El Litoral
La trombofilia no es una enfermedad, aunque es un trastorno de coagulación que afecta a alrededor del diez por ciento de los argentinos, sin distinción de sexo: es un factor de riesgo de trombosis y -en particular para las mujeres gestantes- de pérdida de embarazos. En el marco del tratamiento de una ley nacional, diversas organizaciones se abocan a concientizar sobre la importancia de una detección precoz y, sobre todo, de la cobertura del tratamiento por parte de las obras sociales.
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En este sentido, se desarrolló en la tarde del viernes una charla debate, auspiciada por el Concejo Municipal de Santa Fe. Yanina Libra, titular de la agrupación Trombofilia y Embarazo Santa Fe, indicó “hoy existen protocolos de salud que indican que vos tenés que perder tres embarazos para luego ser estudiado” y lo que se busca es “concientizar sobre esto para no tener que perder tres embarazos y luego tener un bebé”.
Yanina, quien tiene ahora dos hijos pero perdió seis, manifestó que sus embarazos “fueron todos pérdidas tempranas”. “Fue un camino muy difícil, muy doloroso en busca constante de un diagnostico que no llegaba, nunca teníamos un motivo, hasta que dimos con los médicos correctos y pudimos tener dos hijos, por suerte, vivos”, lamentó. Y añadió que lo que se pretende con la aprobación de la ley nacional es que “esa búsqueda del diagnostico que es con un simple análisis de sangre sea realizado en mueres en cierta edad fértil para poder llegar a tener el diagnóstico antes de perder bebés y no tener que ver morir unos hijos antes para poder tener otros vivos”.
En cuanto al costo de los análisis, Libra consideró que -al igual que el tratamiento (que consiste en inyecciones diarias de heparina)- “es un poco costoso”, “pero si vos lo comparás con el costo que tienen las pérdidas, los legrados, los partos prematuros o las cesáreas que tenés que tener de tus hijos muertos, más tratamiento psicológico, las pérdidas de los días laborales, las internaciones...si sumás todo eso la verdad que no es para nada costoso, porque vos comparás un costo económico y además que le sumás un costo emocional que no se te va nunca en la vida”, reflexionó.
La ley de trombofilia fue votada por unanimidad en el Congreso de la Nación en noviembre de 2015, aunque el presidente Mauricio Macri la vetó. Al día de la fecha, las obras sociales no están obligadas a cubrir los gastos de la detección de trombofilia, y son pocos los laboratorios que realizan el análisis en el país. Sin embargo, el tratamiento sí está contemplado en el P. M. O., pero muchas obras sociales lo retacean. En este sentido, Yanina destacó la necesidad de incorporar a los profesionales de la salud al debate: “queremos trabajar en conjunto con los médicos porque nosotras somos la parte que recibe el tratamiento, pero la parte que da el tratamiento que son los profesionales de salud, son los que nos tienen que indicar y son ellos los que tienen que estar de acuerdo con esto, por eso queremos llegar a a un acuerdo”, concluyó.