Una persona murió y 14 resultaron intoxicadas al asistirlo en la guardia nocturna del nuevo hospital de Coronda, luego de que ingiriera un poderoso veneno para quitarse la vida.
Un vecino de 31 años del paraje Palo Azul, ubicado en el extremo sureste de la ciudad, en zona suburbana, ingirió veneno para quitarse la vida. Cuando intentaron salvarlo en el hospital, 14 empleados comenzaron a tener síntomas de intoxicación.
Una persona murió y 14 resultaron intoxicadas al asistirlo en la guardia nocturna del nuevo hospital de Coronda, luego de que ingiriera un poderoso veneno para quitarse la vida.
El hecho ocurrió cerca de las 21.15 de este lunes cuando luego de un llamado telefónico de parte de personal de la Comisaría 13ª de Arocena, dando aviso de que una persona en el barrio Palo Azul, paraje ubicado en el extremo sureste de Coronda limitando con aquella localidad, había ingerido veneno.
Ante esto, una unidad del SIES 107 se llegó hasta el barrio, ubicado a unos 10 kilómetros centro de la ciudad, y derivaron al hombre, de 31 años, vecino del lugar, al centro asistencial. Lamentablemente cerca de las 23 falleció, pero eso no fue todo…
La policía del Grupo de Operaciones Tácticas fue informada por la directora del nosocomio, Bioq. Silvina Finochietti, que debido a que el malogrado hombre fue asistido y tocado por una gran cantidad de personas en el intento desesperado de salvarle la vida, un total de 14 empleados comenzaron a sentirse descompensados, con vómitos, dolor de cabeza muy fuerte y otros síntomas, motivo por el cual se realizó una consulta al Hospital de Toxicología de la ciudad de Buenos Aires, desde donde aconsejaron el traslado y asistencia inmediata de todos los trabajadores y la evacuación de toda el área por donde el cuerpo fue movido.
Esto generó la derivación de los afectados al área de toxicología del Hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe.
Posterior a eso, la policía se entrevistó con el hermano de la persona fallecida, y tenía en su poder una carta donde anunciaba lo que iba a hacer, mientras que en la vivienda del hombre, había quedado dentro de un horno de barro, un vaso con la sustancia ingerida horas antes.
Debido a la peligrosidad manifiesta de esa sustancia, se convocó a los Bomberos Voluntarios de Coronda que llegaron hasta el lugar, y vertieron el líquido en un frasco esterilizado y lo embalaron. En consecuencia fueron convocados los Bomberos Zapadores de la Unidad Regional I para que efectúen el traslado del cadáver a la morgue de Santa Fe y analicen el producto que generó semejante caos en el hospital, además de haber actuado fatalmente sobre el vecino.
Cabe destacar que el hombre trabajaba como empleado en una quinta de frutillas, por lo cual no se descarta que haya utilizado algún elemento insecticida, pero eso será tarea de investigación.