Militares: la mitad de la escala salarial está debajo de la línea de pobreza
Es un problema que genera malestar en medio de una situación compleja a nivel general en infraestructura, equipo y adiestramiento. Datos del relevamiento realizado en una Unidad Militar.
Los ánimos entre quienes visten uniforme militar están por el piso.
Los militares argentinos asisten a la población civil ante cualquier vicisitud. Eso mientras se adiestran para cumplir con su principal objetivo: defender la soberanía nacional. En ese camino, ellos están dispuestos a ofrecer sus vidas si fuera necesario. Vale destacar que se trata de una de las pocas profesiones de dedicación exclusiva, es decir, no pueden apelar a un desarrollo económica extra de ningún tipo. Sin embargo, ante semejante vocación, no son bien recompensados por los representantes de esa Nación que defienden con cuerpo y alma. Un repaso por la escala salarial vigente, contrastada con los índices de los organismos oficiales da cuenta de ello.
Recientemente, según datos del INDEC, se supo que la canasta básica total alcanzó $119.757 y se estableció allí el punto de inflexión que marca si una persona supera o no el límite de pobreza. En el caso de los uniformados del Ejército Argentino, la Fuerza Aérea y la Armada Argentina hay 20 grados o jerarquías. Van desde Voluntario o Marinero de 2da “En Comisión” hasta Teniente General, Almirante o Brigadier General, según la Fuerza que integren, siendo grados homólogos.
En el caso de los Oficiales, un Capitán o Teniente de Navío recibe mensualmente $124 mil pesos y supera por muy poco el piso. Esto significa que el personal que se desempeña con los tres grados precedentes está debajo de la línea de pobreza. No es menor destacar que, para llegar de Subteniente, Guardiamarina o Alférez a Capitán hay más de 10 años de carrera. Es decir, una década de pobreza asegurada.
Al analizar los Suboficiales y Soldados, estos últimos reciben haberes menores a $72.000. Esto significa que todos los Soldados (de cualquiera de los tres escalafones de Voluntarios) de las Fuerzas Armadas reciben al menos un 40% menos de lo necesario para no ser considerados pobres. Los Suboficiales, finalmente, sólo superan mínimamente el piso de la canasta básica desde el grado de Sargento Ayudante, Suboficial Primero o Suboficial Ayudante (según la Fuerza) cuando perciben un haber de $120.000. Las cuatro jerarquías previas tienen salarios que no cubren la canasta.
El caso de un regimiento
Según un estudio realizado en una Unidad de Combate modelo, de una Brigada modelo del Ejército Argentino - que llegó a manos de este autor - se realizó una minuciosa proyección que refleja la realidad de los integrantes de las Fuerzas Armadas y sus propias familias. Refleja lo expuesto más arriba.
El documento indica que el 45% del personal militar relevado (considerando la situación de su grupo familiar, si corresponde) está por debajo de la línea de pobreza, en relación con los valores de la canasta básica. Quienes se encuentran más afectados en ese punto, son los Suboficiales, seguidos por quienes revisten como Soldados Voluntarios y finalmente por el personal de Oficiales. Es muy preocupante, del mismo modo, que – con la misma relación – el 16% esté por debajo de la línea de indigencia.
Esa situación lleva también a los uniformados a una crisis propia en su núcleo familiar: el 64% posee préstamos personales y el 10% está embargado.
En medio de todo eso, como ya publicó El Litoral oportunamente, la brecha salarial entre militares y policías, que el gobierno promete incansablemente equiparar, va del 60% al 81% entre jerarquías del mismo nivel en los respectivos escalafones. El análisis de la situación merece un espacio aparte.
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