En 30 años, las emisiones contaminantes del sector sanitario podrían triplicarse
Una de las claves para frenar este posible escenario sería descarbonizar la cadena de suministros del sector de la salud, donde se estima que concentra más del 80 % de los gases que tienen impacto climático negativo. Pero la economía global debería acompañar.
Descarbonizar sin resentir la equidad en la atención sanitaria. Ese es el desafío que enfrenta el sector salur para los próximos años.
"En un informe de 2021 que se llama "Hoja de ruta para la descarbonización del sector salud", modelamos cómo se vería la huella climática si nada cambia: de aquí a 2050 las emisiones en salud podrían más que triplicarse. Entonces, el balance es cómo lograr que el sector pueda seguir creciendo para atender a todas las personas sin triplicar las emisiones". La proyección es de Andrea Hurtado, gerenta del programa de cambio climático de Salud sin Daño para América Latina, que fue entrevistada por El Litoral.
Para la especialista, debe ponerse en la balanza el contexto de justicia climática, y de acceso y equidad en salud, a través de trayectorias de descarbonización diferentes para los sistemas de salud de países desarrollados y de países en desarrollo. Para ello se plantean siete acciones de alto impacto en tres vías de acción, para llegar a cero emisiones en el sector salud hacia 2050.
- Por el planeamiento de la entidad científica en la materia que es el IPCC que establece que si queremos mantener el aumento de la temperatura promedio global en 1,5° para finales de este siglo tenemos que reducir a la mitad las emisiones de toda la economía global para el 2030 y alcanzar emisión cero para 2050.
Si el sector de la salud se quiere alinear con esos objetivos, que vienen del acuerdo de París, tiene que ordenarse, reestructurarse y repensarse para llegar a cero emisiones en 2050. Planteamos que eso no es solo posible sino también benéfico para los propios sistemas de salud, su eficiencia y reducción de costos y no tiene que suceder en detrimento de la calidad de atención a los pacientes.
El sector de salud tiene que actuar en tres niveles: liderando con el ejemplo en el control de sus propios establecimientos y operaciones y descarbonizar en la medida de lo posible. En segundo lugar, descarbonizar la cadena de suministro donde se estima que concentra más del 80 % de sus emisiones. Y la tercera, que no es menos importante, es el rol del sector salud como agente de cambio para que las y los profesionales eleven su voz en espacios de decisiones de políticas públicas y exijan la descarbonización general de la economía y de la sociedad.
- ¿Es costoso para los centros de salud adaptarse a estas modalidades climáticamente inteligentes?
- Es difícil responder de manera general. Para los hospitales que son miembros de la red hemos desarrollado una calculadora de emisiones y tenemos muchos miembros en América Latina y el Caribe que la están usando. Vimos que el nivel de emisiones cambia de acuerdo con varios factores: de la zona climática donde se encuentre, de qué tan viejos son los edificios y qué tan bien aislados están, del nivel de complejidad y especialidades de cada uno.
Hay intervenciones costo-efectivas como la implementación de medidas de eficiencia energética y la instalación de generación por renovables dentro de los propios hospitales y centros de salud porque hay un retorno de inversiones muy rápido.
Hay otras que posiblemente requieran una inversión inicial fuerte, por ejemplo cuando se tienen que hacer ajustes de infraestructura de protección. Ahí el argumento es que cada dólar invertido en adaptación representa 10 ahorrados en reaccionar al impacto.