El Litoral
La importancia de la inuculación para prevenir el cáncer de cuello de útero, entre otros. Mirá la entrevista.
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Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 660 millones de personas están infectadas con alguna de las variantes del Virus de Papiloma Humano (HPV, por sus siglas en inglés) en el mundo. Este virus afecta muy frecuentemente tanto a hombres como a mujeres y existen más de 100 tipos, de los cuales 40 afectan a la zona genital y/o anal. Es tan común, de hecho, que 4 de cada 5 hombres y mujeres sexualmente activos contraerán al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida.
A partir de estos datos, Andrea Uboldi, subsecretaria de Primer y Segundo Nivel de Atención en Salud, explicó de qué se trata el virus y la importancia de la prevención tanto con la vacuna- para niños y niñas de 11 años- como con el papanicolau en mujeres sexualmente activas.
“Es un virus que está presente y que se trasmite de persona a persona. Necesariamente cuando uno lo adquiere no tiene que presentar sintomatología sino que uno se infecta y a partir de ese momento hay un interjuego entre las defensas del cuerpo y el virus y si nuestras defensas están sólidas y fuertes lo eliminamos. Esto sucede con el 80% de la población, el restante 20 % no puede combatir este virus y se empieza a alojar en capas muy profundas de nuestro cuerpo- en el caso de la mujer en el cuello uterino- y empieza a lastimar las celulas y se mete dentro de ellas provocando una lesión”, manifestó la funcionaria provincial.
En ese sentido agregó que “está demostrado que este virus es condición necesaria para el cáncer de cuello de útero y otros cánceres ginecológicos involucrados como el de ano, pene y orofaríngeo. Es por eso que lo que se trata de hacer es disminuir la posibilidad de infectarse y es ahí donde la vacuna tiene un rol preventivo” y remarcó que “es importante aclarar que no todos tiene la misma capacidad, sí aquellos que tienen comprometidas las defensas”.
“Ya se contaba con un método secundario de prevención del cáncer que es el papanicolau pero la ciencia avanzó hasta prevenir tener el virus con lo que es la estrategia de vacunación por eso la edad en la que comenzamos a vacunar es a las 11 años y está relacionado con anticiparse a lo que puede ser una sexualidad activa mucho más adelante”, indicó Uboldi.
Respecto del esquema de vacunación detalló que “para las niñas que tienen menos de 14 años es de dos dosis y para aquellas que tienen más de 15 años son tres dosis. En este año se incorporó también la vacunacion de calendario para los varones (para protegerlos a ellos de riesgos pero sobre todo como una protección de rebaño, disminuyendo la infección en una persona masculina quiza la pareja femenina va a tener menos riesgo de infectarse) y el esquema es exactamente igual: menores de 14 años dos dosis y mayores tres dosis”.
Por último, se reifiró a las dificultades que hubo durante el año con la distribución de las vacunas pero aseguró que “en este momento está regularizada la situación así que es un buen momento para insistir en que todos los niños nacidos en el 2006 que no se vacunaron o les falta la segunda dosis deben concurrir a vacunarse”.