Miércoles 9.8.2023
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La capilla siniestrada está ubicada en la esquina de Roque Saénz Peña y Velez Sarsfield (barrio Sarmiento)y forma parte de la parroquia Inmaculada Concepción, la cual alberga, además, otras dos capillas importantes: Nuestra Señora de Guadalupe y Nuestra Señora del Rosario.
El último acto de vandalismo tuvo lugar durante la noche del lunes y fue descubierto al caer la tarde del martes por Ana, la sacristana de la capilla, quien también se encarga de la administración de Cáritas, entidad solidaria que opera dentro del mismo edificio.
"Es la quinta vez que sufrimos este tipo de incidentes", se lamentó Ana en conversación con El Litoral. Los cuatro incidentes anteriores se centraron en la zona de Cáritas, donde los perpetradores se llevaron mercaderías, ropa y diversos elementos destinados a la asistencia de personas necesitadas.
La serie de robos anteriores había llevado a la instalación de rejas en todas las aberturas, excepto en algunas ventanas de la capilla. Fue precisamente a través de estas últimas que los delincuentes lograron ingresar y causar daños de proporciones impactantes.
Los intrusos rompieron y tiraron al suelo elementos consagrados utilizados para la liturgia católica.Preocupación
Los actos concretados durante este último robo superaron la mera delincuencia, siendo catalogados como sacrilegio por la comunidad afectada.
El sagrario, que resguarda las hostias consagradas, fue movido de lugar. Se hallaron signos claros de desorden, ropa tirada y, lo que es más desgarrador, el vino utilizado en la consagración fue profanado. Además los intrusos dejaron una bolsa con palanganas de loza fina, elementos destinados al ritual del lavado de pies.
El interior del lugar, todo revuelto.También los ladrones se apropiaron de vinajeras, tres copones, y toda la ropa y manteles utilizados en los rituales de la Consagración.
La gravedad de estos hechos impulsó al sacerdote a quedarse en la capilla durante la noche, en un intento desesperado por proteger el lugar sagrado.
Ana expresó su anhelo por identificar y detener a los responsables. Sin embargo, la implementación de rejas y la consideración de alarmas han planteado dificultades debido a la afluencia de niños en el lugar.