Personal de la Agencia de Investigación Criminal detuvo el martes a un joven de 25 años, quien es sindicado como autor del homicidio de Aurelio Monzón (58).
Se trata de un joven de 25 años. Fue apresado en barrio Los Hornos de Santo Tomé.
Personal de la Agencia de Investigación Criminal detuvo el martes a un joven de 25 años, quien es sindicado como autor del homicidio de Aurelio Monzón (58).
Luego de diversas tareas de investigación, los agentes indentificaron al autor del hecho y lo detuvieron en una vivienda de calle San Martin s/n, de barrio Los Hornos de la ciudad de Santo Tomé.
Como es de rigor el apresado fue conducido a sede policial donde quedó a disposición de la fiscal que interviene en la causa, doctora Ana Laura Gioria.
El cuerpo sin vida de Monzón fue hallado la tarde del 6 de agosto por unos pescadores que realizaban su labor en la Laguna Setúbal, a la altura del club náutico Azopardo.
En aquella jornada se habló de una persona de mediana edad que, de acuerdo a las primeras observaciones presentaba gravísimas heridas en su cuerpo.
Las versiones iniciales indicaron que la víctima tenía un impacto de bala en el pecho, lesiones cortantes en el rostro, y otras heridas compatibles con un ataque a machetazos.
Además se observó en la escena otro detalle intrigante: los pies de la víctima estaban atados.
Y por si todo esto fuese poco, hubo otra particularidad que llamó por demás la atención de los pesquisas: el hombre tenía la lengua cortada, una lesión que puede encuadrarse en un claro mensaje del código mafioso.
Como es de rigor la novedad se comunicó a las autoridades de la Unidad Regional I, que de inmediato enviaron al lugar al personal de Investigaciones.
Monzón vivía en condición de indigente debajo del Puente Colgante y según se determinó tenía pedido de paradero desde fines de julio pasado.
Fue por esos días que un familiar del mencionado se presentó en sede judicial y denunció la desaparición del hombre.
La única certeza que se tuvo desde el comienzo de la investigación es que el infortunado fue blanco de un ataque criminal ejecutado con un ensañamiento pocas veces visto.