¿Se fue Sain? Sí, se fue del Ministerio de Seguridad. Dimitió como titular del área y Omar Perotti le aceptó la renuncia. Y se percibe, desde entonces, una actitud deliberada y permanente desde el gobierno provincial por instalar públicamente la certeza de lo que, se presume, es una obviedad: Marcelo Sain ya no está. Lo dicen los voceros cuando aseveran "Sain ya fue; ya está". Y lo dijo su propio sucesor y hasta hace dos semanas, parte del equipo. Recién asumido, Jorge Lagna prometía "profundizar" el plan de seguridad que había comenzado a trazar Sain en la provincia, pero a poco de ello, comenzó – al menos desde lo discursivo – a tomar distancia. "Van a ver a un ministro mucho más en la calle que el anterior. Y que la gente sienta que cuando protesta, el funcionario no se enoja, sino que escucha, toma nota y trata de llevar una solución", dijo, en una declaración a la prensa. Y en otro diálogo con los periodistas fue más directo aún: "El ciclo Sain terminó". Lagna ocupó su primera semana de gestión en reestablecer vínculos; se autodefinió como "dialoguista" y prometió hablar no sólo con los legisladores, sino con todos los actores. Ya en sus primeros días, incluyó audiencias con el intendente de Rosario, Pablo Javkin; y con el Arzobispo de esa arquidiócesis, Eduardo Martín. Esta semana hará lo propio en Santa Fe.
La insistencia oficialista por reforzar la idea de que "la era Sain terminó", se contrapone con la obstinada actitud opositora de advertir que el ex ministro seguirá interactuando casi como un funcionario en las sombras, desde el Organismo de Investigación. Sain había tomado licencia como director del área para asumir como ministro. Y ahora, el Frente Progresista y otros sectores de la oposición, quieren evitar que retorne. Para eso, le pidieron por nota al Fiscal General Jorge Baclini que se abstenga de restituirlo; y generaron expediente en el marco del proceso de juicio político contra Sain, que promueve la diputada nacional Lucila Lehmann. El peronismo disiente con ello; entiende que la investigación es administrativa y que por ende se agota con la renuncia del funcionario. La oposición insistirá, y tratará de mantener en agenda el tema todo el tiempo que sea posible, aun cuando el juicio político no se termine de sustanciar. La estrategia de resistencia de la oposición encuentra su fundamento en lo expresado por el diputado socialista Pablo Farías: "No tenemos garantías de que Sain vaya a desempeñar su función (en el Organismo de Investigación) de forma independiente y no arbitraria. Él ha dado muestras de todo lo contrario; no tenemos garantías de que no vaya a utilizar este cargo para seguir haciendo política y política partidaria", expresó.
Y es frente a ese planteo que el oficialismo recupera a Saín; se deshace del discurso de "la era terminada", y azuza a los opositores diciéndoles que "es el miedo" el principal promotor de la resistencia ejercida para que Sain no vuelva al Ministerio Público de la Acusación. De eso habló el ministro de Gestión, Marcos Corach. A través de las redes sociales, se preguntó si "no es el miedo lo que explica este esforzado intento (de la oposición) de alejar al ex ministro Sain de su cargo (en el Organismo de Investigación) concursado en buena ley. ¿No será – continuó- que tienen tanta cola de paja que desesperan por operar, estigmatizar y quitar del medio al responsable de que hayan salido a la luz los vínculos y la imperdonable connivencia del gobierno socialista con el mundo criminal?". La historia permanece con final abierto...