Luis Rodrigo
politica@ellitoral.com
El mensaje ingresó al Senado. Pide la autorización para completar las inversiones previstas dos años atrás -negociaciones mediante- en la “lista de la felicidad”.
Luis Rodrigo
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El Poder Ejecutivo Provincial envió un proyecto de ley al Senado, en el que pide la autorización para tomar deuda en el exterior por U$S 500 millones. El gobernador Miguel Lifschitz busca recursos para completar inversiones en obras públicas que -con una deuda por el mismo monto- inició en 2016.
La inciativa de la Casa Gris -que ingresó formalmente a la Cámara en la última sesión- pide a la Legislatura la “actualización” del monto establecido en el artículo 1º de la Ley Nº 13.543, aprobada dos años atrás.
Poco se entiende del mensaje del Ejecutivo a los senadores, sobre todo del justicialismo, si no se recuerda el debate que terminó con al sanción de aquella norma.
Marcó la cancha
Fue la primera pulseada importante entre el mayoritario bloque del PJ en la Cámara alta y el tercer gobierno del Frente Progresista, Cívico y Social. Por entonces, el gobernador Lifschitz pidió vía libre para endeudar a la Provincia por hasta U$S 1.000 millones, pero el primer capítulo de aquella novela terminó con una autorización por la mitad, U$S 500 millones.
Ahora comienza a escribirse el segundo capítulo de una historia que se inició dos años atrás, con el pedido de un monto similar.
En aquella negociación, los senadores peronistas y los funcionarios de Lifschitz acordaron -entre otras cosas- llevar a cabo el endeudamiento en dos etapas, definir de manera conjunta la lista de obras a realizar (para lo que también incluyeron a sus pares del oficialismo) y establecer un mecanismo de monitoreo para cotejar costos, inversiones y plazos.
Gonzalo Saglione y Pablo Farías, los ministros de Economía y de Gobierno, debieron concurrir varias veces a hablar con los 11 senadores del PJ, entre mayo y junio de 2016. En la mesa alargada del bloque trazaron los términos de la relación entre el Ejecutivo y los legisladores de la mayoría.
Hubo un acuerdo por la gobernabilidad -que siguió bajo los términos de lo que habían logrado ambas partes durante el gobierno de Antonio Bonfatti- que incluyó bastante más que ese endeudamiento.
Liberó el flujo de recursos de la Casa Gris para el Fondo de Fortalecimiento Institucional del Senado (que respalda los subsidios que entregan los 19 senadores y el presidente de la Cámara) y aseguró la relación que ha visto hasta aquí. Hoy está claro que una reforma constitucional (con o sin reelección) no fue parte de aquel temario.
Anexo A
Las obras que debe realizar la provincia en los 19 departamentos fueron el motivo principal por el que se hizo llamativamente extensa la negociación.
Cuando se sancionó la Ley 13.543 en el Senado hubo hasta último momento agregados, tachaduras y notas a pie de página en su “Anexo A”, donde consta la lista -muy someramente expresada- de inversiones.
Pronto esa nómina (títulos de obras sin números) fue más interesante que el cuerpo normativo de la ley, y por los pasillos de la Legislatura (como ocurre en el Congreso cuando se trata la ley de Presupuesto) se lo bautizó como “la lista de la felicidad”. Quedar fuera de ella era inaceptable.
Como el gobierno previó 1.000 y sólo se aprobaron 500 millones de dólares, y como se agregaron muchas más obras en pos del consenso, todos supieron que lo presupuestado superaba los recursos asignados.
El jefe del bloque del justicialismo Armando Traferri (PJ-San Lorenzo) dijo luego de una de aquellas duras reuniones, en junio de 2016: “Los U$S 500 millones son $ 7.500 millones, que junto a los $ 11.000 millones ya aprobados en el presupuesto, suman $ 18.500 millones para ejecutar en obra pública este año... Es mucho. Si logran ejecutar todo eso, para lo cual hay tiempo material, en 2017 les habilitamos otros 500 millones de dólares”, resumió Traferri.
A comisiones
Como es de práctica, el texto que pide el endeudamiento pasó a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales y Legislación General de la Cámara de Senadores.
Desde el punto de vista formal, el gobierno pide la modificación parcial del artículo 1º de la Ley citada, de manera que en lugar de quinientos diga mil millones de dólares, tal como decía en 2016.
La “lista de la felicidad” contiene 193 obras, de las que 141 se encuentran en situaciones muy distintas. Las hay con ejecución completa (terminadas), en ejecución, con contrato firmado con el contratista, adjudicadas, en proceso de licitación o con proyectos elaborados listos para licitar. “El monto de presupuesto actualizado para dicho grupo de obras representa un 129% del monto autorizado por la citada ley”, indican los fundamentos del mensaje del Ejecutivo.
“Si incorporamos al análisis el presupuesto de las 52 obras restantes del citado anexo y las proyecciones inherentes a los normales procesos de redeterminación de precios por aplicación de la Ley Nº 12.046 de todas las obras comprendidas en el Anexo de la Ley Nº 13.543, resulta evidente que el monto previsto en el artículo 1º de la citada ley es insuficiente para atender la totalidad de las obras detalladas en el señalado Anexo A”, dice.
Así, “para dar atención completa al financiamiento de los costos actualizados de la totalidad de obras previstas”, más otras “que se incorporan mediante el artículo 2º del presente proyecto”, resulta necesario incrementar en 500 millones de dólares el monto establecido”, indica.
La clave
Devaluación
En junio de 2016, cuando se aprobó un primer endeudamiento, con aquellos U$S 500 millones se compraban unos 7.500 millones de pesos, porque la divisa norteamericana se cotizaba en casi $ 15. Hoy con esa cantidad de verdes -y el dólar a $ 21,50- son unos 10.750 millones en moneda argentina.