"El feminicidio de Daniela Cejas fue un crimen simbólicamente atroz y políticamente gravísimo". Así lo definió la querella durante la apertura del juicio contra Javier Eduardo Sen, quien se encuentra en el banquillo de los acusados.
Se realizaron los alegatos de apertura y comenzaron a declarar los testigos. El bloque acusador pidió la condena a prisión perpetua para Javier Eduardo Sen.
"El feminicidio de Daniela Cejas fue un crimen simbólicamente atroz y políticamente gravísimo". Así lo definió la querella durante la apertura del juicio contra Javier Eduardo Sen, quien se encuentra en el banquillo de los acusados.
Este viernes, con el tercer aniversario del crimen ya cumplido, los jueces Nicolás Falkenberg, Pablo Ruiz Staiger y Leandro Lazzarini dieron inicio al debate oral y público por el femicidio de Daniela María Cejas.
La fiscal Ana Laura Gioria solicitó la condena a prisión perpetua para Sen, tras considerarlo autor del "homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por haber sido cometido por un varón en contra de una mujer mediando violencia de género (femicidio)". La pretensión de los querellantes Carolina Walker Torres y Matías Pautasso, representantes del viudo de Daniela, es la misma.
En cambio, la defensora pública Gisela Alemandri consideró que en este caso "se partió de una especie de prejuicio o estereotipo en la figura de Javier y allí se generó la figura del sospechoso y el convencimiento de que fue él", pero tras la producción de la prueba "el tribunal va a tener que absolver".
La fiscalía fue la primera en realizar sus alegatos de apertura. Gioria señaló que "Daniela fue asesinada el 18 de enero de 2020, por la noche, en el interior del inmueble que ocupaba la ONG Generar -ubicado en calle 4 de enero 6681-, donde ella se desempeñaba como vicepresidenta y colaboradora".
"Lo que vamos a probar en este debate es que la vida de Daniela culminó violentamente a manos de Javier Eduardo Sen. Ella acudió a encontrarse con él, como lo hacían asiduamente, y en un momento de ese encuentro Sen le dio muerte agrediéndola físicamente y aplicándole una maniobra compresiva sobre su cuello y cervicales, provocando la muerte en el lugar", continuó.
A través de la prueba, la fiscalía "va a demostrar que Sen emprendió una conducta deliberada, tendiente a dar muerte a Daniela, seleccionando para ello un medio idóneo, adecuado y asimismo perverso, no solamente por la modalidad sino también por la actitud posterior que asumió luego del hecho, en días posteriores".
El asesinato se enmarcó en un contexto de violencia de género. "Algunas de las motivaciones más comunes para esa clase de crímenes suelen ser la ira, el odio, los celos, la misoginia, el concepto de mujer como posesión, el sentido de superioridad del varón por sobre la mujer, y entendemos y demostraremos que muchas de esas variables se encuentran presentes en este caso", indicó Gioria.
"Sen denostó a Daniela, anuló su deseo, su voluntad, su decisión y encumbrándose él mismo en la cima de su violencia y su machismo terminó con la vida de ella. No le importó qué quería Daniela, sólo le importó su propia ira, su necesidad de someterla, su falta de confianza en ella y su percepción de Daniela como alguien vulnerable que se encontraba a su disposición". Por esto, solicitó "que sea condenado y se le imponga la pena de prisión perpetua".
La querella adhirió a los alegatos de la fiscalía y manifestó que, además, durante el juicio "probaremos que, a sabiendas de las pruebas que existían en su contra, Sen manipuló las mismas, haciendo desaparecer archivos de su teléfono celular que podrían haber sido de vital importancia en este debate e intentando también manipular testigos".
Walker Torres recordó que desde hacía aproximadamente dos años Daniela y Javier Sen mantenían una relación sentimental, se encontraban los sábados por la noche en la sede de la Asociación Civil Generar, que es donde la asesinó. Ella tenía intenciones de separarse de su esposo, "ya tenía decidido mudarse a un departamento junto a sus hijos, y no con Javier Sen, con quien evidentemente tenía expectativas de relación totalmente distintas". Él para Daniela era "alguien con quien pasar el tiempo y esto, evidentemente, provocó la ira de Sen y posteriormente el ataque que terminó en el femicidio".
Además, "vamos a probar la actitud morbosa de Sen posterior al hecho, actuando congoja e intentando mezclarse entre los afectos de Daniela, con la clara intención de disimular lo que había hecho", resaltó la querella, "estamos convencidos que podrán apreciar que la prueba es contundente y concluyente. Probaremos que Javier Sen actuó con desprecio de género, violentando a Daniela y llevándola a su muerte".
El feminicidio de Daniela Cejas "tiene características propias que son importantes de resaltar", ya que la víctima "era una militante por los derechos de las mujeres y vicepresidenta de la ONG Generar, que precisamente asiste y acompaña a mujeres víctimas de violencia de género. Daniela no era una mujer vulnerada, vulnerable, era una mujer que luchaba con mucha fuerza y con mucha convicción".
Es por esto que "el feminicidio de Daniela toca una fibra muy sensible en la lucha contra la violencia de género, y en particular en nuestra provincia con otras dos mujeres, también referentes, también militantes, que han sido brutalmente asesinadas", precisó la abogada y recordó los casos de María Florencia Gómez en San Jorge y Alejandra Ironici en Santa Fe, "todas mujeres que ponían el cuerpo y el compromiso en la lucha contra crímenes de los que terminaron siendo víctimas".
"Asesinar mujeres militantes, activistas de la lucha transfeminista, referentes institucionales del género, claramente implica una reafirmación del odio de género y el desprecio del que son y somos víctimas a diario", sostuvo Walker Torres ante el tribunal. Por esto "es necesario contextualizar el feminicidio de Daniela como un crimen simbólicamente atroz y políticamente gravísimo, que ataca además de a esta mujer en particular, a la lucha política colectiva contra los crímenes de odio y de género".
La defensa comenzó sus alegatos afirmando que el bloque acusador "no va a poder acreditar con certeza y más allá de toda duda razonable que fue Javier Sen quien le quitó la vida a Daniela Cejas".
Si bien "nadie duda de la gravedad de lo ocurrido, nadie duda de lo simbólico, de la importancia tanto social como política de la muerte de Daniela Cejas", aquí "la tarea del tribunal va a ser la de valorar la prueba que exista a los fines de sostener la acusación que se ha formulado contra Sen, y es allí donde entiende la defensa que va a encontrarse con que la prueba no es suficiente".
La representante del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP) señaló que de la declaración de los testigos "va a surgir una presunta relación de carácter amoroso, un tanto oculta, que se dio entre Daniela y Javier, dos personas casadas en ese momento", y que evidenciará cómo "a partir del descubrimiento de este vínculo, -surgió- la construcción del sospechoso y las conjeturas y el convencimiento de que tenía que haber sido él el que la mató. Pero esto no se va a probar".
Además, la acusación "tampoco va a poder probar que existía un contexto de violencia en el vínculo. Si Daniela sufría algún tipo de violencia previo a lo que ocurrió, no era por aparte de Javier Sen". Para la defensa, en este caso "se partió de una especie de prejuicio o estereotipo en la figura de Javier y allí se generó la figura del sospechoso y el convencimiento de que fue él" el asesino. Pero al finalizar el debate, "el tribunal va a tener que absolver".
Luego de los alegatos comenzaron a declarar los testigos. El juicio continuará durante la semana que viene, y está previsto que el tribunal de a conocer su veredicto el jueves 16 de febrero, en horario a confirmar.