Un exmilitar asesinó de un escopetazo a un estudiante de ingeniería de 33 años que caminaba por la calle en la ciudad de Comodoro Rivadavia, tras confundirlo con un ladrón.
Pensó que la víctima era un delincuente que había entrado a su casa y lo asesinó de un escopetazo.
Un exmilitar asesinó de un escopetazo a un estudiante de ingeniería de 33 años que caminaba por la calle en la ciudad de Comodoro Rivadavia, tras confundirlo con un ladrón.
“Me equivoqué, me siento mal”, dijo el imputado Alberto Barberis, de 66 años, durante la audiencia de control de detención, al ser acusado del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor”, en perjuicio del estudiante de ingeniería Emiliano Ávila (33), que justo pasaba por la puerta de su casa en la calle Alvear al 487.
El crimen ocurrió el viernes 10 de febrero cerca de las 23 horas, cuando Jorge Alberto Barberis detectó la presencia de un hombre en el patio de su casa del barrio La Loma y agarró una carabina calibre 22 LR. Luego, se dirigió al techo de su vivienda y disparó dos veces a un hombre que pasaba por la puerta de su casa.
Uno de los disparos impactó en la espalda de Ávila, “con orificio de salida a la altura de la tetilla izquierda, ocasionándole la muerte por un shock hipovolémico producido por herida de arma de fuego en tórax, cayendo ya sin vida sobre la vereda de la vivienda”, precisó el Ministerio Público Fiscal en un comunicado.
Según la Fiscalía, hay varias pruebas de que Ávila “no es la persona que saltó del techo de su casa, sino que era una persona que ocasionalmente caminaba por ahí”. “Se mató a un inocente de 33 años, estudiante de Ingeniería, que lo único que hizo fue pasar caminando por la calle”, insistió Rubio.
Durante la audiencia, el imputado accedió voluntariamente a declarar: “Yo iba detrás del otro y se cruzó este chico... me siento mal, me equivoqué”.
La fiscal solicitó se dicte la prisión preventiva del imputado por un mes, ya que consideraba que existía “peligro de fuga” y “peligro de entorpecimiento, ya que su soltura podría influir sobre testigos”.