Fuerte estrés hídrico en el centro oeste de Santa Fe: al campo le faltan 250 milímetros
Las lluvias del lunes fueron insuficientes para el sector agrícola. En el departamento San Martín se registraron precipitaciones por debajo de los 15 milímetros.
El agro empieza a sentir con fuerza la falta de agua en el centro oeste de Santa Fe.
El agro empieza a sentir con fuerza la falta de agua en el centro oeste de Santa Fe. El mes de septiembre cerró con valores muy escasos que se arrastran desde mayo. Y las ilusiones que despertaron los pronósticos del fin de semana para este último lunes se evaporaron cuando los pluviómetros recibieron la gota final. En promedio se registraron entre 10 y 15 milímetros en el departamento San Martín. “Hoy están faltando 250 milímetros en la región”, le dijo a este medio Gustavo Almada, jefe de la Extensión Rural del INTA Carlos Pellegrini.
La tierra sigue sufriendo la falta de agua, los trigos ya perdieron su potencial, productores se llenan de incertidumbre para encarar la siembra de maíz y otros empiezan a pensar directamente en la soja, siempre suplicando al cielo que “abra el grifo”. Es que las lluvias de las últimas horas fueron escasas en el centro oeste provincial y la decepción se apoderó nuevamente del sector. “Los registros dieron cuenta de que en promedio hubo entre 10 y 15 milímetros. Son valores muy bajos respecto a la expectativa que teníamos”, se lamentó el ingeniero agrónomo.
El fenómeno de la Niña se hace sentir y la primavera empieza a anticipar que la sequía podría profundizarse. Lo que pareció ser un año prometedor, llegando al primer semestre se desdibujó por completo. De acuerdo a los registros del INTA Carlos Pellegrini, septiembre dejó en la región sólo 10 milímetros, un nivel histórico muy bajo para esta época. “Venimos arrastrando un déficit importante en todo el 2024 y ya estamos pisando la primera quincena de octubre. Es muy preocupante la situación que atravesamos”, consideraron desde el organismo.
Pero el panorama se torna más desesperante cuando los números fríos se observan sobre la mesa. Los dos primeros meses del año fueron esperanzadores en el centro oeste y mostraron su potencial llovedor: se registraron cerca de 300 milímetros. Mayo hizo su aporte. Pero a partir de allí todo fue desilusión para el campo. “Venimos de más de 120 días sin lluvias. El calculo que hacemos es que estamos 250 milímetros detrás de lo que deberíamos tener actualmente”, recalcó Almada.
El fenómeno de la Niña se hace sentir en el campo y la primavera empieza a anticipar que la sequía podría profundizarse.
En las recorridas por los diferentes lotes esparcidos en todos los puntos cardinales, los trigos hacen notar la crisis hídrica. “Hoy se encuentran espigando, formando granos, y no llegan a los 50 centímetros”, reconoció el ingeniero agrónomo. Por eso explica que el “potencial de rendimiento se perdió”.
Observando el horizonte próximo, desde la Extensión Rural aclararon que quienes no lograron sembrar maíz hasta el momento podrán animarse a ingresar a los lotes con estas últimas precipitaciones, pero también deberán considerar un dato no menor: la chicharrita. “Es una espada de Damocles en la cabeza y no sabemos qué va a pasar”, deslizaron.
Por eso Almada proyectó que, pasando por alto este último cultivo, productores ya empiezan a poner sus esperanzas en la soja. Claro, para eso será necesario que las lluvias digan presente en las próximas semanas. “Considerando que estamos en un año Niña, las probabilidades de precipitaciones para este último trimestre son menores al promedio normal”, concluyó.
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