Partiendo de la estimación de que la producción mundial de plásticos en 2020 superó los 500 millones de toneladas anuales, lo que implica un 900% más que los niveles de 1980, en el planeta proliferan métodos para poder desarrollar nuevos materiales reutilizando productos plásticos. El sector rural no es la excepción, ya que el uso de silobolsas se ha extendido a lo largo y a lo ancho de las zonas productivas y hoy reviste un gran problema la disposición final de ese material.
Mientras se conocen cada vez más casos de enterramiento de los plásticos, se sabe que sólo alrededor del 25% de los residuos plásticos que se generan en el campo son reciclados en la región. Para intentar contrarrestar este fenómeno un equipo de investigación del Laboratorio de Materiales de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se fijó el objetivo de desarrollar un material que pueda dar lugar a paneles similares a las chapas para revestir techos de comederos para aves y ganado porcino, y no descartan incluso la chance de que dichos paneles puedan servir para el uso residencial.
El equipo en cuestión recibió un fondeo clave para iniciar los trabajos de laboratorio de parte de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación (Asactei). El capital servirá puntualmente para la puesta en marcha del programa de escaldo. Se trata de poco más de 2 millones de pesos, a lo que se suma un monto similar de parte del mismo equipo para la experimentación.
“El programa de escalado permitirá obtener un material que sea capaz de ser producido en serie para, en principio, las cubiertas de techo de criaderos de porcinos y aves. De todas maneras no descartamos que el producto en cuestión pueda destinarse para uso residencial también”, expuso la ingeniera química Silvina Regenhardt, que está al frente del equipo de trabajo.
Si bien en la provincia de Santa Fe existen algunas plantas de reciclado de silo bolsas, aún resultan insuficientes para recuperar el 100% de lo que se consume. “Hay una dificultad importante que es el costo del flete. Termina siendo muy caro trasladar los residuos muchos kilómetros para reciclarlos y la gente en el campo los entierra o los descarta en algún sector del lote. De ahí es que la iniciativa no solo apunta a la posibilidad de crear el material en cuestión, busca la adaptabilidad del modelo de fabricación para que sea rentable producir los paneles con material reciclado en plantas cercanas a los lugares donde se generan los residuos. “Creemos que es posible que proliferen inversiones públicas o privadas que eventualmente puedan producir en serie el producto en cuestión. A eso apuntamos”, planteó Regenhardt.
De acuerdo a lo que anticipó la docente e investigadora del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica de Santa Fe (Incape) -dependiente del Conicet- “el objetivo final es obtener piezas por moldeo o por extrusión de un material compuesto de características y propiedades similares o mejoradas respecto a la chapa de zinc tradicional utilizando plásticos reciclados provenientes del agro evitando la generación de mayores elementos con impacto ambiental negativo”.
El material no solo se valdría de plástico reciclado, la mixtura incluye experimentar con fibras naturales que se consiguen en la región. “Buscamos trabajar sobre la producción de materiales a partir de plásticos reciclados y distintas fibras de refuerzo disponibles en la región, por ejemplo la cáscara de arroz. De esta manera, se espera obtener un producto con alto valor agregado y un gran potencial comercial, que a su vez reemplace productos similares”, añadió la investigadora.
El programa de escalado se activó a partir de que la startup cordobesa Urbano Girsu, dedicada al trabajo de reciclado de desechos en ciudades, contactó a los académicos santafesinos para intentar solucionar la problemática de los plásticos de silo bolsa enterrados en el campo. “Es un desafío muy interesante y fundamental para morigerar el impacto que generan en la región los denominados plásticos de un solo uso destinado para el trabajo agropecuario”, puntualizó.
Sólo alrededor del 25% de los residuos plásticos que se generan en el campo son reciclados en la región.