Por Carlos Retamal
Fue cerca de la medianoche del lunes 14 de marzo, en bulevar Seguí al 200 bis. Personal policial recogió 68 vainas servidas de dos calibres. El lugar ya había sido objeto de otra balacera hace 40 días.
Por Carlos Retamal
Las balaceras siguen a la orden del día. Cada 24 horas se registran al menos media docena de casos, en distintos puntos de la ciudad. Las hay contra el frente de viviendas particulares, contra la fachada de comercios y contra personas que están en algún punto en particular y son ‘el objetivo’ o simplemente ‘quedaron en la línea de fuego’.
La noche del lunes 14 de marzo no fue la excepción, aunque el grado de violencia llamó poderosamente la atención.
Alrededor de las 23:30, una seguidilla de sonidos confundió a vecinos de un sector de barrio Tablada. Algunos pensaron que eran petardos, ante algún festejo privado por –por ejemplo– un cumpleaños, pero otros con el oído más agudo se dieron cuenta que eran disparos de arma de fuego.
Vecinos de bulevar Seguí al 200 bis, casi con el cruce de Grandoli, un sector del barrio Tablada que está incluido en el plan Incluir por el cual el gobierno de Santa Fe remodelará ese bulevar, con pavimentación; obras hidráulicas, desagües pluviales e iluminación led, salieron de sus casas y vieron cómo varias personas se daban a la fuga en un auto.
Según fuentes policiales, atacaron a tiros el frente de una vivienda ubicada sobre la vereda impar, casi a mitad de cuadra. En el lugar, personal del gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) levantó del lugar 68 vainas servidas de dos calibres distintos (9 milímetros y 11.25).
Las marcas de los proyectiles quedaron en la fachada revestida de la casa, ventanas, pero especialmente en una puerta de hierro, pintada de color negro, que a partir de anoche quedó hundida y salpicada por las balas. Y las decenas de vainas entre la vereda, el pasto y la calle.
Voceros indicaron que dentro de la vivienda estaba su propietario, un hombre de 44 años, identificado como Ariel C., quien resultó ileso. Los pesquisas señalaron además que la vivienda ya fue objeto de un ataque a tiros, aunque de menor magnitud, a principios de febrero, luego que su propietario recibiera una llamada extorsiva donde le pedían una importante suma de dinero.