La sugerencia de la Casa Rosada era que los gobernadores asistan a la reunión en San Miguel de Tucumán de traje oscuro para la foto oficial en la histórica casa donde en 1816 se declaró la Independencia. A diferencia de aquel acontecimiento, Santa Fe estuvo presente en Tucumán con su gobernador, Maximiliano Pullaro, quien desoyó la sugerencia y usó el ambo gris topo en un signo de rebeldía. También el salteño Gustavo Sáenz se mostró díscolo utilizando el poncho característico de su provincia. Al gobierno nacional le interesó finalmente la foto y los organizadores del acto tuvieron que aceptar la vestimenta elegida por cada mandatario.