Domingo 31.12.2023
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Desde antes de diciembre, las calles, las vidrieras, van tomando un color y una luminosidad distintos. Y para quienes amamos los brillos, las luces y el arreglo amoroso del Nacimiento, para nosotros, diciembre tiene magia. Las hadas tienen una varita para distribuir ese poder pero... ¿Qué tiene diciembre, de qué se valen tanto noviembre, diciembre y hasta enero para ejercerla? Pues, la varita decembrina pueden ser, por ejemplo: los bastones de caramelo, los soplillos, las estrellas federales, los pinos, las medias de lana, los moños, las cintas coloridas y doradas, el muérdago, las velas y las luces.
Los bastones de caramelo
A estos adornos los hicieron planetarios los Estados Unidos. Pero su origen es europeo y se deben al ingenio y picardía de un sacerdote que, impotente para que el concierto que se ejecutaba en la catedral de Colonia, en celebración del recién nacido, fuera escuchado con atención, sin interrupción de juegos de niños, berrinches de otros. Esa maravillosa ejecución musical, realizada por muchos instrumentos en sinfonía perfecta, tendía a fracasar porque los críos no encontraban qué los entretuviera.
Las golosinas y dulces navideños, como los bastones de caramelo, surgieron en Europa y tomaron gran impulso en Estados Unidos.Corría el siglo XVII en Alemania. ¿A qué podía recurrir el maestro para que no se distrajeran una vez más los fieles? Acostumbrado a tratar con las criaturas, llamó a un confitero para que fabricase unos llamativos caramelos, pero para que fueran apropiados para el tiempo navideño, le encargó que tuviesen la forma del bastón de los pastores que ya estaban en el pesebre. Y dio resultado. Los zuckerstangen, bastones de caramelo en alemán, recorrieron toda Europa, adornando los conciertos navideños y cuando cruzaron a América se popularizaron los caney cane y también están entre nosotros, colgando de algún árbol de Navidad
Los famosos "soplillos"
Las bochas, esferas, bolas, infinidad de nombres para esos adornos de plástico, telas, etc. Pero hay (¡hubo!) una palabra energética, que con solo pronunciarla ya describía de que frágil adorno se trataba... ¡Era un encantador soplo de vidrio! De allí su nombre de soplillo. Eran bellísimos, verdaderas obras de arte, pero con el descaro que ser "mortales". Un mal movimiento, apenas un descuido y el soplillo dejaba de existir, pero tal vez de allí su perenne encanto. Nada volvió a superarlos… ¡Si algunos parecían soplados en Murano!
Varias historias cuentan cómo y por qué llegaron al mundo. Abreviando: el dato más antiguo nos remonta hasta San Bonifacio, misionero que difundió la fe católica en Europa Central en el siglo VII. Y el "apóstol de los germanos" también recurrió al ingenio para difundir el cristianismo, ganando posiciones ante el oscurantismo de algunos mitos nórdicos ya que varios eran crueles.
El adorno más tradicional, el "encantador soplo de vidrio". El universalmente famoso soplillo, fundamental en el armado del Árbol de Navidad.Para esa cosmovisión, el mundo era plano, un círculo apoyado en el árbol tutor, el fresno del universo, el fresno perenne, el Yggdrasil. Así que para comenzar, en lugar de fresnos, comenzó a adornar los pinos y para engalanarlos con color y sabor, colgaba manzanas. Fruta que simbolizaba el pecado original de Adán y Eva. Un combo bien ingenioso.
Así que delante de iglesias y capillas los pinos se fueron convirtiendo en el Árbol de Navidad, iluminados con velas de verdad...¡Todo un problema! que ya se encargarían también de solucionar los tiempos venideros. Pero las manzanas se echaban a perder y a eso se le sumó que en 1858 hubo una gran sequía y faltaron manzanas para los pinos. Una fábrica de vidrio de Francia tuvo la genial idea de fabricar las manzanas de vidrio. ¡Habían nacido los soplillos!
Las estrellas federales
¿Qué tienen que hacer las estrellas federales en Nochebuena o Navidad? El rojo punzó de tiempos de Rosas le dio ese nombre en nuestro país. Pero la Euphorbia pulcherrima, es conocida como Flor de Pascua, Flor de Nochebuena, Flor de Navidad, Pastora y Poinsetia, o por su nombre náhuatl Cuetlaxochitl. Fue descubierta en México y con la llegada de los españoles en el siglo XVI, los franciscanos, sabedores del poder que ejercía en la cultura coyotlatelca, adornaron con ellas iglesias y los altares. Incluso muchos ejemplares fueron llevados a Roma y se sabe que la Basílica de San Pedro de Roma fue adornada con esta planta de Navidad la noche del 24 de diciembre de 1899.
Joel Robert Poinsett, diplomático estadounidense, encantado por su tamaño y colores la llevó a los Estados Unidos. Y así vestida de rojo y verde, faltaba aún que un jardinero, viendo que no lograba vender las macetas que tenía de la Flor de Navidad, se las ingeniara para hacerlas universales y comenzó a enviarlas de regalo, en bonitos arreglos a las estaciones de televisión, para que engalanaran el escritorio de los conductores televisivos para el Día de Acción de Gracias y así las vio el público como todo un emblema también para Navidad, Año Nuevo y Reyes. Sólo faltaba que llegara a China para que estuviera en todos lados como flores hechas en seda, en vidrio, en alambre y en mil cosas más.
El Árbol de Navidad
Como dice más arriba, fue San Bonifacio quien sustituyó la antigua creencia nórdica del poder simbólico del fresno y del roble, para acercar esos sentimientos hacia la fe cristiana. Escogió el pino por su forma triangular, metáfora de la Santísima Trinidad; además por sus acículas, llamadas pinochas, pinazas y entre nosotros espinas, que no caen todas juntas, dando la impresión de ser un árbol eternamente verde. Era casi "el árbol de la vida eterna", promesa de vida después de la muerte para el buen cristiano. Además, desde mucho antes se conocía su valor energético, de fácil combustión (en la actualidad "da electricidad a áreas remotas y aisladas de la India"), dando luz y calor en el crudo invierno de Europa Central.
La Estrella. Es otro de los elementos característicos de las fiestas navideñas. Es el adorno especial para coronar el arbolito navideño.Pero, a no dudarlo, que también San Bonifacio recurrió a lo que abundaba, con la simpatía que todos tenían por las piñas, que además de elementos decorativos para el interior de las viviendas era el ideal iniciador de todo fuego. Por otra parte, ya instituido el árbol navideño, con manzanas primero, con galletas también, pronto se fueron dejando regalos al pie, en recuerdo de las ofrendas que llevaron los pastores y posteriormente los Reyes Magos.
Medias de lana y calcetines
Fueron popularizados por el gesto salvador que tuvo el obispo, luego conocido como San Nicolás de Bari. A pesar de los muchos milagros de los que se dice que ha sido el autor y ser reconocido como persona muy piadosa, se lo recuerda por haber salvado a una muchacha de ser destinada a la prostitución por no pagar su padre la dote para que pudiese cascarse. Dicen que dicen, que había dejado colgadas sus medias de lana en la ventana para que se secaran al sol y viéndolas, el santo obispo puso varias monedas de oro para que pagase la dote.
La aparición de las monedas de oro, fue tomada como un milagro, por los que también los niños comenzaron a dejar sus calcetines, que luego aparecían con golosinas dentro.
Había nacido en Anatolia, hoy Turquía. Los milagros de San Nicolás, la querible presencia de Santa Claus (en neerlandés: Sinterklaas), lo hizo un personaje propio de la festividad navideña, hasta que la Coca Cola en 1931 lo vistió de rojo y blanco y se lo apropió para siempre. La publicidad vende e instala, así que desalojó al Niño Dios y a san Nicolás como los generosos regaladores. Pero ahora, además de las medias para colgar, también nos quedan los zapatos para poner esperando regalos.
Moños, cintas y lazos de colores
Los moños, además de adornar con elegancia las coronas navideñas, el árbol y el ambiente, tienen el mensaje de ser la fuerte unión que Cristo tuvo, hasta el sacrifico, por todos nosotros. Las cintas rodeando el árbol, lo entretejen, lo abrazan, son un mensaje de contención, de fe y esperanza y en su camino van llevando y van tocando los soplillos de diferentes colores.
Así, el rojo, es el color del fuego que arde por el amor al hogar; el azul, es el arrepentimiento de lo que hemos hecho y no queremos repetir los mismos errores; los soplillos plateados, el agradecimiento por lo que ese Niño hizo por nosotros, mientras que los dorados, son las alabanzas que entonamos en su nombre. Los lazos hablan de la unión de las familias y de las personas que esa noche nos acompañarán con cariño y afecto, rogando todos reunidos por un mejor año que ya se lo ve próximo.
Muérdago, velas y luces
¡El muérdago, fiel compañero de los enamorados! Siempre se dijo que un beso bajo sus ramas trae suerte a la pareja. Tiempo atrás, como antecedente del árbol de Navidad, tanto dentro como fuera del hogar, se adornaban las viviendas con ramas de abetos, robles y muérdago. Traía la esperanza del verde como pronto retorno de la primavera. Y el muérdago era un remedio ¿Para el mal de amores? No, no, en pequeñas dosis se usaba para combatir o aliviar los dolores de cabeza, los síntomas de la esterilidad, la dermatitis, el reumatismo. Esta planta parásita era venenosa si se abusaba de ella. Se hizo popular pues dura mucho después de cortada y exhibe los colores verdes y rojos, tan caros al tiempo de las Fiestas
En cuanto a las velas y las luces, cabe decir que la noche cae muy pronto en el invierno y más aún en el invierno centroeuropeo, lugar donde se inició el Árbol de Navidad cristiano. Y el fuego, como así también las velas, daban calor y luz. La luz con la que llegó al mundo el Sagrado Bebé, la luz de una vela tal vez, pero también la luz de la Estrella de Belén y la luz que él traía con él. Pronto se vio que velas en un pino, con la rápida combustión que tiene este árbol por su rico aceite, no era buen maridaje. Había que buscar una solución. Dicen algunos que la idea fue de Martín Lutero, quien regresando una noche oscura vio entre los árboles brillar y titilar las estrellas, así que se abocó a replicar el efecto en los árboles.
Queda aún mucho por contar, pero faltará tiempo y seguramente espacio. Pero roguemos que no nos falten ganas de celebrar con esperanza, el próximo año, alrededor de este árbol que tantos asombros nos ha dado desde niños, y que con las manos unidas con fuerza junto a los que amamos y necesitamos, nos comprometamos a ayudar a este Año Nuevo que nace con difícil parto, y recordemos que aún faltan Reyes, Epifanía y que la Befana ya anda observando. A ser buenos, a ayudar que nuestra Patria se haga grande, de lo contrario ¡La Befana dejará carbón a más de uno!
(*) La autora de este artículo reconoce su deuda con Encyclopædia Britannica, en https:// www.britannica.com/ y con https://www.ngenespanol.com/historia/cual-es-el-origen-del-arbol-de-navidad-y-como-se-hizo-una-tradicion/ National Geographic. También con la decoradora Charlotte Cowell, de Pelargonium for Europe and Stars for Europe.
Deseo para el próximo año. . .
Se va otro año. Trescientos y picos de días vividos apenas. Me preguntan qué deseo para el próximo:
* Deseo que las lágrimas que lloré rieguen la tierra y den agua a los que aún carecen de ella.
* Deseo que las lágrimas que lloré, no agreguen sal a mi pena y que no me agregue pena por sentir la pena que le causo al que ve mi pena.
* Deseo que las lágrimas que lloré a escondidas, pueda hacerlo bajo las hojas del árbol y sin esconderme por vergüenza de ser débil por llorar.
* Deseo para el próximo año que la ira, el enojo, la rabia, la bronca...cambien de color y sabor. Que no me retuerzan tan adentro, ¡que liberen mi corazón!
* Deseo para el próximo año poder mirarme yo a los ojos y ver una mujer que logró ser más buena.
* Deseo para el próximo año que mi risa brote rápido, aún sin motivo.
* Deseo para el próximo año que risas y sonrisas florezcan en mis labios y contagien todo y a todos.
* Deseo para el próximo año que no haya peligro de extinción de viejas especies, como ser las palabras y frases "gracias", "por favor", "permiso", "adiós preciosa".
* Deseo para el próximo año tener más fuerzas para trabajar más y mejor.
Y para aquellos a los que les ha sido negado el placer y el orgullo de ver que es cierto que "el sudor de tu frente" les da pan, les da pertenecía, les da hijos propios o ajenos que aprenderán que a los peces hay que pescarlos y no esperar a que nos caigan en las manos, que ellos también puedan sentir ese orgullo.
Y deseo para el próximo año que esas manos, además de aprender a trabajar, aprendan a acariciar y no a golpear. ¿Es mucho pedir? El año trae muchos días para que podamos todos nosotros, todos juntos, entablar y ganar la diaria contienda. Así, será posible mirar de frente al 2024. Enfrentarlo con esperanzas renacidas.