En la ronda de preguntas de cada jueves en Casa Rosada, el autor de esta nota quiso saber si la portavoz presidencial no encontraba una dicotomía en el comportamiento del presidente Alberto Fernández que abrazó a Milagro Sala, pero no tuvo ningún gesto oportunamente hacia familiares de víctimas de inoperancia o impericia estatal, como Solange, en Córdoba, o Abigail, en Santiago del Estero. Una vez más, Gabriela Cerruti apeló a la mentira y a la evasión.
“El presidente no suspendió la agenda de ayer”, dijo al comenzar. En un intento de desviar el foco de la consulta, apeló a mostrar errores en la formulación de la misma. E ironizó: “No sé qué agenda tenía usted del presidente que viera que se había suspendido a la mañana”, acusó. Lo cierto es que la única agenda presidencial a la que tiene acceso El Litoral es la que envía oficialmente el área que maneja la propia Cerruti. Allí, anteayer por la noche, se indicaba que el miércoles Alberto Fernández tenía una única actividad. Fue lo que canceló para abrazar a la condenada Milagro Sala. Es decir, suspendió su agenda.
“Ayer fue un día histórico. Su diario así lo marca hoy en la tapa”, siguió Cerruti haciendo alusión al convenio firmado entre el gobernador Omar Perotti y el gobierno nacional por la deuda y que fue destacado en la edición matutina impresa de El Litoral. Con esa oración inició una serie de sugerencias hacia este periodista, insinuando que era pertinente seguir el ejemplo del medio y tratar el acuerdo entre los gobiernos. Lo cierto es que omitió ver que el autor de ese artículo era precisamente quien le estaba preguntando.
En medio del tenso momento, la funcionaria cometió un error insólito. Dijo que, luego de la escapada a Jujuy, “el presidente volvió al mediodía a la Argentina”, como si Jujuy fuera territorio extranjero.
Como Cerruti no respondió absolutamente nada de la pregunta realizada, Rodrigo Jorge –colega acreditado para radio Mitre– reafirmó que el presidente no cumplió la agenda para viajar a Jujuy y fue más allá con su pregunta: “¿Por qué el presidente no viajó a visitar a la familia del trabajador camionero que fue asesinado en una protesta?”. Cerruti habló, pero tampoco respondió.
Por ahora, los familiares de Solange Musse, Abigaíl Jiménez y Guillermo Jara, como tantas otras víctimas, tendrán que conformarse con el abrazo a Milagro Sala.