Por: Mgtr. Eugenio Martín De Palma (*)
Por: Mgtr. Eugenio Martín De Palma (*)
Cuando uno piensa la ciudad para dentro de cincuenta años una de las reacciones es recordar cómo era la ciudad cincuenta años atrás. No obstante, todos sabemos que los próximos cincuenta años, seguramente, no serán lineales a los cincuenta años pasados; del mismo modo, fue lo que sucedió tiempo atrás. Los tiempos se aceleran y potencian, y por ello, creo que en los próximos cincuenta años veremos cosas inimaginables.
Me limitaré aquí a dos temas sobre los cuáles, entiendo, son los pilares en los que debiera sustentarse la proyección de la ciudad en los próximos cincuenta años: uno referido a la ciudad en sí misma y su desarrollo; y el otro, la ciudad y la universidad como punto de encuentro para su potencial desarrollo.
Respecto de la primera consideración, entiendo tendremos una ciudad cada vez más inteligente (Smart City) en la medida que se vaya incorporando más el uso de la tecnología de manera intensiva en donde se hacen más eficientes los bienes y servicios a partir de un uso innovador y transversal. No obstante, el gran desafío de la ciudad de Santa Fe es que podamos lograr esa eficiencia con el bienestar de todas las personas que la habitan. Por ello, el rol del estado municipal para generar las condiciones de una ciudad más integrada será decisivo.
Me imagino una ciudad que en los próximo cincuenta años haya podido resolver temas tan sensibles como vivienda, agua potable y cloacas; accesibilidad, menor contaminación, limpieza. Deberá tener un rol protagónico el transporte público y se incrementará el uso de medios de transporte limpio como la bicicleta, el monopatín o la moto eléctrica.
Esto va a requerir de políticas públicas coordinadas entre los distintos partidos políticos y la coordinación de esfuerzos entre el municipio, la provincia y la nación.
Deseo una ciudad más amable y participativa que logre resolver la integración y comunicación entre el este y el oeste, el sur y el norte. En donde las "periferias" dejen de ser tal para ser nuevas configuraciones urbanas de posible desarrollo y participación de quienes las habiten.
La reciente pandemia aceleró el uso de tecnología de manera intensiva. Creo, debiéramos capitalizar toda esa experiencia, de manera inteligente.
Los nuevos emprendimientos inmobiliarios en los alrededores de la ciudad, van generando nuevas conformaciones y escalas territoriales con urbanizaciones en los alrededores del área metropolitana. Algo poco pensado tiempo atrás. "Pequeñas ciudades dentro de la gran ciudad". Estas nuevas configuraciones requieren de planificaciones de comunicación y servicio que hagan amigable a la ciudad. Seguramente, a través de las tecnologías 5.0 y futuros desarrollos, algunas carencias de infraestructuras podrán ser resueltas por sistemas "ciberfísicos".
Creo, espero y deseo una ciudad en donde sus habitantes tengan una mejor vida, es decir, una vida más sana, más armónica, linda y vivible.
En cuanto a la relación de la ciudad y la universidad puedo de decir que su rol es sustancial, pues la educación superior sigue abriendo puertas, tanto para el desarrollo de la ciudad y el progreso de su sociedad, así como, para el empoderamiento individual y la vinculación global en el campo de las ideas y las nuevas teorías.
También, aquí, las circunstancias originadas por la pandemia aceleraron tiempos en donde la educación superior hizo un giro copernicano centrándose más en el estudiante, receptiva de las demandas y más conectada con un uso más intensivo de las TICs.
Además, la educación superior es un vehículo extraordinario para sumar "embajadores" en el mundo de nuestra ciudad. Estos embajadores son alumnos extranjeros y propios de los programas de movilidad e intercambio que año a año nos visitan y que tomará, cada vez más, volumen en los próximos tiempos, en cuanto algunas barreras y dificultades de comunicación y altos costos puedan ser resuelto y por ende los programas se hagan más masivos.
Será recíproco el enriquecimiento, a partir de la riqueza de otras partes del mundo cuando nuestros jóvenes tengan experiencias académicas de un semestre o determinados períodos. Este es un potencial enorme para un desarrollo más inclusivo de la ciudad en un mundo global.
Finalmente, quisiera concluir con una reflexión del papa Francisco en su mensaje a los jóvenes cuando los convocó al evento "Economy of Francesco", celebrado reciente en Asís durante el mes de septiembre, en donde los motivaba a "practicar una economía diferente, la que hace vivir y no mata, que incluye y no excluye, que humaniza y no deshumaniza, que cuida la creación y no la depreda". Dicho mensaje, nos obliga a pensar un desarrollo de nuestra ciudad centrada en la persona y su educación.
(*) Rector de la Universidad Católica de Santa Fe.
Los nuevos emprendimientos inmobiliarios en los alrededores de la ciudad, van generando nuevas conformaciones y escalas territoriales con urbanizaciones en los alrededores del área metropolitana. Algo poco pensado tiempo atrás. "Pequeñas ciudades dentro de la gran ciudad". Estas nuevas configuraciones requieren de planificaciones de comunicación y servicio que hagan amigable a la ciudad. Seguramente, a través de las tecnologías 5.0 y futuros desarrollos, algunas carencias de infraestructuras podrán ser resueltas por sistemas "ciberfísicos".