"¿Es Lisandro Cabral un héroe o un femicida?", interpelaron al tribunal del juicio por la muerte de Verónica Soulé, quien falleció en marzo de 2020 con más del 80% de su cuerpo quemado. La pregunta fue el centro de los alegatos de las querellantes Vivian Galeano y Laura Gerard, representantes de la mamá de la víctima durante el proceso.
Los jueces Nicolás Falkenberg, Sandra Valenti y Luis Octavio Silva escucharon el jueves los alegatos finales de los fiscales Alejandra Del Río Ayala y Matías Broggi y de las abogadas del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), quienes señalaron que "Lisandro Cabral es un femicida, y merece perpetua".
También alegó la defensa del hombre de 34 años, a cargo de los Dres. Diego Lorefice y Cintia Duarte, que pretenden lograr la absolución de culpa y cargo. Sostienen la versión que Cabral dio desde el primer momento: que debido a su decisión de separarse, su pareja -y madre de sus dos hijos- intentó suicidarse arrojándose alcohol y prendiéndose fuego en su domicilio de pueblo Casas. Falleció después de agonizar una semana.
Mirá también"Mirá lo que me hiciste hacer", el último reclamo del acusado por el femicidio de pueblo CasasEl tribunal dará a conocer su veredicto este martes 16 de agosto en horas del mediodía. La lectura de la sentencia se realizará en los tribunales de San Jorge, donde se desarrolló el debate.
Dos pruebas irrefutables
Durante el juicio se plantearon "dos miradas posibles sobre un mismo hecho", manifestaron las querellantes al comienzo de su exposición. Las mismas "podrían resumirse en una sola reflexión: ¿es Lisandro Cabral un héroe o un femicida?".
Al momento de analizar la cuestión "hay dos pruebas objetivas e irrebatibles que no se modifican, que son indiscutibles y exceden cualquier interpretación". Se trata de las conclusiones del forense, que declaró que "Verónica presentaba lesiones producidas por un tercero" y advirtió la presencia de mecanismos de defensa, y la pericia de los Bomberos Zapadores, que "determinó que es imposible que la mecánica del hecho haya sucedido tal como lo cuenta el acusado".
Es que "si se hubiera arrojado ella el alcohol, habría tardado más de 40 segundos", durante ese tiempo "¿qué hizo Cabral?". "Si realmente fue a socorrerla al instante, como dice, Verónica no hubiera tenido la cantidad de afectaciones que presentaba, porque no habría podido tirarse tanto alcohol, él la hubiese frenado antes", manifestaron.
Mirá tambiénPiden perpetua por el femicidio de Verónica SouléAdemás, el perito, que utilizó un traje de protección de tres capas, "dijo que no se pudo acercar -al maniquí en llamas- por la irradiación de temperatura", recordaron las querellantes. "Sin embargo, tenemos que entender que Cabral, estando ella envuelta en llamas, le quitó la ropa y la llevó al baño abrazándola", señalaron en referencia a la descripción de los hechos realizada por el acusado. Cuando él "sólo tuvo quemaduras leves en las manos".
"Adueñarse de la verdad"
Pero "¿qué pruebas tiene la defensa? Ninguna, sólo la versión del propio acusado", indicaron Gerard y Galeano. "Una versión que necesitó comenzar a instalar desde el instante en que acaecieron los hechos, con la finalidad de seguir dominando la situación, de adueñarse de la verdad".
Primero "se la intentó instalar" a su suegra, a quien dio aviso de lo sucedido una hora más tarde y acudió enseguida a socorrer a su hija, que continuaba en la vivienda. "Le dijo 'mirá cómo me hice las manos para salvar a tu hija', y luego hizo lo mismo con las hermanas de Verónica y con su propia hermana; también con los hijos de ambos". Y según lo declarado por una enfermera, lo hizo con la propia Verónica, mientras agonizaba, cuando la visitó y le reprochó: "Mira lo que me hiciste hacer".
En cuanto a los chicos, "declararon después de vivir durante un año con las únicas dos personas que identifican a Cabral como amoroso: sus abuelos paternos". Además, "fueron víctimas de violencia infantil, y naturalizaron el contexto de violencia de género. Desde que nacieron asimilaron y naturalizaron que su papá era el que hacía todo bien, el que decía la verdad, el que decía lo que se podía hacer y lo que no, y el que le pegaba a su mamá si ella no lo hacía".
"Se criaron una mamá sumisa, y con la versión de que su papá era un héroe, un papá que era el centro de la escena, y así fueron formando sus pensamientos", porque "al final de cuentas ellos también son víctimas". Con todo esto, "¿es entonces Cabral un héroe o un femicida?".
Mirada de género
La querellantes también manifestaron que "este caso nos interpela a reflexionar sobre la importancia de la mirada de género. Su aplicación y transversalidad es la que permite cuestionar y valorar de manera diferente lo sucedido. De lo contrario, sin esta mirada, hubiese sido suficiente la versión instalada por el acusado".
Aseguraron que al principio de la investigación, antes de que se pidiera el cambio de fiscal, la falta de esta mirada "permitió que se tomaran medidas tardías, desafortunadas, revictimizantes. Se cometieron errores imperdonables, se dejó entrar a la familia del acusado horas después del hecho a limpiar la casa". Además, "se calificó el crimen como 'muerte dudosa' y se juzgó a la víctima y a su familia. Pero lo que es más grave aún es que sin esa mirada se ha dejado -desde la Justicia de Familia-, hasta el día de hoy, a los niños al cuidado de la familia del acusado".
Para la querella "no hay dudas, las pruebas así lo demostraron, que en un inmenso y elocuente contexto de violencia de género, donde nadie que conoce a Cabral puede decir que es un salvador, donde se descarta la autolesión y es científicamente imposible que la versión del imputado sea real... En ese escenario, Lisandro quemó a Verónica produciéndole la muerte. Lisandro es un femicida, y merece perpetua".