Estimado señor, me complace enviarle esta antigua (amarillenta) carta escrita en catalán que usted seguramente podrá hacer traducir, sabiendo que se ha interesando por la historia del Hotel Ritz de Santa Fe.
Estimado señor, me complace enviarle esta antigua (amarillenta) carta escrita en catalán que usted seguramente podrá hacer traducir, sabiendo que se ha interesando por la historia del Hotel Ritz de Santa Fe.
Como le dijera por teléfono, mi tío abuelo estuvo varios años por esa ciudad que yo no conozco pero mucho quisiera. También le envío una antigua postal que él despachara junto, por si de algo sirviera.
Muy atentamente. María J. Ruiz García.
"La meva estimada mare:
Aquí su hijo que tanto la quiere y extraña, para contarle algunas cositas que he vivido en estos días.
Al llegar a estos lugares de Santa Fe de la Vera Cruz me estaba aguardando el hermano de Carlos, tal como habíamos arreglado. Él se portó muy bien y me ayudó a conseguir rápido traballo.
Desde hace una semana me exerceixo en un nuevo y gran Hotel de esta ciudad, se llama Ritz Santa Fe.
Usted lo viera, es maravilloso. No hay en toda Barcelona hotel tan hermoso.
Presenté como antecedentes mi traballo en la posada del Justo Balbuena y eso bastó y sobró. Es que como por estos sitios no hay mucha gente avezada en hospederías en seguida se me van contractar. Eso me puso muy alegre, lo tome como una buena señal de nuestra madre de Montserrat.
Yo treval mañana y noche en el mostrador de recepción y me encargo de llevar los huéspedes a sus dormitoris también.
El Hotel es nuevo y muy bonic, la gente que en el treballa es muy grata pero no sabe mucho de la atención y los dueños se ven obligados a discutir y despedir muy a menudo.
Los dueños son paisanos de Mallorca, y han sido muy buenos. Hasta me adelantaron el jornal para poder hospedarme en una residencia que queda a pocas quadres de este Gran Hotel Ritz.
Poco conozco todavía de la ciudad pero el hermano de Carlos algo ya me mostró y prometió llevarme pronto a hacer un gran largo recorrido por la ciudad y la campiña.
La calle principal se llama San Martín y es donde está el Hotel Ritz; termina en un muy bonito parque con un lago y un bosque donde la gente se sienta a tomar sol, frente a lo que llaman Casa de la Gobernación.
Del Hotel al Norte a seis quadres hay un grandísimo Boulevard muy arbolado y con preciosos bancos a cada lado para que la gente repose. Esta grandísima avenida termina en un Puente de Hierro que se llama Puente Colgante. La gente se saca fotos y lo tienen como un monumento importante, alrededor de él hay otro lindo parque repleto de estatuas y flores de muchos colores.
Hace unos días lo he caminado hasta el puente de hierro con una compañera de traballo del Hotel Ritz que se dedica a la limpieza de dormitoris. Ella se llama Anabel y vino de un pueblo de Italia cercano a Verona. Me cuesta un poco entender lo que habla, pero de a poco la estoy ayudando, junto con el resto de la gente del Hotel, a charlar en castellano.
Es también muy bonita, está acá con su madre ya que su padre y su hermano han muerto en la guerra del 14.
Hay en esta ciudad mucha gente de distintos lugares. Españoles los que más pero Catalans no tantos. Al pasar por una plaza he visto un restaurant que hace comida gallega pero como cuando salgo del Hotel ya es muy de noche, siempre lo encuentro cerrado. Cuando lo vea abierto entraré a comer y en la próxima carta seguro le contaré más novedades. Extraño mucho sus menjares, sobre todo los de cuchara.
Por todo lo que le conté entederá mare que me encuentro muy bien y muy contento en esta tierra tan lejana. Sigo pensando que sería muy bueno que usted y las niñas vengan un tiempo por aquí, estoy muy seguro que les gustará.
Yo les añoro mucho y no veo el momento de que volvamos a estar todos en la familia.
Bueno, me despido ya, es que no quiero que se ponga triste. Pido disculpas por el apresuro es que debe usted saber que escribo en el mostrador de recepción del Hotel Ritz Santa Fe y a la hora de la siesta donde los hospedados se encuentran descansando. Pero veo que uno de los hermanos dueños viene entrando por el portón principal. Seguramente me preguntará por cuántos clientes se han registrado hoy y cuántos se han marchado y si las niñas de la limpieza han bien hecho su labor.
Un beso a usted, a Mari, a Claudi, a Luisa y al pequeño Josep y un deseo de verlos pronto.
Posdata: Santa Fe es una muy hermosa ciudad.
Joan Joseph
24 de agosto de 1938".