Procesaron a un productor agropecuario de Entre Ríos que almacenaba cocaína en Santa Fe
Por aire, agua y tierra, así se manejaba el negocio de Leonardo Airaldi, el empresario narco de 42 años, que vivía en Diamante, donde fue presidente de la Sociedad Rural.
El 10 de agosto de 2022 la policía provincial incautó un cargamento de casi 30 kilos de cocaína en una vivienda de Puerto Gaboto. Foto: Archivo
La Justicia Federal santafesina procesó a un productor agropecuario entrerriano por el almacenamiento de casi 30 kilos de cocaína, incautada hace dos años, en la localidad de Puerto Gaboto, en la casa de un peón rural que era su empleado y está prófugo.
Leonardo Roberto Airaldi (42), supo ser presidente de la Sociedad Rural de Diamante. Fue procesado como autor del delito de “almacenamiento de estupefacientes”. Foto: Archivo
La resolución dictada el miércoles pasado por el Juzgado Federal Nº 2 de Santa Fe, a cargo del Dr. Carlos Vera Barros, alcanza a Leonardo Roberto Airaldi (42), un productor ganadero que supo ser presidente de la Sociedad Rural de Diamante; y resultó procesado como autor del delito de “almacenamiento de estupefacientes”, según lo indicado por el artículo 5 inciso “C” de la Ley Nº 23.737.
Aunque ya estaba detenido en la cárcel de Paraná por otra causa en la que está siendo investigado por narcotráfico, el juez rosarino Vera Barros dispuso la prisión preventiva de Airaldi, que quedó a disposición conjunta de ambos juzgados federales. Asimismo, fijó un embargo de $ 5.000.000 en perjuicio del acusado.
Cocaína bajo la cama
El hecho investigado se remonta a dos años atrás, cuando el 10 de agosto de 2022 la policía provincial incautó un cargamento de casi 30 kilos (29.491,81 gramos) de clorhidrato de cocaína en una vivienda de Puerto Gaboto, una localidad costera ubicada en el departamento San Jerónimo, 120 km al sur de la ciudad de Santa Fe.
En dicha oportunidad, la justicia penal del departamento San Lorenzo había ordenado un allanamiento de la casa de calle Solís 646, donde vivía un peón rural identificado como Diego Alberto Torres, quien actualmente permanece prófugo. A Torres, alias “Pete”, se lo buscaba por una denuncia por amenazas calificadas por uso de arma de fuego, en perjuicio con una mujer con la que mantenía un conflicto por una propiedad familiar.
Desde hace dos años, el peón de Airaldi, Diego "Pete" Torres, se encuentra prófugo de la justicia tras el allanamiento de su vivienda en el que encontraron la droga. Foto: Archivo
Y aunque él no estaba, los uniformados que entraron al inmueble encontraron 28 paquetes envueltos en cinta de embalar azul con la foto de un avión con la inscripción "Emirates" -bajo el cual se leía "QATAR"-. La droga estaba debajo de una cama de dos plazas, ubicada en una habitación contigua al comedor.
Además, la causa cuenta con un tercer implicado, titular de una camioneta Toyota Hilux, dominio AE787IU, que estaba estacionada delante de la casa de Torres el día del allanamiento. Se trata de Adrián Claudio Bruno, a quien se le inició causa por separado y con requerimiento de elevación a juicio por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada”, remitida al Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe.
La investigación
A raíz de aquel hallazgo, los fiscales Walter Alberto Rodríguez y Diego Orzuza Kock, de la Unidad Fiscal Santa Fe, iniciaron una pesquisa que permitió avanzar en la pista del importante cargamento de cocaína.
Al momento de fundar un llamado a indagatoria, realizado a mediados de junio de este año, los fiscales argumentaron que si bien la droga estaba en la casa de Torres, “Airaldi era quien contaba con la estructura y logística adecuada para su exportación”.
Por ese entonces Airaldi estaba detenido en la Unidad Penal Nº 1 de Entre Ríos, a disposición del Juzgado Federal Nº 1 de Paraná, en otra causa por narcotráfico en la que se encuentra procesado (por organización y financiamiento de actividades de comercio de estupefacientes); pero además, cuenta con antecedentes penales recientes. El 12 de septiembre de 2022 recibió pena de tres años de prisión, como coautor de dos hechos de portación ilegítima de arma de guerra atenuada, por el Colegio de Jueces Penal de Rosario.
Una barcaza anclada
De las tareas de inteligencia previas surgió que Torres trabajaba como “puestero” en una isla ubicada entre Santa Fe y Entre Ríos, sobre el río Paraná. La Policía de Seguridad Rural Los Pumas realizó tareas de observación y describió un puesto, donde había una casa de paredes blancas, una antena de unos 15 metros y corrales para la cría de animales.
Y surgió un dato, proveniente de lugareños, en su mayoría pescadores, quienes relataron un episodio singular, cuando vieron anclar en plena noche, una barcaza no identificada que iba hacia Puerto San Martín.
Esas primeras sospechas sobre el negocio paralelo del peón rural y su vínculo con Airaldi, las confirmó un testigo de identidad reservada, quien declaró en sede judicial que conoció a Torres por la compra venta de terneros y que en una oportunidad lo escuchó decir que “tenía que irse urgente a buscar merca a Diamante”. “Yo pensé que era una joda porque el siempre hacía esas bromas y decía que ‘tenía la merca preparada’ para referirse a la venta de carne”, señaló.
“El Pillo SA”
Sin dudas los trabajos en terreno, ya sea en agua como en tierra realizados por Los Pumas fueron el disparador para continuar la pesquisa de los fiscales santafesinos, que encomendaron el análisis de otros elementos surgidos de otra causa en la que al Airaldi terminó detenido a mediados de 2022 en Rosario.
El análisis estuvo a cargo de Dirección General de Narcocriminalidad de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina, cuyos especialistas lograron entrecruzar información extraída de los teléfonos de Airaldi y otros sospechosos.
Se supo así que Torres era el puestero de la Isla de ‘El Pillo’, cuyo propietario era Airaldi. La relación laboral Torres-Airaldi se afianza con un chat en el que este último habla con su secretaria acerca de “arreglar los empleados que faltan asegurar” y en la lista aparece la foto del DNI de Torres.
De las conversaciones entre Airaldi y Torres surgen los términos “maple, carne, lomo o novillo”, lo que para los fiscales no es más que “un recurso habitual para evitar la utilización de un vocabulario expreso al momento de referirse a sustancias ilícitas”.
Pero además, se hallaron algunos mensajes en los que se habla de “el avión”, que luego Airaldi hizo borrar indicando: “No mandes esas cosas por acá”. Y surgen charlas en las que se habla “del combustible” para “los pájaros” que “tienen que venir para estos lados”; también descripto como “el pajarraco” o “bicho”, en clara alusión a una aeronave.
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