicamentos y terapias a los enfermos, atención a los discapacitados, despida trabajadores, reduzca los salarios y diga que los jubilados ganan demasiado. En ese contexto los "sin esperanzas" no tienen derecho a la salud, a la previsión y beneficios sociales, a la educación y mucho menos a seguir viviendo. En cierta medida, todas estas políticas son las que aplica el gobierno nacional, en cumplimiento del mandato supremo de la reducción poblacional.