Joaquín Fidalgo
jfidalgo@ellitoral.com
La víctima, que tenía 21 años, conducía un auto que fue atacado a balazos. En el vehículo también iban su mujer, su madre y dos menores. El joven llegó muerto al hospital Mira y López.
Joaquín Fidalgo
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Un joven de 21 años fue asesinado este miércoles, en horas de la siesta, en las calles de barrio Faustino Sarmiento, en la zona noroeste de nuestra ciudad.
Fue una ejecución de tipo mafioso, ante de los ojos de varios familiares de la víctima, sus dos pequeños hijos entre ellos.
Se llamaba Juan Merlo y se domiciliaba muy cerca del lugar del crimen, en barrio Cabal.
Aproximadamente a las 15.30 de este miércoles, este muchacho manejaba un automóvil Chevrolet Meriva en el que también viajaban su madre, su esposa y sus dos pequeños hijos (un bebé).
Según indican algunas versiones, Merlo circulaba por calle Vieytes, en sentido este-oeste cuando habría observado que era seguido por una moto de baja cilindrada, a bordo de la cual se encontraban dos sujetos conocidos con los cuales estaba enfrentado.
Al llegar a la cuadra del 5000, sin intuir que los motociclistas querían acabar con su vida, el joven disminuyó la velocidad para pasar un lomo de burro.
En ese momento, los criminales se le pusieron a la par y comenzaron a disparar con un arma de fuego de grueso calibre.
Efectuaron al menos cuatro disparos, tres de los cuales hicieron blanco en Merlo: dos en la espalda y otro en la nuca.
Al ver a su rival fuera de combate, los sicarios aceleraron y escaparon hacia el oeste.
Por su parte, el conductor del auto cayó sobre el volante y no pudo evitar que su rodado impacte contra el cordón de la vereda.
A partir de allí, todo fue desesperación. Los vecinos se acercaron inmediatamente al lugar del hecho, alertados por los fuertes estampidos, y llamaron de manera insistente a la Central de Emergencias 911 para pedir una ambulancia que -aseguran- nunca apareció.
La mujer de Merlo también estaba herida en un brazo, pero para su fortuna sólo se trató del roce de un proyectil. La madre de la víctima también debió ser asistida, porque se desmayó en medio de una crisis de nervios.
Un familiar del herido llegó minutos después a la escena y sin perder tiempo corrió al conductor al asiento del acompañante y lo trasladó a gran velocidad hasta el Hospital Mira y López. Allí, los médicos constataron que Merlo ya no tenía signos vitales.
El caso está en manos de personal de la Sección Homicidios de la PDI, con al fiscal.