“Creo que esa manera de actuar forma parte de la misma estrategia que utilizaron desde 2003 en adelante para construir su poder”. Foto: Archivo El Litoral
"Cuando Néstor Kirchner entró a la Esma y dijo que era la primera vez que el Estado pisaba ese lugar, demostró su absoluta ignorancia. Eso ya había ocurrido, por ejemplo, con la investigación de la Conadep", ejemplificó la dirigente.
“Creo que esa manera de actuar forma parte de la misma estrategia que utilizaron desde 2003 en adelante para construir su poder”. Foto: Archivo El Litoral
Carlos Claá
politica@ellitoral.com
Especial para El Litoral
“Este gobierno utiliza los Derechos Humanos como propaganda. Aparecieron con la ardiente fe de los conversos”, denuncia Graciela Fernández Meijide, una de las voces más autorizadas para hablar del tema. Y completa: “Pero se pasaron de boca. Cuando Néstor Kirchner entró a la Esma y dijo que era la primera vez que el Estado pisaba ese lugar, demostró su absoluta ignorancia. Eso ya había ocurrido, por ejemplo, con la investigación de la Conadep”.
A 30 años de la vuelta de la democracia, la ex integrante de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH) hace un análisis del pasado y de la situación actual del país: “La gente aprecia más a la democracia. Lo importante ahora es si nos conformamos con una democracia de baja intensidad -donde las leyes están pero no se cumplen, donde hay organismos de control que no controlan y donde la corrupción no es un delito imprescriptible- o hacemos algo para mejorarla”.
Fernández Meijide asegura que el kirchnerismo agita las banderas de la destitución como forma de defensa ante las críticas de los medios y la oposición. “Creo que esa manera de actuar forma parte de la misma estrategia que utilizaron desde 2003 en adelante para construir su poder. El populismo, apoyado por el filósofo de cabecera de los Kirchner, Ernesto Laclau, y la creación de enemigos”, explica. Luego, completa: “Pero pienso que la sociedad va a defender la democracia con todo lo que pueda. Lo hizo en 2001 cuando estuvimos al borde de la crisis, y no se dio el paso hacia el enfrentamiento. Y lo hace cada vez que, no sintiéndose bien representada por las instituciones decide salir a la calle a reclamar. Por lo tanto, es muy difícil imaginar que alguien esté pensando seriamente en un golpe”.
Construir enemigos
En ese sentido, la ex diputada y ex senadora nacional continúa: “Ante las posibilidades de fin de ciclo, utilizan la cuestión de la destitución que, si uno lo piensa, no es más que la estrategia de construir enemigos que se puso muy densa cuando atacaron al campo. Cada tanto vuelven con ese tema, yo creo que con escasa posibilidad de repercusión, porque la gente está pensando en aquello que le preocupa directamente, como la inseguridad o la inflación”.
Ante cada debate que se formula alrededor de los Derechos Humanos, Fernández Meijide es una fuente obligatoria de consulta y opinión. Por eso, tras la difusión del video donde se pudo ver a Juan Cabandié discutiendo con una inspectora de tránsito y recalcándole que él se “bancó la dictadura”, la ex miembro de la Conadep no dudó en calificarlo en diferentes medios como un “nene inmaduro”. “Hablamos de un diputado que se niega a firmar una boleta de tránsito diciendo que es hijo de desaparecidos. Es como si el muchacho no hubiera crecido”, criticó Fernández Meijide a través de Radio La Red.
Historia
Durante la última dictadura, su hijo Pablo, de 17 años, fue secuestrado por el gobierno militar. Desde ese día, aquella profesora de francés salió a buscarlo con una gran determinación y coraje, y se transformó en una luchadora incansable. “Me encontré con que no tenía recursos ante la Justicia. No se contestaban los Hábeas corpus, ni se nos respondía dónde estaban los desaparecidos. La democracia se anuló, se la basureó y se la pisoteó”, explica, y luego agrega: “Nos pusieron en situación de defender los derechos primarios. Defender el derecho a la vida, a la libertad y a la integridad física”.
Para explicar las causas que llevaron al país a la última dictadura militar, Fernández Meijide publicó este año “Eran humanos, no héroes”, un ensayo en el que a través de entrevistas, investigaciones y experiencias personales, la autora busca los fundamentos de tantas decisiones desacertadas en el pasado. “En el libro explico que aquellos eran jóvenes, pero que militaban políticamente, en una época de militancia fuerte. Y que muchos de ellos (no todos) apresuraron los tiempos ingresando por un atajo, que fue la lucha armada, para llegar al poder y abandonaron la política. En el caso de Montoneros, concretamente, dejaron en manos de Perón la política y ellos pusieron y tomaron vidas”, le expresa a El Litoral.
“Lo que nos ocurrió tuvo una serie de influencias internas y externas. Nuestra juventud se vio impregnada de la lucha de Argelia, Vietnam, China y, principalmente, Cuba. Instalaron los mismos métodos de lucha, como la guerrilla urbana, sin pensar que el nuestro no tenía nada que ver con esos países”, comenta Fernández Meijide.
Antes de cerrar la entrevista, la militante de los Derechos Humanos enfatiza: “Tenemos que conocer la historia y los porqués, no sólo para no repetir el pasado, sino también para pensar qué queremos para el futuro. Y lo que es peor, no tenemos que alimentarnos haciendo un idealismo de aquello que pudo pasar”.
“Ante las posibilidades de fin de ciclo, utilizan la cuestión de la destitución que, si uno lo piensa, no es más que la estrategia de construir enemigos que se puso muy densa cuando atacaron al campo”.
“Nuestra juventud se vio impregnada de la lucha de Argelia, Vietnam, China y, principalmente, Cuba. Instalaron los mismos métodos de lucha... sin pensar que el nuestro no tenía nada que ver con esos países”.