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La medida alcanza al ex secretario general, Marcelo Maglianesi y al ex síndico, Osvaldo Pradolini. En tanto, se revocó la medida para el contador Miguel Ángel Sikh.
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El juez de la Cámara de Apelación Penal, Jorge Andrés, confirmó el procesamiento por administración fraudulenta contra el expresidente del Club Atlético Colón, Germán Eduardo Lerche y los ex dirigentes Marcelo Maglianesi y Osvaldo Pradolini, todos acusados de haber provocado una crisis institucional y financiera a la entidad del barrio Centenario que provocó la abrupta salida de la comisión directiva en diciembre de 2013.
El fallo de Cámara que tiene fecha del último viernes 24 de agosto, confirma parcialmente la resolución recurrida, al tiempo que rechaza los planteos de nulidad formulados por dos de las defensas. En tanto, el Dr. Andrés resolvió revocar el procesamiento dictado al contador Sikh, al considerar que éste, al no formar parte de la comisión directiva, no tenía el deber de velar por los intereses de la institución.
Lerche, Maglianesi, Pradolini y Sikh, habían sido procesados el 18 de septiembre de 2017 por el juez de Instrucción Darío Sánchez, a cargo del Juzgado N° 2 donde se tramita la causa. El Dr. Sánchez procesó además al ex vicepresidente de la entidad Rubén Moncagata y el ex tesorero Carlos Alberto Marín, aunque éstos últimos no apelaron la resolución.
A Lerche, Moncagata, Marín y Maglianesi les fue atribuida la figura delictiva de “administración fraudulenta” en calidad de coautores. En tanto a Pradolini, que fue considerado coautor de la defraudación, también se le atribuyó la figura de estafa. Mientras que a Miguel Ángel Sikh se lo imputó como partícipe principal de defraudación por administración fraudulenta.
A grosso modo, la denuncia investigada por el Ministerio Público Fiscal y motorizada por la querella en representación de los intereses de la entidad deportiva, enrostraron a Lerche y su comisión haber provocado durante su gestión (2008-2013) un desfalco por $ 25.000.000.
Tras su procesamiento, la mayoría de los imputados apeló el procesamiento. El 19 de diciembre pasado fue admitido el recurso de apelación y la audiencia se celebró el 22 de febrero último en los tribunales locales.
La defensa de Lerche había cuestionado la validez del proceso porque se le había negado “declarar por escrito y no se produjo prueba de descargo ofrecida en sus declaraciones” entre otros descargos. En tanto Fiscalía y querella sostuvieron la confirmación de la medida adoptada por el juez Sánchez.
La querella, representada por los abogados Ricardo Calvo Arrazola y Leandro Corti, cuestionó el “perjuicio patrimonial” a Colón, puesto que “se ha acreditado” que en su comienzo la gestión Lerche “tenía un saldo positivo de casi $ 1.000.000, y al finalizar un saldo negativo de $ 24.000.000”.
A modo de síntesis, el juez Jorge Andrés se refirió a “la profusa documental secuestrada en la causa”, y la pericial contable, considerada “determinante” a los fines de la investigación, puesto que “dio cuenta del estado patrimonial al momento en que asumió el cargo y cuando finalizó el mismo”. Pero además recordó “el número de cheques librados que fueran rechazados y anulados, sin poseer los fondos suficientes por elevadas sumas de dinero, y aquellos librados al portador sin que se vinculen a alguna operatoria; los subsidios entregados a la entidad que no fueran rendidos a los organismos oficiales; los pagos efectuados a los representantes por encima de los usos de plaza; operaciones que no fueron autorizadas por la Comisión Directiva y que no cuenta con documentación respaldatoria; la apertura, depósito y extracción de dinero de cuentas bancarias, por fuera de la reglamentación interna de la entidad; o en la falta de registración o registración menor a la debida de ingresos económicos a la entidad. A ello se le suma no haber llevado libros contables (algunos de ellos de carácter obligatorio), situación que abonaron al estado de confusión y desmanejo de los fondos de la entidad. De igual manera, tal como sostienen los representantes de la acusación, como integrante de la Comisión Directiva ha refrendado el pago del alquiler de un departamento en Puerto Madero para uso personal de Germán Eduardo Lerche y su familia”, completó.
Si bien la mayor responsabilidad pareciera recaer sobre los hombros del ex presidente, la Justicia entendió que Maglianesi -secretario general de la entidad- “era el colaborador inmediato del presidente en las tareas de gestión” y que por ende “conocía claramente sus obligaciones”. no obstante lo cual “permitió que otros integrantes de la CD y él personalmente, llevaran adelante actos infieles a su deber de administración, gestión y control del patrimonio societario”.
Similar análisis realizó en torno al síndico Pradolini. “Tenía el deber de fiscalizar las cuentas, balances, informes, valores, fondos y documentos, y elaborar informes trimestrales”, por lo que “su conducta debe encuadrarse dentro de lo que se denomina un delito de infracción de deber, donde debía llevar adelante conductas de control y fiscalización que omitió”.
En definitiva, “permitió que se llevara adelante un uso abusivo del patrimonio del Club Atlético Colón, fuera de lo permitido por las normas sociales”.
“Paradigmático”
El juez Jorge Andrés dijo en su resolución del viernes pasado que “se debe resaltar como paradigmático” que en la llamada “causa de la Virgen de Colón” en la que Lerche y Maglianesi solicitaron la suspensión del juicio a prueba, se comprometieron a la donación de un microscopio para la Fundación Mateo Esquivo, en el Área de Oncología, del Hospital de Niños de esta ciudad.
“Sin embargo, paradójicamente, el dinero con que se adquirió el microscopio se abonó con un cheque de la cuenta corriente que poseía el Club Atlético Colón en el Banco Credicoop”, sostuvo.
“En otras palabras, además de utilizarse indebidamente fondos de la entidad para un proceso penal que los tenía como imputados sin ningún tipo de justificación y/o autorización societaria, el dinero provino de la propia víctima en cuyo favor se llevaba adelante la reparación del daño”.
Cheques voladores
A Sikh se le enrostró haber participado durante los años 2008 a 2013 de la administración fraudulenta que habrían llevado adelante Lerche y los otros en perjuicio del Club Atlético Colón. “Su participación se habría ejecutado recibiendo cheques librados contra las cuentas corrientes que poseía la entidad en el Banco Credicoop Coop. Ltdo. y Santander Río S.A., en operatorias que ascienden en su valor nominal a un valor de $ 10.761.871”.
Sin embargo, para el camarista Andrés su situación “difiere sustancialmente” ya que “no pesa sobre él ningún deber de fidelidad o custodia sobre el bien jurídico lesionado” ya que nunca fue dirigente. Por ende “no considero que se hayan probado que existió participación de parte del nombrado”, refirió el juez.
Surge de su declaración que en su estudio contable “se llevaba adelante la operatoria financiera conocida como descuento de cheques (que también se habrían realizado en entidades financieras)”. “Esto es, se adelantaba el pago diferido de estos valores (en su declaración refiere a 6 o 7 meses), realizando un descuento de su valor total. De esta forma, la entidad lograba obtener liquidez para sus gastos corrientes, mientras que el nombrado lucraba con el cobro de intereses al anticipar el cobro del cheque”.