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El cuerpo de Rubén Darío Mendoza fue hallado flotando en las aguas del río Colastiné este viernes, poco antes del mediodía. Vecinos lo encontaron sobre la costa, a la altura de la calle Los Ibirá Pitá.
Tenía apenas 14 años y se domiciliaba relativamente cerca de donde hallaron el cadáver, en calle Los Urunday al 5100, del otro lado de la ruta provincial 1, todo en jurisdicción del distrito santafesino de Colastiné Norte.
El pequeño había desaparecido de su hogar el sábado 29 de junio, según una denuncia de su padre, un hombre de 68 años.
Desde entonces, familiares, amigos y allegados lo buscaban por toda la zona. “No es la primera vez que se va de la casa”, aclaraban. Con el paso de los días, la policía se sumó a las tareas de rastrillaje, inclusive con perros adiestrados.
Cuando personal de la Agrupación de Buzos Tácticos de la Unidad Regional I pudo retirar el cuerpo del agua, el médico observó que tenía signos evidentes de violencia.
El profesional habría constatado en ese examen preliminar que las piernas de la víctima habían sido atadas con un cable, a la altura de los tobillos. Aparentemente, también corroboró que presentaba traumatismos en la cabeza.
Asimismo, estimó que el cadáver había permanecido en el agua más de 72 horas.
El caso está siendo investigado por el fiscal Andrés Marchi, de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación.