El 6 de agosto de 2013, la mañana de Rosario se sobresaltó con una gran explosión. A las 9.38 de ese martes, el estallido precedido por una fuga de gas sin precedentes derribó una de las torres del complejo de departamentos de Salta 2141. Decenas de socorristas trabajaron día y noche para rescatar víctimas y la ciudad se unió en una gran cadena de solidaridad. El estrago se cobró 22 vidas y causó decenas de heridos.