Desaparición en Arroyo Leyes: apelaron la condena por "irrazonable e injusta"
A poco más de un mes de la sentencia a 25 años de prisión por el doble homicidio, la defensa presentó un escrito en los que enumera diferentes agravios. Consideraron que el tribunal se basó en "indicios" y que la muerte de Benito Sosa y Estela Ríos no está acreditada.
Archivo El Litoral La condena a Daniel Vasilovski fue la primera en la provincia por un doble homicidio sin cuerpos.
La defensa del baqueano condenado por el homicidio de sus vecinos de Arroyo Leyes, cuyos cadáveres jamás fueron encontrados, apeló la resolución dictada el 22 de marzo último. Solicitan la absolución o una reducción considerable de la pena a 25 años de prisión impuesta, la cual consideraron "desproporcionada, irrazonable e injusta".
Los Dres. Javier Casco y Mario Guedes, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP) expusieron durante 18 páginas los distintos agravios en los que, a su entender, incurrió la resolución condenatoria de los jueces Sergio Carraro, Octavio Silva y José Luis García Troiano. En la misma, se impuso la pena de 25 años de prisión a Daniel Eduardo Vasilovski (43) por el "homicidio simple reiterado en dos oportunidades" de Benito Sosa y Estela Ríos.
El matrimonio fue visto por última vez la mañana del 19 de diciembre de 2017, cuando salían a pescar. Los fiscales Omar de Pedro y Andrés Marchi llevaron a juicio a Vasilovski a principios de marzo, y lograron la primera condena en la provincia por un doble homicidio sin cuerpos.
En los fundamentos de la sentencia, el tribunal sostuvo que "el acusado tuvo la ocasión, los medios y la intención de matar a Benito y Estela, y además firme decisión de deshacerse de sus cadáveres para evitar cualquier compromiso con los mismos, y nada hace pensar que pueda justificar tales desapariciones o que a ninguna otra persona se le pueden atribuir los crímenes".
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Los fiscales Omar De Pedro y Andrés Marchi pretenden que se condene a Vasilovski a 35 años por el doble homicidio de sus vecinos.
Meros "indicios"
Sin embargo, para los defensores "las pruebas producidas en las audiencias del juicio no acreditaron los hechos imputados con el grado de conocimiento (certeza) requerido para el dictado de una sentencia condenatoria".
En primer lugar señalaron, como lo han hecho repetidamente a lo largo del proceso, que "para el derecho argentino Benito Sosa y Estela Ríos no están muertos y, por el contrario, podrían estar vivos y/o aparecer en cualquier momento". No sólo "no se han podido encontrar los cadáveres" sino que "no hay partidas de defunción y ni siquiera existe una declaración judicial de fallecimiento presunto".
Además, con relación al delito por el que se condenó a Vasilovski (homicidio simple reiterado), resaltaron que el tribunal "se ha basado sólo en 'indicios', los cuales no constituyen medios de prueba y son totalmente insuficientes" y que "el decisorio en cuestión es totalmente huérfano de prueba directa alguna".
La mecánica de la muerte
Para Casco y Guedes "ha quedado acreditado que el Sr. Vasilovski no realizó ninguna actividad relacionada con la desaparición de la pareja Sosa-Ríos", ya que se enteró de esto por un vecino de Arroyo Leyes y, a su vez, "aceptó colaborar en la búsqueda".
"En el juicio no se ha producido ninguna prueba directa y concreta que corrobore que el acusado haya realizado la alegada muerte violenta de la pareja ni de qué forma. Se desconoce mínimamente el 'cómo', no se pudo valorar si la acción supuestamente desplegada pudo generar tal resultado o si los medios empleados eran idóneos para ocasionar aquel desenlace", destacó la defensa en su escrito.
Si bien en sus fundamentos el tribunal especificó que "seccionó sus cuerpos despojándolos de sus órganos, los cargó en el interior de la piragua y luego los arrojó al río", según los abogados "en el juicio no se ha producido prueba alguna al respecto" por lo que caracterizan de "especulaciones arbitrarias" las conclusiones del tribunal.
El móvil considerado por el tribunal para la comisión de los asesinatos, el supuesto rencor de Vasilovski para con Sosa porque le había quitado trabajos, "resulta claramente insignificante para llevar a cometer un hecho tan grave como homicidio". Así, la defensa se pregunta: "Una persona que a sus 40 años de edad nunca fue condenada por delito alguno ni tenía causas penales abiertas ¿de repente va a decidir matar a dos personas porque le quitan trabajo? Realmente no resulta verosímil".
En cuanto a la sangre hallada en el rancho "El Crespín", donde vivía Vasilovski, "no pudo comprobarse que fueran de Sosa o Ríos". Y remarcan "que fueron gotas, lo cual resulta incompatible con las conjeturas del Tribunal respecto de la supuesta faena que debió realizarse previamente a ocultar los cuerpos".
Por ende, "eventualmente, alguna persona pudo haber terminado con la vida de Sosa y Ríos, pero en el debate no se ha logrado demostrar que una supuesta muerte haya sido causada por el acusado Vasilovski".
Los defensores públicos Casco y Guedes solicitaron la absolución de su pupilo y, subsidiariamente, la aplicación del principio "in dubio pro reo" (ante la duda a favor del acusado). Además, señalaron que la pena de 25 años impuesta a Vasilovski "resulta desproporcionada, irrazonable y en definitiva, injusta", por lo que pretenden que, de no lograr la absolución, se reduzca el monto de la pena a 8 años de prisión.
Tras la presentación del escrito, la defensa espera que se les conceda el recurso de apelación y se fije audiencia para exponer los agravios antes mencionados.