Prefectura Naval confirmó este sábado por la noche el hallazgo de la avioneta Mitsubishi matrícula LV-MCV que estaba desaparecida desde el pasado 24 de julio, tras despegar desde San Fernando, y que desde esa fecha era intensamente buscada.
Los restos de la aeronave fueron encontrados a unos 40 kilómetros de la ciudad de Zárate, en una zona de difícil acceso.
Prefectura Naval confirmó este sábado por la noche el hallazgo de la avioneta Mitsubishi matrícula LV-MCV que estaba desaparecida desde el pasado 24 de julio, tras despegar desde San Fernando, y que desde esa fecha era intensamente buscada.
Autoridades de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) se dirigían al lugar para comenzar con la investigación y saber qué fue lo que ocurrió con la aeronave así como con los tres ocupantes del aparato.
Por el momento no se dio información exacta del lugar donde se encuentran los restos, pero sí se sabe que el avión siniestrado apareció en aguas del delta del río Paraná, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Zárate, y muy cerca de la desembocadura del Paraná Guazú, una zona de vegetación tupida y que dificulta enormemente no solo localizar el avión, sino también llegar a los restos.
26 días sin noticias
La avioneta Mitsubishi matrícula LV-MCV había desaparecido el lunes 24 de julio a seis minutos de haber despegado -a las 14:30- desde el aeropuerto de San Fernando. La avioneta tenía como destino Las Lomitas, en Formosa, pero cuando sobrevolaba el Paraná perdió el contacto con la torre de control.
El avión pequeño es propiedad de la empresa Aibal SA, radicada en Bragado y que se dedica a los servicios agropecuarios. Quienes viajaban al momento de la desaparición eran el hijo del dueño de la aeronave, Matías Aristi, junto a Matías Ronzano y Facundo Vega, ambos oriundos de la ciudad de Lincoln.
De acuerdo con la última comunicación con la torre de control, la aeronave habría tenido un desperfecto, por el que solicitaba permiso para retornar. ‘Estamos a 7,5 millas de San Fernando‘, se lo escucha decir al piloto hablando con la torre de control, que le responde que ‘no aparecen en la pantalla del radar‘ y que tras algunos intentos por solucionar el problema, le ordena: ‘le voy a tener que pedir que regresen‘.