Joaquín Fidalgo | [email protected]
Se trata de la pareja del hombre acusado de abusar de su sobrino, cuando era un niño de entre 6 y 9 años. Aseguró que tanto él como sus padres (abuelos del pequeño) son inocentes.
Joaquín Fidalgo | [email protected]
Se reinició este jueves el juicio oral por el caso Baraldo, en el que están imputadas tres personas por el supuesto abuso sexual de un niño, miembro de su propia familia.
La única declaración de la jornada fue la de María Ángela Sayago, la primera de los testigos ofrecidos por la defensa de los acusados.
Los imputados son Víctor Hugo Baraldo (abuelo de la presunta víctima), su esposa Nidia Noemí Morandini (abuela) y el hijo de ambos Juan Pablo Baraldo (tío). Según la denuncia, los tres cometieron estos delitos cuando el menor de edad -que hoy es adolescente- tenía entre 6 y 9 años.
Sayago es pareja de Juan Pablo Baraldo desde 2006, o sea que la relación entre ellos ya había comenzado cuando supuestamente ocurrieron los abusos.
Esta mujer contó que es santiagueña y que desde 2004 vive en la ciudad de Esperanza, donde estudia la carrera de veterinaria.
Relató que conoce al niño desde que cumplió 2 años y que siempre lo veía cuando visitaba a sus “suegros”.
Ella describió a la madre del pequeño, María Fernanda Baraldo, como “siempre conflictiva, especialmente con sus hermanos. Con sus padres la relación era buena, porque hacían todo para su bienestar. Nidia siempre le daba dinero para que se compre la moto y el auto”.
También mencionó cómo Fernanda terminó viviendo en la casa de su abuela materna y cómo sus padres hicieron que abandone el inmueble cuando quedó embarazada por segunda vez, ya en pareja con Carlos Gloor, padrastro de la presunta víctima. “Fernanda tenía interés en quedarse con esa propiedad”, aseguró.
Sobre las diferencias que existían entre los hermanos, ella señaló que “Fernanda siempre se ponía delante de toda la familia, por cosas materiales”. También dijo que el niño “vivía en casa de sus abuelos” y que había “desinterés” en el menor de parte de su madre.
Sobre el momento de la detención de Juan Pablo, recordó: “Irrumpieron en mi casa y me arrancaron mi pareja por algo que no es”. Luego, manifestó que cuando fue liberado sintió “un gran alivio, al igual que los vecinos. Estamos resistiendo toda esta mentira”.
“El niño era inquieto, alegre y se notaba que quería mucho a sus abuelos”, enfatizó más adelante.
Por último, aseguró que “es falso que el nene haya sufrido abusos de parte de Nidia, Víctor y Juan Pablo”, siempre bajo el interrogatorio de la abogada Alejandra Forte, quien a partir de ese momento le cedió el turno a su codefensor, Eduardo Jauchen.
Este profesional le preguntó cómo estaba tan segura de que los acusados eran inocentes. “Por sus valores como personas”, fue la respuesta.
Luego, Sayago contó que pudo ver el video de la segunda Cámara Gessel practicada a la víctima (cuando involucra a su abuela y a su tío). “No creo que sea posible lo relatado por el niño. Me resultó difícil ver el video. Ese chico no era el que yo conocí, estaba cambiado en su esencia. No era el mismo niño espontáneo de siempre. No me pareció sincero en ese momento. Pienso que se presentó con un discurso armado”, puntualizó.
Dudas
Luego de la participación de los abogados defensores, llegó el momento de los contrainterrogatorios.
El doctor Jauchen objetó prácticamente cada pregunta realizada por el fiscal Omar de Pedro, lo que obligó a reiteradas intervenciones del Tribunal -integrado por los conjueces Jorge Luis Silva (presidente), Alfredo Martín Olivera y Néstor Darío Pereyra-, que resolvió con autoridad cada cuestión.
“¿Cómo tuvo acceso a la Cámara Gessel?”, le consultó a Sayago el funcionario del Ministerio Público de la Acusación.
“Me la entregó el abogado que estaba antes en la defensa”, replicó la testigo.
“¿Qué la motivó a mirar la Cámara Gessel?”, repreguntó De Pedro.
“Curiosidad”, dijo Sayago.
“¿Esa curiosidad era para saber si había existido abuso o no?”, consultó el fiscal. “Sí”, respondió la mujer.
En el turno de la querella, hicieron preguntas tanto Martín Risso Patrón como Carolina Walker Torres.
En el final de su participación, la abogada le consultó a Sayago si alguna vez el niño, María Fernanda Baraldo o Carlos Gloor habían entrado al dormitorio de su casa (donde Juan Pablo Baraldo habría abusado del menor, según la denuncia). La mujer contestó que no. “¿Cómo es posible entonces que el menor conociera esa pieza?”, disparó Walker Torres. La pregunta nunca fue respondida. Luego de un breve silencio, el doctor Jauchen objetó y finalmente la querellante desistió de reformular la pregunta.