Un cordobés aceptó su responsabilidad en tres hechos delictivos ocurridos en la ciudad de Santa Fe en julio y septiembre del año pasado, cometidos en grupo con el uso de inhibidores de señal y armas de fuego.
Firmó un juicio abreviado a 4 años de prisión por dos hurtos y un robo, todos agravados.
Un cordobés aceptó su responsabilidad en tres hechos delictivos ocurridos en la ciudad de Santa Fe en julio y septiembre del año pasado, cometidos en grupo con el uso de inhibidores de señal y armas de fuego.
Se trata de Federico Ibrahim Álvarez (27), quien fue detenido la semana pasada tras una serie de allanamientos realizados en su provincia. Este lunes, ante el juez penal Jorge Patrizi, aceptó la condena a 4 años de prisión como autor de un "robo calificado" y dos "hurtos calificados".
Asistido por el defensor particular Martín Peón, el cordobés se hizo cargo de los hechos que le atribuyeron los fiscales Rosana Peresín y Manuel Cecchini, quienes estuvieron al frente de la investigación. Los funcionarios señalaron que Álvarez formaba parte de una banda que viajaba entre provincias para cometer distintos delitos contra la propiedad.
Dos de los delitos endilgados sucedieron el 27 de julio de 2021, y tuvieron como pieza central la utilización de un inhibidor de señal. Utilizando este aparato los ladrones enviaron una señal "basura" que interrumpió el accionar del cierre centralizado de los automóviles, lo que les permitió acceder fácilmente a los vehículos.
En horas del mediodía, Álvarez y sus cómplices observaron cómo un hombre estacionaba su automóvil Ford Focus Titanium sobre calle Francia, a metros de su intersección con Gobernador Crespo. Fue entonces que, utilizando el inhibidor, interrumpieron el cierre del auto y cuando su dueño se alejó comenzaron a actuar.
En cuestión de segundos, abrieron las puertas y el baúl , desde donde sustrajeron una notebook marca DELL, distintos documentos, tarjetas de débito y crédito, lentes, una campera y un termo. En total, el botín se valuó en $ 240.000.
Diez minutos más tarde, a dos cuadras del lugar -en Suipacha al 3040-, la banda de delincuentes se encontró con otro conductor que también estaba estacionando su vehículo. Se trataba de un Volkswagen Vento, del que se llevaron dos raquetas de tenis marca Babolat.
Por estos hechos, Álvarez fue imputado como coautor de "hurto calificado por el uso de instrumento semejante a llave", en dos oportunidades.
La noche del 1 de septiembre del año pasado, cerca de las 21, Álvarez ingresó a una vivienda de barrio Jardín Mayoraz junto a cuatro cómplices. Para esto forzaron las puertas del portón de la casa, utilizando un objeto tipo barreta.
Una vez adentro, amenazaron a la dueña con un arma de fuego y le exigieron que les entregara el dinero que tuviera en su poder. La mujer les dio sus ahorros, unos 3200 dólares que guardaba en el interior de una media, mientras los delincuentes revolvían el lugar. Además de efectivo, se llevaron una notebook marca Samsung, carteras y alhajas.
Por esto, Álvarez aceptó haber sido coautor de "robo calificado por el uso de arma (cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada) y por haber sido cometido en poblado y en banda".
Tras la presentación del acuerdo de juicio abreviado, el juez Jorge Patrizi declaró la admisión del mismo. La defensa solicitó que, tras la condena, el cordobés sea puesto a disposición del Servicio Penitenciario y que, de ser posible, se lo aloje en la Cárcel de Coronda.