Jueves 20.5.2021
/Última actualización 18:24
El Ministerio de Educación giró este miércoles a escuelas públicas y privadas una circular para definir las pautas con las que se deberá transitar este período de diez días de educación a distancia. La medida rige para los establecimientos de los departamentos La Capital, Rosario y San Lorenzo; además de las localidades de Rafaela, María Teresa y Villa Minetti. En las próximas horas se sumarían otros distritos. Según dijo la ministra de Educación, Adriana Cantero, la disposición plantea cuáles serán las organizaciones que las escuelas deberán mantener.
"Lo que le estamos pidiendo a los directivos es que organicen al personal en equipos docentes porque las escuelas tienen que permanecer abiertas para sostener el vínculo pedagógico con los alumnos y alumnas, independientemente de que tengan recursos para la virtualidad o no. Si no los tienen, se debe coordinar la entrega de materiales, la convocatoria a pequeños grupos con los alumnos de las trayectorias más fragilizadas para buscar cuadernillos, para hacer una consulta, para buscar libros y para sostener la comunicación entre estudiantes y docentes durante estos días", explicó. La funcionaria se planteó como premisa "no perder a ningún alumno; tenemos que organizar, además, el servicio alimentario que es esencial, a través de los módulos. Y tenemos que construir información relevante, que el Ministerio utiliza luego para tomar decisiones", planteó.
- ¿La idea es sustituir las clases presenciales por clases virtuales diarias, o eso queda a criterio del docente?
- Aquí van a tener libertad pedagógica los equipos directivos que conocen sus contextos y las disponibilidades de cada grupo. Donde esté el recurso digital y la posibilidad del espacio virtual, hay que ponerlo en actividad y hay que trabajarlo con las recomendaciones didácticas que rigen para todas las escuelas. Y donde ese recurso no esté, hay que habilitar otro tipo de comunicación que mantenga vivo el vínculo con los chicos, mediado por los recursos disponibles.
- ¿Si los docentes tienen que concurrir a las escuelas, todas tienen garantizado el equipamiento para sostener el vínculo de manera virtual?
- Todas las escuelas están preparadas para mantener el vínculo en la distancia porque esto está previsto ya desde principios de año. Se trata de protocolos y formatos analizados, porque ya sabíamos que en el despliegue de la pandemia era posible que tuviéramos este dinamismo de ingreso a la presencialidad o de pausa para el trabajo en la distancia. Este movimiento es parte del aprendizaje que las organizaciones educativas tienen que hace.
- ¿Podrían adelantarse o suspenderse las vacaciones de invierno?
- En este momento, en este ministerio no estamos pensando en las vacaciones de julio pero como siempre digo, esto es día a día. Vamos mirando, trabajando con la incertidumbre y tratando de construir las mejores decisiones en cada momento; ahora, estamos tratando de ver cómo sostenemos la comunicación en aquellos lugares en los que se ingresa a la distancia masivamente, cuidando los niños que tienen más vulnerados sus derechos. Y después estaremos pensando en cómo le damos continuidad a los procesos de evaluación de contenidos que habrá que asegurar. Es probable que se puedan sumar más localidades a la suspensión de la presencialidad; estamos en un tiempo crítico.
- ¿Es casi una frustración tener que llegar otra vez a la suspensión de la presencialidad?
- Si me preguntan una opinión personal, es casi una frustración ver que los chicos hicieron un esfuerzo de aprender a vivir y habitar la escuela con protocolos y que la sociedad no los acompañe con los cuidados que hay que tener fuera de la escuela. El adulto no ha estado a la altura de las circunstancias y no valoró el esfuerzo que las generaciones jóvenes están haciendo. Los chicos y jóvenes están aprendiendo una ética ciudadana nueva, con una mirada colectiva sobre el cuidado de todos.
- ¿Esa reflexión cabe también para los padres que salieron a la calle a protestar para rechazar la suspensión de la presencialidad?
- Me parece que no están comprendiendo la situación en la que estamos. No se trata de una medida pedagógica, sino sanitaria que impacta también sobre la escuela y obliga a hacer un aporte más para reducir la circulación. No está bueno que le mostremos a los chicos que nos seguimos reuniendo al menos para protestar.
"Es casi una frustración ver que los chicos hicieron un esfuerzo de aprender a vivir y habitar la escuela con protocolos y que la sociedad no los acompañe con los cuidados que hay que tener fuera de la escuela"