Por Prof. Daniel Silber
Nuestra Historia
Por Prof. Daniel Silber
Transcurría el año 1935, en plena Década Infame (1930-1943). La intervención nacional llevada adelante durante la presidencia conservadora de Agustín Pedro Justo, con la perversa excusa de que la aplicación de la Constitución Provincial de 1921 –socialmente avanzada para la época- era nula, terminó con la interesante experiencia reformista y progresista del gobernador santafesino Luciano Molinas, cuyas principales características delineamos al final de nuestra entrega anterior.
La intervención conservadora a la provincia de Santa Fe, en realidad, tenía su dimensión o alcance nacional, ya que no solo involucraba cuestiones internas meramente provinciales, sino que también estaba enfocada en las elecciones nacionales de 1937. Estas últimas eran necesarias para que el oficialismo en el orden nacional (el "justismo") pueda asegurar sus electores en favor de la Concordancia, el acuerdo conservador. Asimismo, las distintas intervenciones "federales" fueron generando el escenario propicio para la llegada de Manuel de Iriondo a la gobernación de Santa Fe (1937-1941).
En ese contexto argentino surgen las primeras organizaciones populares contra el antisemitismo. En la actualidad existe en Argentina la Idisher Cultur Farband-Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina -también conocida como ICUF-, cuyos orígenes datan de aquel tiempo y en dicho contexto. Hoy en día se trata de una federación de instituciones judías no sionistas con sede en la ciudad de Buenos Aires, Lanús, Ramos Mejía, Córdoba, Rosario, Santa Fe, San Miguel de Tucumán y Mendoza, así como de grupos adherentes en Paraná, Concordia, La Plata, San Juan, Resistencia, San Carlos de Bariloche, El Bolsón, Rafaela, Moisés Ville, Salta, Ushuaia y otras localidades de todo el país.
Las raíces de la ICUF a nivel nacional, que se hunden en lo más profundo y genuino de las tradiciones combativas y antifascistas de la colectividad judía argentina, pueden rastrearse no solo en las instituciones sociales, de beneficencia, clubes deportivos, escuelas, bibliotecas, grupos culturales, periódicos que lo constituyeron en 1941, sino también en la participación de sus fundadores en numerosas iniciativas de ese carácter. Una de ellas es la fundación de la Organización Popular contra el Antisemitismo. Dice al respecto el historiador marplatense Geronimo Boragina:
"Hay que reconocer a numerosas organizaciones -Organización Popular contra el Antisemitismo, comités barriales, bibliotecas judeoargentinas, secciones sindicales judías- que fueron una vanguardia en la difusión y la lucha popular contra el fascismo. Es muy probable que la propia historia judía los hacía más receptivos a descubrir o anteponer su defensa ante lo que se venía a nivel mundial, pero es notorio este adelantazgo de los judeoargentinos(…)" . (*)
En el marco del auge y la consolidación de regímenes y fuertes movimientos nacionalistas o totalitarios, corporativistas, autoritarios en toda Europa, la política argentina se "internacionaliza". Sucede que las referencias a modelos de organización social, política o intelectual del exterior se vuelven moneda corriente en la vida política nacional y en las reflexiones sobre el destino de la nación. Ya desde un temprano 1932 es posible observar la aparición de un importante movimiento antifascista a través del Comité contra la Guerra Imperialista, que llevará en 1933 a realizar en Montevideo el Congreso Antiguerrero Latinoamericano.
En esos momentos también se van constituyendo diversas organizaciones de solidaridad con los perseguidos por el fascismo, como el Comité de Ayuda a las Víctimas del Fascismo en España, casi como réplica-filial local de su análogo parisino, presidido internacionalmente por el profesor Henri Wallon, e integrado en Buenos Aires por socialistas, socialistas obreros y comunistas. En esa orientación, también nace la filial local del Comité Mundial de Ayuda a las Víctimas del Fascismo, que presidía Romain Rolland y estaba integrado por políticos e intelectuales radicales, socialistas, demócratas progresistas y comunistas.
De igual modo fueron surgiendo otras organizaciones de carácter antifascista y frentista, en las que convergían distintas corrientes del pensamiento liberal-democrático y de izquierda, como ser el Comité Contra el Racismo y el Antisemitismo (que se transformará en uno de los espacios más amplios y representativos de las fuerzas políticas antifascistas), la Asociación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores (que será el ente más importante de la lucha antifascista en la década de 1930 y principios de los años cuarenta) y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
Cada una de esas organizaciones respondía a la concepción del Frente Popular, o sea la unidad de todos los sectores antifascistas con el objetivo de enfrentar y derrotar a la "bestia parda". No hay que olvidar que el 11 de setiembre de 1933, los sectores progresistas de la colectividad judía habían impulsado la creación en Buenos Aires, pero con filiales en todo el país, de la Organización Popular contra el Fascismo y el Antisemitismo (OPFA), en la que participaban numerosos intelectuales y personalidades destacadas de diversos ámbitos (universitarios, sindicales, sociales, estudiantiles).
El objetivo de la OPFA, que funcionaría a pleno hasta 1943 y estaba liderada por Pinie Katz, no era solamente la lucha contra el antisemitismo, sino también contra el fascismo en su sentido más amplio, siendo pionera en este tipo de actividades. Su origen se debe al oscuro clima político tanto nacional como internacional, caracterizado por el vertiginoso ascenso del fascismo y las persecuciones de los que las comunidades judías eran objeto.
Originalmente la denominación de la entidad hacía hincapié en su antifascismo, pero se eliminó lo de "antifascista" y quedó como Organización Popular contra el Fascismo y el Antisemitismo. La intención, con este último nombre, era la de ampliar su radio de acción y poder realizar así actividades conjuntas con la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas -fundada en 1935 y popularmente conocida como la DAIA-, sin comprometer a esa entidad con aquella posición. Sin embargo, la alianza entre ambas instituciones resultó muy efímera, según consigna Mundo Israelita el 15 de febrero de 1936.
Como parte de la intensa actividad desarrollada por la OPFA, estaba la edición de los boletines "Alerta contra el antisemitismo" y "En guardia contra la xenofobia" (editados entre 1936 y 1941), los que frecuentemente eran reproducidos por el periódico Clarinada, la publicación de la derecha católica, antisemita y anticomunista como táctica para "desenmascarar" el vínculo entre los judíos y el comunismo. Tal era la furia de Clarinada que Marcos Meerof, por aquellos años secretario y mentor de la OPFA, procesó por injurias antisemitas e incitación al pogromo al director de ese pasquín, el racista Carlos Silveyra, logrando que la justicia argentina lo condene en 1941.
En el curso de los años 1935 y 1937 se publicó el boletín "¡Alerta contra el fascismo y el antisemitismo!" y entre 1937 y 1942 los siguientes libros: "El Plan de Hitler" (1935), "El Congreso de la solidaridad de los pueblos, realizado en Paris" (1937); "El nazismo en evidencia y las democracias americanas en peligro: la internacional pardo-fascista atenta contra nuestra soberanía" (1938); "El nazismo, enemigo de las instituciones: lo que reveló la reciente investigación en 1941" y "El antisemitismo: instrumento de los enemigos de la Patria" (1941) y "La voz argentina contra la barbarie" (1942), material este, en el cual se compiló numerosas expresiones de denuncia del exterminio por parte de personalidades de la política argentina.
Muchas de estas publicaciones eran bilingües, pues se realizaban tanto en castellano como en idish. Tal es el caso de Oif der Waj (¡En Guardia!), publicado entre 1934 y 1941 con una frecuencia quincenal. Tanto "¡Alerta!" como "¡En Guardia!" publicaban artículos referidos al nazismo, al antifascismo, a la represión gubernamental y el antisemitismo a través de una serie de colaboradores, la gran mayoría de ellos como manera de militancia social y política.
(*) Para mayor información, ver: http://www.cazarabet.com/conversacon/ fichas/ fichas1/ boragina.htm.
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